lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 4 - LA REUNION FAMILIAR

Estábamos listos eran las 13:55, yo me había puesto un vestido verde de tirantes y con una chaqueta blanca y las parisinas, me deje el pelo rizado y no me cambie de pendientes me deje las perlas; Hugo estaba guapísimo, se había puesto unos vaqueros blancos con una camiseta negra muy ajustada, aunque tenia el pelo muy corto se había dado gomina y se le habían definido mucho los rizos; nos dirigimos al pasillo y bajando las escaleras encontramos a mis abuelos a pie de escalera, junto a ellos estaban mi hermano y Selene.
- ¡hola familia! A que hora comemos.
- ahora cariño, estas muy guapa y tu también Hugo –dijo mi abuela dirigiéndose a nosotros- ¿estas nerviosa?
- si un poco, la verdad- en ese instante Hugo me cogió de la mano, no se como expresarme, pero cuando hacia eso me sentía segura de repente era como si ya no hubiera miedos.
- melisa, ¿no tienes ninguna pregunta?-dijo mi abuelo
- si bueno, pero ahora lo veré
- puedes preguntar sin miedo
- es solo que…-dude unos segundo-si es una comida, nosotros comemos comida, pero ellos beben sangre ¿no?
- si así es, pero estate tranquila eso ya esta solucionado, ellos ya han comido, respecto a la comida ellos pueden comerla lo que pasa que no les alimenta, verdad cariño- me dijo mi abuelo todo sereno, lo ultimo mirando a mi abuela.
- tu tranquila, no te va a pasar nada, es normal que tengas miedo.
- abuela no es miedo, solo que me gusta la comida no ser la comida-dije riéndome un tanto nerviosa y todos rieron, nos dirigimos al salón, estaba lleno de gente, a nuestra entrada todo el mundo callo.
- Buenas tardes a todos, me alegro que estéis todos aquí- mi abuela suspiro y me miro muy dulcemente-sentaros cada uno en vuestro sitio
En el centro del salón había una mesa rectangular enorme, con muchas sillas, los sofás que habían estado ayer habían sido quitados solo estaba la mesa, del techo colgaba una enorme lámpara con lagrimas de cristal que hacían juegos de colores con la luz; una vez estuvimos todos sentados la abuela estaba a mi derecha y mi izquierda Hugo, mi hermano se había sentado a la izquierda del abuelo y a su lado estaba Selene, mi abuela se levanto.
- Bueno como ya todos sabréis, a entrado en nuestra orden una nueva discípula, comprometiéndose a guardar el secreto de la familia, ella es mi nieta y la nueva dueña de esta casa, y por ello hoy esta reunión es en su nombre-ella me tendió una mano-cariño levántate, para que todos te vean.
- si abuela
- ¿quieres decir algo?-yo, pero si ahora mismo estoy llena de pánico, haber respira uno, dos, tres. (Pensé para mí) Mire a mi abuela y hable
- hola a todos, lo único que puedo decir que el secreto de la familia esta a salvo conmigo-mire a mi abuela y todo el mundo aplaudió.
- dicho esto, empezar a comer- me senté y mire a Hugo
- ¿Qué tal e estado?
- tranquila, has estado muy bien, por lo menos has hablado, yo en la mía me quede callado cuando tu abuela me hizo lo mismo.
- ¿a si?-comencé a reír.
La comida fue muy amena, me estuvieron presentando a todos los pueblo; es increíble cuando te presentan a tu tatarabuela y crees que vas a ver una señora vieja con arrugas, y no es así mi tatarabuela aparentaba unos 27 años y muy guapa; después de la comida mi abuela me cogió de la mano y me aparto.
- cariño, ven un momento tengo que hablar contigo.
- si abuela dime
- veras cariño, después de la comida, a los nuevos integrantes de la orden les hacemos una ceremonia, solo quería que lo supieras.
- esta bien abuela, no te preocupes, ¿Cuándo es?
- dentro de una hora, así que tranquila no durara mucho
- vale, estoy bien abuela, ¿te importa si me voy con Hugo?
- no cariño, ve y disfruta
- gracias abuela-le di un beso y me fui a donde estaba Hugo, estaba con mi hermano y los demás de la universidad.
- hola, ya estoy aquí, la abuela me a presentado a todos.
- si y que te a contado algo-me dijo mi hermano
- si lo de ceremonia si, ¿Qué se hace en la ceremonia?-empezaba a ponerme nerviosa
- ya lo veras, tranquila- me dijo Hugo, no quise preguntar, era mejor cambiar de tema, estuvimos hablando largo tiempo y faltaban menos de 10 minutos para la ceremonia, estaba cada vez mas nerviosa, pero esta vez no me iba desmayar; la abuela se acerco a mi.
- cariño, ya es la hora-dijo tendiéndome la mano.
- esta bien abuela, vamos.-dije cogiéndole la mano, salimos del salón y nos dirigimos a la parte trasera de la casa, salimos de la casa apareciendo en el jardín de la casa, era muy grande había varios metros de jardín justo enfrente de la casa había una mesa de mármol blanca con ángeles tallados en las patas, nos dirigimos mi abuela y yo a la mesa colocándonos enfrente de la mesa de mármol, toda la gente se había concentrado en el lado opuesto a nosotras dos observándonos.
- ¿estas preparada? -me dijo mi abuela muy dulcemente, trague saliva, empecé a sentir miedo, acababa de fijar todo lo que había encima la mesa, había el mismo libro donde firme días antes, un punzón con la agarradera en forma de ángel, y un cáliz con los mismos ángeles tallados, y una caja negra.
- si eso creo, empecemos-dije con un hilo de voz, no me salio mas fuerte, estaba temblando, mi abuela se fijo se acerco a mi odio.
- cariño, no te va a pasar nada es solo un tramite, ¿de acuerdo?
- si abuela- solo pude decir esas dos palabras, mi abuela miro a todos lo asistentes y comenzó.
- Sed todos bienvenidos, hoy, empieza el nuevo camino de Melisa Vesisn, mi nieta, dueña de esta casa, ultima sucesora de nuestro linaje hasta ahora; Melisa has de estar muy atenta a todo lo que te voy a decir ahora, ¿entiendes lo que te digo?-me lo dijo muy seria, se tomaba muy a pecho su papel de matriarca de la familia.
- si abuela, sigue
- muy bien, hay tres reglas a seguir en esta orden, la primera, nunca de veras revelar el secreto de la familia a nadie, segundo has de comprometerte a darlo todo por la orden, incluso tu vida; y tercero y no menos importante deberás elegir quien quieres que te transforme; ¿has entendido las tres reglas?- me dijo mi abuela, con cara mas amable mirándome a los ojos, todo el mundo estaba muy atento a lo que iba a decir.
- si, lo he entendido
- muy bien, a quien eliges para tu transformación
- abuela, he de elegir ¿ahora mismo?
- si cariño, debe ser ahora-mire a todos los asistentes, y me quede atónita, acababa de ver a mi padre al lado de mi hermano, muy serio mirándome, no sabia a quien elegir, estuve unos minutos pensando y decidiendo, y después de mirar varias posibilidades, supe quien quería que fuera.
- abuela, a he decidido.
- muy bien, ¿quien es el elegido o elegida?
- Elijo para mi transformación a…-respire hondo no sabia como iba a reaccionar el- Hugo- mientras lo decía miraba de reojo a Hugo y estaba sonriendo, pero cuando pronuncie su nombre se le borro la sonrisa y se puso muy tenso, o eso me pareció a mi.
- Muy bien, ¿estas segura, no quieres cambiar?
- si, quiero que sea el
- de acuerdo- miro a Hugo- Hugo, acércate - Hugo se levanto y se puso a mi lado - ¿Hugo aceptas, transformar a melisa cuando ese día llegue?- Hugo me miro primero a mi y luego a mi abuela y dijo.
- si, acepto
- ¿Melisa aceptas, que Hugo te transforme cuando ese día llegue?- hice lo mismo que hizo Hugo, le mire primero a el y luego a mi abuela.
- si, acepto-mi abuela se dirigió a todos los presentes.
- estáis todos de testigos, de la decisión de Melisa Vesisn y de la aceptación de Hugo López; dicho esto, esta decisión aceptada por ambas partes no tiene vuelta atrás- cogió el punzón –Melisa, déjame tu mano- se la tendí, y con la punta del punzón me pincho en el dedo índice, dejando salir la sangre de mi dedo a borbotones, debido a que la punzada había sido profunda, en ese momento acerco mi mano al cáliz que había en la misma mesa, y fue cayendo gota a gota en el cáliz cuado había ya bastante sangre, la abuela me tendió un pañuelo, para cortar la hemorragia, y miro a Hugo- Hugo, ahora tu- Hugo le tendió la mano, hizo el mismo proceso; juntándose así mi sangre con la suya, una vez había acabado la abuela con los dos, revolvió con el punzo en el cáliz, juntándose así la sangre mía con la de Hugo; después de unos minutos la abuela cogió la caja negra, y la abrió, dentro de esa caja había una jeringuilla con una aguja muy fina y dos colgantes con una cadena de plata, los colgantes eran botellas en formas de lagrimas; primero introdujo toda la sangre del cáliz en la jeringuilla y una vez llena, cogió un colgante y abrió el tapón minúsculo, la botellita no mediría mas de tres centímetros, la relleno y cerro, acto seguido repitió el mismo proceso en el otro colgante, una vez terminado la abuela hablo- melisa, Hugo, deberéis guardar estos colgantes hasta que ese día llegue mientras tanto, os recordara que tenéis un lazo de unión indestructible, y cuando ese día llegue no os podréis negar jamás, ¿estáis de acuerdo los dos?
- si-dijimos los dos a la vez
- melisa ven, acércate -me acerque, y me paso por la cabeza el colgante, dejándolo caer sobre mi cuello-Hugo ven, acércate- yo me eché un paso para atrás, para dejar paso a Hugo , la abuela lo paso por su cabeza dejándolo caer sobre su cuello; mi abuela cogió nuestras manos y las junto, en ese intente note con la fuerza que Hugo se aferraba a mi mano y yo hice lo mismo, era como si las palabras sobrasen, sabia que el si quería ser mi transformador, no lo hacia obligado- estáis unidos hasta el día de la transformación-dijo mi abuela mirándonos-¿melisa estas de acuerdo con las tres normas de la orden?-dijo mirándome solamente a mi.
- si, estoy de acuerdo.
- muy bien, bienvenida a la orden de ángel caído-dijo mientras habría sus brazos, y yo me fui a ella y la abracé-melisa debes firmar en el libro, para que quede constancia de ello y tu también Hugo, dijo mientras me tendía una pluma de cuero negro.


Yo Melisa Vesisn, quiero que Hugo López sea mi transformador, el día de mi transformación.

Firmado: Melisa .V

Yo Hugo López, acepto transformar a Melisa Vesisn, el día de su transformación.

Firmado: Hugo .L


Después de terminar la ceremonia, se acerco mi padre hacia donde nos encontrábamos Hugo y yo.
- hola mi niña, felicidades ya perteneces a la orden.
- gracias papa- y le di un beso y un abrazo.
- hola Hugo, me alegro que seas tu el transformador de mi hija.
- gracias Javi, no me lo esperaba, pero para mi es todo un honor.
- ya lo se Hugo-le dijo mientras posaba una mano en su hombro-Melisa, ¿como te encuentras?
- bien papa, aunque me duele un poco el dedo.
- en unos días se te pasara, no quedara cicatriz-dijo mi padre mientras de daba un suave pellizco en el moflete.
- Javi, le importaría si le robo un rato a su hija
- No, iros a la cena ya hablare con mi hija, y contigo, tenemos mucho de que hablar.
- si papa, hasta la noche-dije mientras le cogía de la mano a Hugo y entrábamos en la casa dirección a la puerta de salida de la casa, nos dirigimos al coche de Hugo, y salimos de la parcela dirección al río, llegamos y bajamos del coche, Hugo se vino directamente a mi y me dio un beso intenso y apasionado, al despegarse nuestros labios, se acerco a mi oído y dijo.
- gracias, pekeñaja
- ¿Por qué?
- y tu me preguntas ¿Por qué?, creo que esa pregunta, te la debería de hacer yo a ti ¿no crees?-tenia esa sonrisa picara
- No, bueno…. Creo que no hay por que hacerla-otra vez no, estaba totalmente roja.
- a mi me gustaría que contestaras-seguía con esa sonrisa pero mirándome a los ojos.
- ¿a que?-dije para ganar tiempo, no quería responder, pero me estaba mirando con esos ojitos ¡DIOS! ¿Como lo hace? (pensé para mí)
- ¿Por qué yo?; había mucha gente allí, entre ellos tu abuela, tu padre y tu hermano, podías haber escogido entre uno de ellos y me elegiste a mi ¿Por qué?
- No se, es que...-me estaba poniendo nerviosa.
- ¡di! Termina-dijo tranquilo, pero se le notaba nervioso.
- ¿de verdad quieres saberlo?
- claro que si, quiero saberlo es importante para mi- cu cara mostraba sinceridad, y se notaba que tenia mucho interés; sin darme cuenta me cogió de la mano y con la otra mano me acaricio la mejilla- de verdad que quiero saberlo.
- Hugo, te elegí a ti por que el día que diera ese paso, quería que fueras tu, y no otro, quiero q me transformes tu.-me quede mirándolo, estaba quieto, sin articular palabra, solo me miraba; yo no sabia que hacer había pasado ya un rato y no habíamos hablado mas, respire hondo y dije- si no querías ser mi transformado con haber dicho que no tenias suficiente- el se sobresalto, y me miro triste.
- no melisa, yo e aceptado encantado, de veras es que no estoy seguro si podrás con todo esto.
- ¿Cómo? Que te hace pensar eso, si mi abuela puede yo también podré.-dije enfadada y apartándome de el.
- melisa no te vallas, no me explicado bien, lo siento.-dijo mientras me cogía de la cintura y me acercaba a el, yo me resistí pero al final accedí.
- explícate mejor
- tienes razón, solo es que no sabes que responsabilidad tan grande que te viene encima, tendrás que renunciar a todas las amistades que tengas en Vitoria, no podrás decir nada de la orden por que si no…
- si no ¿Qué?, me matarían, creía que tenias por mas lista
- melisa yo…-vi sus ojos anegados de lagrimas, pero no se derramó ninguna, estaba intentando contenerse me acerque mas a el y le acaricie la mejilla mientras le daba un dulce beso.
- peke tranquilo, todo saldrá bien; estoy aquí para comenzar una nueva vida y quiero estar contigo y si con eso tengo q dejar atrás el pasado lo are, tienes que confiar en mi.
- yo confío, pero a veces creemos que podemos engañar y no es así.
- si, se a que te refieres y no are ninguna estupidez.
- confío en ti, pekeñaja vamos ya es tarde, dentro de nada será la hora de la cena y tu padre nos estará esperando.
- es verdad, vamos- mi padre se me había olvidado.
Llegamos a la casa, y no había nadie, otra vez ese silencio daba miedo una casa tan grande y oscura sin ningún ruido.
- estarán en el sótano, vamos.
- en el sótano ¿Qué dices?
- si, ven; allí es donde tienen el despacho, y donde se hacen las reuniones importantes.-dijo cogiéndome de la mano
Bajamos las escaleras, yo creí que solo había una planta pero no era así, al final de la primera planta había un mueble con ángeles tallado me resultaba familiar, al momento me di cuenta era igual que el que tenia mi padre en el despacho, Hugo me soltó de la mano y extendió su mano sobre las dos alas colocando cada mano en un ala cada una, en ese instante el armario se hundió en el suelo y ante mis ojos había un pasillo lleno de luces rojas las paredes eran de ladrillos, fuimos por todo el pasillo y al llegar al final a mano izquierda había una escalera comenzamos a bajar, conté las plantas al llegar a la planta cuarta , Hugo se paro.
- es aquí- nos dirigimos al final del pasillo y había una puerta negra grande, llamo; enseguida se abrió la puerta.
- ¿si? ah Hugo entra, a y vienes con melisa, pasar- entramos los dos yo iba agarrada de la mano de Hugo, pero estaba tranquila; la habitación en donde nos encontrábamos era grande ,con mucha luz, la decoración era moderna , los muebles eran sencillos lisos pero grandes, había una pantalla de plasma inmensa en la pared y una gran mesa cuadrada en medio de la habitación, allí estaba sentado mi padre con mis abuelos y mi hermano, allí también estaba Selene , Oriol con Laura y Juanjo la chica que se nos había abierta la puerta era Mónica la novia de Juanjo.
- hola cariño, veo que nos habéis encontrado.
- yo no papa, ha sido Hugo.
- si ya me imagino, ven siéntate aquí - me senté y a mi lado se sentó Hugo-ya estamos todos, melisa estábamos hablando de ti, de cómo hacer para que tu madre no se le de la gran idea de presentarse aquí.
- papa y se lo decimos a mama, creo que lo comprenderá- la cara de mi abuela se puso seria, y Hugo me miro asustado, horas antes me había dicho que debía aprender a estar callada, y voy y digo eso.
- melisa, eso no va a poder ser, ya lo hicimos una vez y salio mal; tu abuela ya te lo a contado, y mira el precio que tuvimos que pagar.
- si papa, pero no podemos apartar de mi vida a mama.
- nadie te ha dicho que lo apartes, solo debes guardar el secreto.
- si papa, pero y si lo descubriese por si misma.
- tu madre no va a describir nada, no tiene por que sospechar.
- mama no es tonta papa.
- ya lo se, y tu tampoco pensaste que te sucedería esto el sábado cuando llegaste al pueblo- porras me había dejado k.o tenia razón.
- no papa, ni por asomo.
- será mejor dejarlo estar, tu madre es mas feliz bajo la ignorancia, no hay por que hacerla sufrir.
- y el día que mama…
- ese día no ha llegado cuando eso se hablara
- esta bien abuela ¿que hay de cenar?- dije a mi abuela, siempre que estaba nerviosa o hablaba de cosas importantes, me entraban ganas de comer.
- lo que tu quieras cariño-salimos de allí y fuimos a cenar, estuve hablando un rato mas con la abuela y mi padre a solas Hugo se había ido con mi hermano, después de un buen rato hablando con ellos, empecé a tener sueño así que decidí ir a mi habitación me despedí de ellos y me subí, me recosté en la cama con la ropa del día, estaba mirando el techo cuando sonó el móvil, era mi amiga Paula.
- Si
- ¿melisa?
- si soy yo, dime Paula
- que alegría ¿Cómo estas?
- bien y tu
- yo como siempre, melisa como es eso que te vas a Zaragoza a estudiar.
- si es verdad, quien te lo ha dicho
- tu madre quien sino, hoy estaba en el supermercado haciendo la compra con mi madre, y nos lo ha dicho; ¿Por qué en Zaragoza? ¿No ibas a estudiar aquí?
- si pero he cambiado de idea, ha habido varios cambios en mi vida.
- ya veo, pero ¿Por qué?
- bueno e conocido a un chico
- si y como se llama
- Hugo y es guapísimo, ya tengo residencia y me apuntado el la universidad, hasta e comprado los muebles de la residencia.
- ¿Qué has hecho que? Estas loca, melisa solo conoces a ese chico de pocos días y has hecho todo eso, jajaja, estas loca.
- si totalmente jajaja, cuéntame ¿Qué tal por allí?
- pues por aquí poca cosa, Eneko a preguntado por ti y bueno ya sabes lo pesado que se pone, luego Itxaso y Raúl están saliendo desde el sábado, y yo…
- si, de veras y tu ¿Qué? cuenta, cuenta jajaja
- yo me e liado con Iker, y no veas yo no quiero nada serio, pero el si.
- jajaja al final Iker se ha salido con la suya, si que le ha costado.
- ay, calla me gusta pero no quiero nada serio, cambiando de tema ¿cuando vienes a Vitoria?
- supongo que un par de semanas, iré con Hugo para presentárselo a mis padres.
- jo si que te ha dado fuerte, si tú nunca has presentado a nadie como tu novio.
- ya ves, me ha dado fuerte, jajaja
- oye que el teléfono corre, ya hablamos ¿vale?
- venga musus, dale recuerdos a todos.
- si, avísame el día que llegues y me paso.
- si serás la primera en saberlo, agur.
- agur -colgué-.

Después de colgar fui al armario de la televisión, lo abrí y la encendí, estuve viendo un poco la tele un rato y me dieron las 12 de la noche, quería saber si iba a venir Hugo a dormir pero no había llamado ni nada, solo sabia que se tenia que ir con mi hermano ha hacer unas cosas; decidí llamarlo por teléfono, dio varios tonos pero no cogió y escribí un mensaje.


Hugo vas a venir sta noxe, cntx. Bss melisa

Un rato después sonó la melodía de m móvil, cojo el teléfono era un mensaje era Hugo.

En un rato voy, espérame despierta. Besos Hugo tk.

Estaba mas tranquila sabia que iba a venir, así que seguí viendo la televisión; después de una hora sin parar de hacer zapping me di por vencida y apague la tele, Hugo no había venido y me estaba empezando a preocupar, pero decidí quedarme despierta, pero no pude, me quede dormida al rato, no se que hora era pero me desperté de un brinco, alguien me había rozado con una mano mi cara, pero esa mano no era la de Hugo, sino era fría y áspera, abrí los ojos y no pude ver bien ya que estaba todo a oscuras cuando escuche su voz.
- cariño, soy yo no te asustes, vístete tienes que venir conmigo.-mire en toda la habitación y no estaba Hugo, mire el reloj eran las 5:30 de la mañana.
- abuela, son las 5:30, a ¿donde vamos?
- ha habido un cambio de planes, tenemos que hablar.
- ya voy, pero ¿que ha pasado?
- vístete te espero fuera.-salio de la habitación, me vestí con lo primero que pude y salí corriendo.
- vamos, no hay mucho tiempo.
- pero ¿A dónde?
- tu sígueme nos están esperando- bajamos escaleras abajo y nos dirigimos al sótano, nos paramos delante del armario, y la abuela hizo lo mismo que Hugo había hecho a la tarde, la puerta se abrió, nos dirigimos hacia las escaleras, fuimos bajando hasta llegar a la planta 10 , fuimos a mano derecha la abuela abrió una puerta blanca y entramos, era una habitación grande con la misma decoración a mi cuarto, no había cama pero si una televisión panorámica, y unos sofás grandes a mano izquierda, al otro lado de la habitación había una gran mesa, con una estantería de libros detrás de ella, se notaba que los libros eran muy antiguos se diferenciaba por el aspecto que tenían; la abuela se sentó en el sofá.
- melisa, siéntate aquí conmigo, tengo que contarte algo muy importante, antes de que lleguen los demás.-dijo mientras daba unas leves palmaditas al sofá, señalando donde quería que me sentara, me senté.
- abuela, ¿Quiénes tienen que llegar? Y que me tienes que contar.
- melisa, te dije que te diría todo a su tiempo, y así lo are; tienes que saber todo, ya perteneces a la orden y hay cosas que deberías saber, nunca se le ha dicho a nadie antes de un año, pero tal y como se están pasando las cosas, lo mejor será que lo sepas cuanto antes.
- abuela, me estas asustando-empecé a inquietarme, no me gustaba la cara de mi abuela, parecía muy preocupada y se veía que todo no iba bien y Hugo no había aparecido en toda la noche.
- Melisa, escúchame atentamente y si tienes alguna pregunta te la responderé después ¿entendido?
- si, empieza abuela me tienes en ascuas- me estaba empezando a preocupar, temía que le hubiera pasado algo a Hugo.
- la orden esta formada por los miembros de nuestra familia y de este pueblo, que al cabo de los años, se unieron unos con otros así formándose como una gran familia, como recordaras te dije que el primer miembro de la familia fue miguel, el señor y dueño de esta casa, y años después se enamoro de nuestras tatarabuela y la transformo a ella también, en esta historia hay una cosa muy importante es que la noche de la transformación de Miguel, quien le transformo fue Rutilio el señor que apareció en la casa días después, te preguntaras ¿Por qué?-yo asentí con la cabeza- resulta que Rutilio era familia de miguel, pero el no lo sabia; le transformo por que ese era su destino debido a que vivía en esta casa y tenia que aguardar el secreto de la casa- respiro hondo- ese secreto te lo desvelare esta noche pero has de prométeme que jamás se lo dirás a nadie, pondrías muchas vidas en juego-mi abuela me miro , yo no sabia como reaccionar , no entendía nada, resulta que la casa era muy especial; me estaba perdiendo.
- te lo prometo, no diré nada.-dije rotundamente, y muy seria.
- el secreto que guarda esta casa, es muy sencillo, como te habrás fijado debajo de esta casa tenemos varias plantas por debajo de la casa, en total consta de 20 plantas, en la planta 20 esta la puerta, que esconde la casa, fue construida hace siglos-no aguante mas y dije
- abuela, ¿Qué hay en esa puerta?
- Melisa, en que habíamos quedado.
- lo siento, sigue por favor
- muy bien, esa puerta es la entrada a otro mundo, en la que vivimos nosotros los vampiros, pero no somos vampiros corrientes chupa sangres, tenemos dones, los cuales son otorgados antes de nuestra transformación, cada miembro de la orden se lo otorgar cuando el consejo lo decide- ella me cogió de la mano- cariño esos poderes, se los han dado esta noche a Hugo era su deber, pero…
- ¡abuela! ¿Qué le ha pasado a Hugo? Contesta- empecé a temblar y a llorar. Ella me cogió en brazos.
- tranquila el esta bien, solo que no podrás verlo en días, solo es eso, ahora vendrán todos y te seguiremos explicando.- en ese instante llegaron, mi hermano y mi abuelo, y detrás, mi padre junto a los amigos de Hugo.
- Juan –empecé a llorar- quiero ver a Hugo
- melisa eso no puede ser; lo veras dentro de 3 días.
- pero ¿Por qué?, el nunca me haría daño- apreté los puños y chille- ¡QUIERO VERLO AHORA! –seguía llorando pero ahora no tenia miedo, sino me sentía mas fuerte.
- hija, no puede ser, así son las normas- dijo mi padre amarrándome de los hombros, yo seguía encima de la abuela, con los puños cerrados.
- papa, ¿Por qué? quiero verlo, el me dijo que vendría en un rato y ese rato pasado, me estáis mintiendo, se que algo le a pasado y no queréis decírmelo- dije llorando mirando a mi padre, mire en toda la habitación, estaba Selene, eso era su hermana ella me lo diría todo.
- Selene tu debes saber donde esta tu hermano, dímelo necesito verle solo eso, saber que esta bien, y luego ya esta no me opondré a nada-Selene tenia una mirada, inexpresiva, pero estaba nerviosa se le notaba.
- melisa, cariño haznos caso, y espera los 3 días será lo mejor para todos, solo eso.-le dijo su abuelo con una tierna sonrisa, muy amablemente.
- abuelo, tu también, podrías apoyarme.
- melisa querida, podrías acceder un poco a lo que quiere nuestra nieta-dijo mi abuelo mirando a su mujer.
- Peter, conoces las normas.
- si así es, pero las normas dicen que no puede ver a nadie que no sea del consejo, durante los próximos 3 días no que no puedan hablar-el abuelo después de decir todo le me guiño un ojo.
- Juan, trae un móvil-mi hermano se fue de la habitación- muy bien melisa, hablaras con el, solo le dirás hola y como estas y cortaras la conversación, nada mas, ¿de acuerdo? Es lo único que puedo hacer, así nos estamos arriesgando mucho.
- si, abuela – pare de llorar y abracé a mi abuela lo mas fuerte posible, aunque parecía que abrazaba a una piedra, me dirigí a donde mi abuela y le di un beso y un abrazo, al rato vino mi hermano y le tendió el móvil a la abuela, ella marco un numero.

- José, soy Melisa pon al teléfono a Hugo quiero hablar con el- la abuela espero un momento -Hugo, soy yo, te voy a poner con mi nieta, no digas nada, solo contestas y ya esta, y que no se note que hablas con mi nieta, sino estamos perdidos- la abuela me tendió el teléfono- recuerda lo acordado.
- ¿Hugo?
- Si
- ¿estas bien peke?
- si lo estoy
- vale, en 3 días nos vemos.
- hasta entonces-colgó

Me fui a donde mi padre, y le abrace.
- papa-empecé a llorar
- melisa, todo esta bien ten paciencia, unos días y ya estarás con el.-me decía mientras me acariciaba el cabello.
- señor-dijo Selene dirigiéndose a mi padre
- dime Selene
- Melisa, se ve algo cansada, creo que es mejor que descanse.
- si Selene, acompáñala a su habitación.
- si señor, me quedare con ella por si necesita algo mas.
- hija ve con Selene a descansar
- si papa, buenas noches a todos.- salimos de la habitación, Selene me cogió de un brazo y fuimos arriba pero esta vez no salimos por el mismo sitio que habíamos entrado, sino que nos dirigimos a mano derecha y llegamos a una puerta roja, con una luna creciente y arriba de ella se posaba una estrella. Alzo su mano y la poso en la estrella, y una puerta se abrió y entramos, era un ascensor.
- ¿A dónde vamos?
- a tu habitación, no querrás subir andando-me di cuenta que había bajado 10 pisos, bajar es fácil, pero subir ya es otra cosa.
- Selene, ¿tu hermano te dijo algo de mí?
- no- Entramos en mi habitación, cogí en pijama y me fui al baño a ponérmelo, salí del baño y estaba Selene en mi cama sentada, esperándome.
- tengo más pijamas, ¿si quieres? -dije mientras me dirigía al armario y sacaba uno, se lo tendí.
- gracias-fue al baño, al momento salio con su ropa en la mano, y la coloco en una silla- melisa, no he sido del todo sincera contigo.
- ¿pues?, ¿Por qué dices eso?
- es que mi hermano al enterarse de lo que iba a pasar, escribió una nota, y se la dio a tu hermano y le dijo que te la diera y como tu hermano no podía dártela delante de todos, me la dio a mi para que te la diera- respiro hondo y sonrió- por eso me ofrecí a llevarte a la habitación.
- gracias, ¿Dónde esta…? -no me dio tiempo a terminar la frase.
- aquí la tienes- me la dio

Hola pekeñaja:

Se que te dije que iba ir en un rato, que me esperases; pero las cosas se han complicado, me ha surgido un imprevisto en unos días no podré estar contigo, así que no te vayas enfadar; si puedo, te llamare, te quiero eso no olvides.

PDT: mira en el cajón de tu mesilla derecha, quería haberte lo dado esta noche. Te quiero, cuídate.

Hugo

Después de leer la carta, comencé a llorar, melisa se acerco a mí y me abrazo.
- estará bien, yo ya pase por ello, y no me paso nada, es un poco duro, depende del poder que te otorguen, pero generalmente es soportable.
- Si pero, que a pasado con Hugo ¿por que esta vez es distinto?
- No lo se, sinceramente; lo único que se, es que te lo tenían que contar por que tu eres su novia.
- Solo eso, por ser su novia.
- Si eso es lo que dijeron- dijo mientras se sentaba en la cama.
- Y ¿cual es tu don? –sentía curiosidad, y no me corte al preguntar, lo dije directamente sin meditar.
- Es sencillo, puedo tele trasportarme en donde yo quiera.
- ¿Qué puedes que? ¿estas de coña?
- No, es cierto.
- No te creo, esto cada vez parece mas una casa de locos-dije poniéndome las manos en la cabeza, iba a volverme loca.
- Melisa, de verdad no te miento; si quieres, te lo demuestro.
- ¿ahora?
- Si, ¿Dónde quieres que te lleve?- pensé en mi habitación de Vitoria.
- ¿podrías llevarme a mi habitación de Vitoria?
- Si, ya se cual es.
- Si y ¿como lo sabes?
- Bueno- sonrió- visito a tu hermano, de vez encunado.
- Jajaja, definitivamente me estoy volviendo loca.
- No, no estas loca, esta familia es de locos; pero me gusta.
- A mi también- ella me cogió de la mano, y cerré los ojos, al momento, sentí la mano de Selene en mi cara.
- Ya estamos aquí, es esta ¿verdad?
- Guau! Si es esta- dije muy alegre, no me había dado cuenta de cuanto echaba de menos mi casa- Selene, pellízcame.
- ¿seguro?-dijo dubitativa, yo asentí y ella sonrió, y me pellizco.
- ¡Hay! Eso duele, en fin, Melisa, puedo coger algo para llevarme.
- Si coge lo que quieras- fui a mi armario, y anduve revolviendo, y lo encontré, era mi llave de la suerte, me la había regalado mi padre cuando tenia 14 años, me dijo que esa llave era la que habría la puerta de mi corazón y que solo se la regalase a aquella persona que yo amase de verdad, y que mientras tanto la guardara.-ya esta , lo encontré ¿Cuándo quieras?- me cogió de la mano y cerré los ojos; ya estábamos otra vez en la habitación de Litado.
- Melisa deberíamos dormir mañana será un día muy largo.
- Si , pero antes tengo que hacer algo.- abrí , fui a la mesilla derecha, abrí el cajón y había una caja blanca con una lazada, dorada, saque del cajón y la abrí, era una llave igual que la mía dorada con el asa en forma de corazón, lo único que se diferenciaba de la mía era que la de el tenia una piedra roja y la mía un diamantito, justo debajo del corazón del asa; pasando dentro del corazón de la llave había una cadena dorada; me había regalado su llave, no me lo podía creer; era su forma de decirme que me quería de verdad.
- ¡Felicidades!; no tenia ni idea de que mi hermano, te la fuera a regalar, me alegro que se a ti de verdad.- una lagrima recorrió mi cara-no llores, pronto estará aquí; pontéela, lo manda la tradición, sino te la cuelgas significara que no le amas.
- Sabia algo de la historia de la llave, le dije mientras sacaba la otra llave del bolsillo y se la mostraba.
- ¡Vaya! así que tú también se la vas a dar.
- Si, creí que era la única que la tenia, mi padre cuando cumplí los 14 años y me dijo que se la diera solo aquella persona que yo amara de verdad.
- Si así es, es una historia del pueblo, se dice que en señal de amor, Miguel, el dueño de esta casa le dio la llave de esta casa a melisa.
- No esa parte de la historia, no me la sabia- entiendo por que mi padre lo había omitido.
- ¿dormimos? Es que tengo mucho sueño-dijo bostezando.
- Si- cogí a cadena y me la coloque en el cuello, me eché en la cama y me acurruque, aferrándome a la llave y me quede dormida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario