lunes, 27 de julio de 2009

CAPITULO 18 – VUELTA A CASA

Había pasado los días, y entre los entrenamientos y los ratos que pasaba con los chicos e Itxaso se me hicieron mas cortos, cuando estaba a solas con Eneko no quería que el tiempo corriera, pero el tiempo es muy caprichoso y hace lo que siempre quiere, además ya tenia casi todos mis poderes en raya, bueno el de las visiones no lo llevaba muy bien pero se hacia lo que se podía, Raúl decía que había adelantado mucho, pero yo no estaba muy segura; ya faltaba un día y tenia que volver a casa; Marcos, Raúl e Itxaso ya habían vuelto hacia dos días, para no levantar sospechas, Eneko se pasaba unas horas de aquí para allí para que no se notara su ausencia, aunque no se separo ni una noche de dejarme dormir sola; metimos todas las maletas en el coche incluido, mi vestido con las sandalias, mas tarde ya sabría yo como le explicaría yo a mi madre como lo había comprado, Eneko me cogió fuertemente la mano y aparecimos enfrente de un bar de carretera.
 ¿Dónde estamos?
 a unos 20 minutos de casa, ahora te toca conducir.
 jo, ¿tanto?-dije quejándome.
 si, y no intentes hacer trampas, podrían estar vigilando.
 esta bien-decía mientras arrancaba el coche-Eneko, e estado pensando y no se como decirle a mi madre lo del vestido.
 no se lo digas.
 si ya, y mi madre es tonta-dije algo alterada mientras conducía.
 mmm, me lo llevare yo a casa y esta tarde me pasare por tu casa a regalártelo.
 Eneko
 ¿Qué? se te ocurre algo mejor.
 no, ¿pero no va a resultar algo extraño?
 no tiene por que, mi madre conoce a todas las diseñadoras de la alta costura, le diré a mi madre que te lo compre y ya esta.
 vale, pues asegurate que tu madre se entere antes que la mía y que hable con ella, así no le pillara tan de sopetón.
 no es mala idea- y se callo, durante el resto del viaje, permanecimos cayados; estábamos llegando a la urbanización y comencé a temblar, Eneko se dio cuenta.
 ¿Qué pasa?-dijo alarmado.
 que vamos hacer ahora, yo quiero decirle a mi padre que estoy contigo.
 a mi también me gustaría, pero esta misma tarde hablaras con Hugo y aclararas las cosas.
 ¿hablar? Pero si me apetece retorcerle ese cuello…
 calma, harás como si nada, hablaras con el y le dejaras, que esa es tu decisión.
 y si me pregunta por ti.
 le dices que ya no es asunto suyo.
 ¿pero?-pare el coche
 calma, ahora llegas a casa, hablas con tu madre y vas al despacho de tu padre hablas un rato con el y le dices que te has aclarado y que lo vas a dejar con Hugo.
 ¿pero no sonara un tanto raro, que le diga que tú y yo estamos juntos?
 no va sonar porque no se lo vas a decir.
 ¿pero que dices? Yo quiero decírselo.
 Mel, todavía no, espera a mañana en el cumpleaños lo haremos oficial, ¿te parece buena idea?-dijo sonriendo
 si- y sonreí, y me acorde de Lorena, Juncal y Paula; me moría por ver sus caras cuando lo anunciásemos.
 ¿en que estas pensando para que aparezca esa sonrisa?
 en ver mañana las caras de las chicas cuando se enteren de que tu y yo, jajaja, ¿te las imaginas?
 yo en realidad no, pero las caras de Jose e Iñaki, si, y bueno la de tu hermano…
 tu tranquilo por mi hermano, de eso ya me encargo yo.-Eneko me dio un beso.
 será mejor que me baje aquí, así no nos verán juntos- dijo bajándose del coche.
 hasta luego bichito.
 hasta luego preciosa-cerro la puerta del coche abrió el maletero y desapareció, yo arranque el coche y me dirigí a mi casa, di al botón de abrir la cochera, aparque el coche, cogí la maleta y entre en casa.
 ¡HOLA! ¿HAY ALGUIEN?
 ¿MEL?-era mi madre.
 MAMA, SOY YO TU HIJA PRODIGA.-en ese instante apareció mi madre en el hall de la casa, vino a mi y me abrazo.
 ¡OH! Estas bien cariño.
 si mama, estoy bien.
 mírate estas más delgada, anda vamos a la cocina seguro que ni has desayunado.
 no mama.
 lo ves, no me extraña- fuimos a la cocina y mi madre me preparo un bocadillo de jamón y un vaso de leche.
 mama-tenia que decirle que ya no estaba con Hugo,
¿pero como?
 si cariño, mmm por esa cara me hace pensar que es grave.- se acerco a mi me cogió de la mano- dime, que te preocupa.
 papa te contó por que…-respire hondo- me fui tan de repente.
 algo, me dijo como que habías discutido con Hugo y..-se cayo.
 ¿y?-le mire a los ojos, mi madre me conocía muy bien, pero yo a ella también y sabia que me escondía algo.-¡mama!
 ¿lo has dejado con Hugo?-yo me sorprendí, no me esperaba esa pregunta para nada.
 si mama, bueno técnicamente el todavía no lo sabe, pero si lo hemos dejado.
 hay hija-me abrazo-¿estas bien cariño?
 si mama, pero…
 lo sabía, en estas cosas siempre hay un pero.
 mama, será mejor que te sientes por que cuando lo sepas igual te caes.-mi madre se sentó.
 venga díMelo, ¿Cuál es ese pero?
 me he enamorado.
 ¿Cómo? Tu no estabas…-se cayo.
 mama, lo de Hugo ha sido un capricho de verano, pero lo de ahora no.- lo dije muy convincente, en vez de decirle Hugo es un desgraciado que nos a engañado a todos.
 y como se llama ese misterioso chico.
 Eneko- no quise decir nada mas, mi madre se quedo como una estatua.
 ¿Eneko? ¿nuestro Eneko?
 si
 Eneko, el que no paráis de chincharos el uno al otro, el que refunfuñas cada vez que te digo que tenéis que celebrar los cumpleaños juntos.
 si mama, Eneko.
 si al final va a ser cierto ese refrán que dice “los que se pelean, se desean”.
 mama- me puse roja, vi la cara de mi madre y no me gusto un pelo, sabia lo que significaba iba a empezar un interrogatorio.
 Melisa, el lo sabe.
 si, bueno mas o menos.
 ¿Cómo que más o menos?
 mama, podemos hablar de eso mas tarde.
 si cariño, pero una cosa, ¿Vale? Una sola cosa más.
 una mama.
 ¿sois novios?-me quede quieta y empecé a ponerme roja como un tomate, mi madre me miraba” ¡DIOS POR QUE ME TIENE QUE CONOCER TAN BIEN!” pensé para mi.
 te lo digo solo si me prometes no decir nada.
 vale- fui a contestar cuando escuche el teléfono de casa sonar.”bien, salvada por la campana” me levante de la silla, pero fue en vano-un momento señorita todavía me debes una respuesta, así que quédate hay- mi madre cogió el teléfono, yo me quede en la silla derrotada, esta vez no me iba a escapar de una de las charlas de mi madre.-¿Si?-agudice el oído pero sabia muy bien quien era-hola Marga, tranquila pasaros sobre las cuatro de la tarde, a esa hora me parece bien; hasta luego.-colgó el teléfono, así que era ahora o nunca, le diría un si rápido y me iría.
 mama, si somos novios y no se lo hemos dicho a nadie, así que eres la primera en saberlo.
 ¡OH cariño! Felicidades, me alegra tanto oír eso.-vino y me abrazo.
 mama, ¿Quién ha llamado?
 mi consuegra- empezó a reírse.
 mama no te rías.
 perdona hija, pero son tantos años viendo como no os soportabais y ahora, jajaja- le mire con cara seria- vale, vale, me callo; esta tarde van a venir Marga y Eneko.
 ¿para que?-dije intentando parecer alarmada.
 eso ya no puedo decírtelo jovencita, tendrás que esperar a las cuatro.
 vale, como veo que no me vas a decir nada me voy a hablar con mi padre.-me levante de la silla.
 esta en el despacho, como sabia que volvías hoy.
 hasta luego mama- Salí de la cocina y me dirigí al despacho de mi padre, mi madre había sido muy fácil pero mi padre era arena de otro costado; llegue a la puerta del despacho y llame, una voz de desde dentro dijo.
 adelante- era la inconfundible voz de mi padre, yo abrí la puerta y entre.
 papa soy yo- dije mientras entraba, para mi sorpresa mi padre no estaba trabajando, estaba sentado en su silla pero con las manos cruzadas y con un gesto de la cara irreconocible.
 siéntate Melisa-dijo un tanto seco, esa no era precisamente la bienvenida que esperaba.
 ¿Qué pasa papa?-dije un tanto alarmada, mientras me sentaba en la silla.
 díMelo tú-dijo con el tono de voz más cabreado.
 papa, soy yo o me he perdido algo.
 no cariño, no te has perdido nada.
 ¿entonces?
 Melisa, hija… haber como digo yo esto.-dijo levantándose de la silla.
 papa, me estas preocupando ¿ha pasado algo?
 no, no es eso.
 habla, ¿Qué pasa?
 vas a ser totalmente sincera conmigo.
 si- pero en el instante que lo dije me arrepentí, y pensé en Eneko, mi padre se había sentado al lado mío, en la otra silla.
 Mel, e escuchado un poco de la conversación entre tu madre y tu.
 Papa, viendo que ya lo sabes me ahorrare el decírtelo todo de nuevo.
 si bueno, no es que no me alegre que te hayas aclarado, pero hay algo que no me ha gustado nada.
 ¿Qué papa?
 tienes que hablar con Hugo, y dejar todo claro; Eneko me cae bien pero no puedes estar con dos a la vez.
 papa, yo…
 Mel
 vale lo llamare ahora y hablare con el, ¿contento?-dije levantándome de la silla.
 si por ese punto si.
 ¿pero hay más?
 por supuesto que hay mas, Mel soy tu padre y se todo; y hay una cosa que me a inquietado bastante.-yo comencé a ponerme nerviosa.
 ¿el que?
 tus poderes-yo me quede helada.
 ¿Qué les pasa a mis poderes?
 no se, parece como si los hubieras ejercitado.
 si, eso he hecho y también he estado estudiando del libro.
 mmm, parece que te han cundido estas semanas.
 se podría decir-dije sonriendo.
 cariño-dijo cogiéndome de la mano-hay algo mas que quieras contarme.
 no, creo que ya lo sabes todo- dije lo mas segura que pude con una sonrisa, no me hacia gracia mentirle; pero no era el momento para sincerarme totalmente.
 bien, pero Melisa si necesitas que hablemos de algo, ya sabes donde estoy.
 si papa, ¿pareces que no te alegras de verme?
 claro que me alegro, pero…
 vale papa, que tal si me das un abrazo y un beso.- el me cogió y me sentó en sus rodillas, exactamente igual que cuando tenia 4 años y me contaba cuentos- ¿tu estas bien?
 si papa, por fin me he quitado la venda de los ojos.-mi padre comenzó a reírse.
 hay cariño, el amor es una venda en los ojos, nunca se quita mientras amas.
 papa yo… mira que Hugo fue un amor de verano, pero Eneko es…
 ¿distinto?-dijo el en tono guasón.
 eso es papa, y no te rías de el.
 no me río de el, si para mi es como un hijo, se a pasado mas tiempo aquí contigo en casa que casi es como un hijo mío.
 me alegro, pero tengo un problema.
 cual cariño.
 Juan, no se como se lo va a tomar y Selene.
 Mel, tu hermano te quiere y en cuanto a Selene tranquila seguro que hace lo correcto.-le di un beso.
 gracias papa, siempre sabes que decirme- le di un abrazo-papa voy a llamar a Hugo cuanto antes hable con el mejor.
 si cariño, yo estaré aquí esperando ¿vale?
 si en cuanto haya hablado con el, bajo y te digo.
 vale- Salí del despacho y saque el móvil y marque el número de Hugo, un tono, dos …
 hola pequeñaja
 hola Hugo, ya estoy en casa ¿podrías venir?
 si, ¿en tu cuarto?
 si
 hasta ahora.-colgué; automáticamente le mande un mensaje a Eneko.

YA VOY A HABLAR CON HUGO, ESTARE CON EL EN MI CUARTO.
BESOS TK

Fui hacia mi habitación con la maletas en la mano, las deje delante de la puerta y abrí la puerta, hay estaba todo tal y como lo deje la vez anterior, metí una a una cada maleta y cerré la puerta, pero cuando cerré la puerta del todo me quede petrificada, detrás de la puerta estaba Hugo.
 perdona yo no quise asustarte- pero mi cara no podía era un poema de terror.
 tranquilo se me pasara, pero deja de hacer eso-dije refunfuñada.
 te he echado tanto de menos- dijo acercándose a mi e intentar abrazarme, pero yo le rechacé.-¿Qué pasa?-puso cara de perplejidad y miedo.
 tenemos que hablar.
 si eso esta claro.
 Hugo no se como decir esto, sin hacer daño.
 tu me dirás, sea lo que sea podremos afrontarlo juntos.
 Hugo para ya, no hay ningún juntos-dije un tanto exasperada.
 ¿Por qué dices eso?
 por que es la verdad, Hugo yo no te quiero.
 ¿pero que dices?-dijo con cara de alelado.
 lo que has oído, no te quiero; no te voy a mentir y hacerte daño.
 Mel, piénsalo bien; te has ido dos semanas y has estado pensando, eso es; necesitas mas tiempo ¿no es así?
 ¡no! Hugo creeme que lo siento- mientras le decía esto, mi mente imaginaba como con cada palabra le estaba clavando un cuchillo en su cuerpo.- pero yo quiero a otra persona.
 no puede ser, nosotros nos queremos tú y yo bueno, esto…-dijo sacando su colgante de la llave.
 gracias por recordármelo- cogí el que el me regalo y me lo quite del cuello, al hacerlo sentí un gran alivio.
 ¿Qué haces?-dijo con un tono de voz desesperada.
 devolvértela no tiene caso, yo no te quiero, no como este colgante simboliza.-dije tendiéndoselo.
 Mel, yo te quiero.- yo me tense.
 Hugo no lo hagas mas difícil, si no te importa desearía que me devolvieras mi llame.
 Mel, estas realmente segura.
 si totalmente, no te niego que fue bonito mientras duro, pero estas cosas pasan.
 yo no puedo obligarte a quererme, toma ¿si es lo que deseas?-dijo tendiéndome el colgante que le regale.
 gracias-cogí el colgante y a su vez yo le di el suyo.
 Mel, ¿hay otro chico?
 Hugo, no tiene caso que hablemos de ello.-dije con tono indiferente.
 pero yo quiero saber-dijo con voz mas tranquila, pero se notaba su impaciencia.
 Hugo, no tengo por que darte explicaciones; así que no hagas de esto un drama.
 lo siento, Melisa…
 ¿si?
 crees, que… ¿podríamos ser amigos?
 Hugo, creo que necesitamos tiempo así que… el tiempo lo dirá.-dije con una sonrisa, aunque por dentro estaba con ganas de estrangularlo.
 Melisa, podrías hacer algo por mi- eso me pillo desprevenida.
 si dime.
 podría darte un ultimo beso de despedida- dijo cogiéndome de una mano.
 no creo que sea buena idea
 hazlo aunque sea por lo que hemos pasado.
 Hugo, esto nos haría mas daño, respétame.
 lo entiendo, una cosa mas- el espero a que yo respondiera, pero lo único que hice fue asentir- vas a venir a Zaragoza a estudiar.
 no lo se, no he pensado en ello- se me había olvidado, que había solicitado, para estudiar en Zaragoza.
 bueno, pensare que en un futuro habrá un posibilidad.
 claro quien sabe.- dije para tenerlo ahora como yo quería confiando en mi.
 pues entonces, esto es un hasta luego.
 tal vez, Hugo si me disculpas me gustaría descansar un poco.
 si perdona, que descanses-dijo y me dio un beso en la mejilla y desapareció, en ese instante me restregué la mejilla que me había besado y me lave las manos.
 (Eneko)
 si preciosa-dijo apareciendo en mi habitación a mi lado, me agarro de la cintura.
 ya he hablado con el.
 lo se
 ¿todo lo que he dicho?
 si, estaba en tu cuarto de baño.
 pero…
 no podía correr el riesgo, el no se a dado cuenta; estaba demasiado concentrado en que tu volvieras con el.
 vale, por cierto que hora es.
 las 3
 a las 4 vais a venir tu y tu madre así que, voy a ducharme y a dormir un ratillo.
 me parece bien, si quieres me puedo quedar contigo.
 Eneko, ve a tu casa y estate con tu madre que no note nada.- me dio un beso en lo labios, rápido pero intenso; me estremecí y me puse roja, no me lo esperaba.
 Eneko, aunque pensándolo bien, quédate bichito-dije rodeándole con mis brazos su cuello y besándolo apasionadamente.
 no, tengo que irme; tu descansa y ve a comer.- me dio otro beso, y se acerco a mi oído- mis padres ya saben que eres mi novia.
 los míos también dije acercándome a su oído.
 te quiero- me soltó y desapareció.

Después de ducharme baje escaleras abajo y fui al despacho de mi padre y le comente lo sucedido, el sonrió y me dijo que hablaría con el, yo se lo agradecí, y me fui; me dirigí hacia la cocina, no tenia mucha hambre pero ya eran las 3:30 y quedaba poco para que viniera Eneko.
 ¿nerviosa?
 no-dije mientras bebía un baso de leche fría.
 como no quieres comer nada.
 es que no me entra nada, ya lo siento mama.
 lo dicho nervios- dijo ella, puse los ojos en blanco; ya quedaban menos de 2 minutos para las cuatro cuando sonó el timbre.
 Eneko-dije pegando un salto de la silla.
 quédate hay, se supone que no sabes nada, así que permanece en tu silla y haz como sino supieras nada.
 mama, pero sino se nada.-mi madre se dirigió a la puerta y abrió, al momento tenia en la cocina a Eneko y a Marga.
 hola-dije a todas, y mirando a Eneko y me puse roja, por que el vino a darme un beso pero se detuvo vi que estaba, también como yo rojo.
 hola cariño-dijo marga dándome dos besos y un abrazo.
 ¿Qué hacéis aquí?-dije amablente.
 Eneko…-dijo marga.
 a si mama, toma te he comprado esto.
 ¿para mi?-dije mirando las bolsas, una sonrisa aparecio en mi cara.
 si ábrelo-dijo Eneko, yo abrí con sumo cuidado las cajas, en una había un par de zapatos y en la otra mi vestido.
 me encanta, muchas gracias-dije colocando, cada cosa en su caja y le di un beso en los labios a Eneko, corto pero sin pensar que había mas gente que nosotros dos, entonces fue cuando mire a mi madre y a Marga que estaban con una sonrisa cada una en su cara de triunfo.
 Marga será mejor que les dejemos solos ¿no crees?
 ¡MAMA!
 si se me ha olvidado algo en el coche-dijo Marga mientras tiraba de mi madre, así desaparecían las dos por la puerta de la cocina.
 cualquiera diría que no quieres quedarte a solas conmigo.
 ¡OH! Eneko, no digas tonterías-dije enfurruñada.
 que te pasa.
 nada, solo que me exaspera ver a tu madre y a la mía, hay-dije mientras juntaba los dedos índice- haciendo de las suyas, ¿has visto sus caras?
 si, y no es para tanto-me cogió de la cintura y me acerco a el
 además, déjalas que se diviertan, se lo merecen.-dijo sonriendo y dándome un beso en la frente, yo le sonreí.
 tienes razón.
 lose, siempre la tengo-dijo con un aire de triunfador.
 ¡Eneko!-dije dándole un manotazo en el pecho.
 vale, algunas veces tú la tienes- dijo riéndose, yo le di otra y el seguía riéndose.
 ¿te hace risa esto?-dije mientras le daba otra.
 si mucho.
 lo ves Ruth, estos dos no cambian-dijo Marga mientras entraba por la puerta con mi madre, mirándonos y sonriendo; me fije que ella traía en su mano otra caja pequeña.
 Mama ¿Qué traes hay?-dijo Eneko mirando a su madre, por su cara parecía que realmente no sabia nada.
 ahora lo veras, toma Melisa este es mi regalo de selectividad, yo quería que lo tuvieses tu.-dijo tendiéndome una caja roja de terciopelo, la cogí y la abrí.
 yo…-solo yo veía lo que había dentro de esa caja-Marga yo no puedo…-la cara de Marga, tenia una alegría interior; yo no sabia como decirle que no podía aceptar lo que me regalaba.
 si puedes, Ruth díselo-dijo mirando a mi madre
 cariño, que es lo que no te gusta.
 mama me encanta, pero…-mire otra vez lo que había en el interior de la caja, era un brazalete de oro blanco tallado en el el mismo ángel, que yo llevaba colgado en el cuello, sabia que esto no era un simple regalo.
 hija-mi madre se acerco, y saco mi collar de ángel fuera de mi pecho-mira, no te has dado cuenta que va a juego con tu colgante- dijo mientras yo intentaba quitar mi miedo, la madre de Eneko sabría ya que yo había aceptado.
 es verdad, no me había dado cuenta-mire a Marga- gracias, me gusta mucho, mañana me la pondré ¿si te parece bien?
 si, me parece perfecto-dijo sonriendo.
 Mel, cariño, Marga y yo hemos pensado que mañana queríamos ir de tiendas antes de la cena.
 mama a donde quieres ir a parar-sabia que algo estaban tramando, mi madre y Marga no paraban de lanzarse miradas de complicidad.
 te hemos reservado hora, para peluquería y esteticista.
 a que hora.
 tienes desde las 2 hasta las 7.
 mama la fiesta comienza a las 8.
 te dará tiempo-dijo Marga.
 pero no podré ayudar en nada-dije refunfuñando.
 no tienes que ayudar en nada-dijo mi madre- es tu día, así que será mejor que Eneko y tu aprovechéis la tarde, por que mañana poco os veréis hasta la noche.
 Marga, mama, podría venir mañana conmigo Itxaso.
 si, para ella también he reservado hora-dijo Marga-ira contigo.
 gracias, bueno nosotros no vamos.-dije cogiéndole de la mano a Eneko y tirándole fuera de la habitación.
 hasta luego mama, Ruth.
 pasarlo bien-dijeron las dos, y salimos fuera de casa.
 te gustado el regalo de mi madre- me dijo Eneko señalando la caja.
 si mucho, pero espera aquí un momento lo dejare en mi cuarto- entre de nuevo en la casa y me dirigí hacia mi habitación al abrir la puerta encontré a mi hermano sentado en mi cama-¿Qué haces aquí?-dije asustada.
 tenemos que hablar hermanita.
 ¿De que?
 no se, tu que crees…mmm…de Hugo o de tu nuevo novio Eneko.
 mira Juan, metete en tus asuntos que en los míos me valgo yo sola.
 Melisa, veras Hugo esta muy mal, yo creía que tu le querías.
 si, lo has dicho bien le quería.
 ¿Cómo puedes ser así?
 Así ¿Cómo?
 tan mezquina, primero os enamoráis y de la noche a la mañana tu te largas y desapareces y al volver lo dejas,¿te parece normal?
 mira Juan, lo primero no soy ninguna mezquina, lo segundo no tengo por que darte explicaciones y lo tercero…
 QUE LO TERCERO QUE
 A MI NO ME CHILLES, mira será mejor que nos calmemos, Juan yo no lo quiero, no puedes entender eso, quieres que este con alguien por estar sin amarlo, eso le aria mas daño a la larga, además…-iba a contarle todo, pero no estaba todavía segura de ello.
 Mel- se acerco a mí- perdona por gritarte, pero si lo vieras como esta, esta muy mal Selene quiere hablar contigo y saber que ha pasado.
 no me hagas esto, yo no quiero hablar con nadie, es mi última palabra, no volveré a estar con Hugo.
 pero que ha pasado, por que tan de repente.
 (Mel, trae a tu hermano hacia la puerta, es hora de decirle todo)- era Eneko, yo no sabia si hacerle caso.
 (vale ahora lo llevo)Juan acompáñame, creo deberías saber un par de cosas antes de juzgar.
 a donde vamos.
 confía en tu hermana un poquito.
 puedo llamar a Selene.
 Juan no se si deberíamos… (Eneko que hago, le digo que la traiga).
 (si)
 si, llámala- al momento apareció Selene, tenia lagrimas en los ojos.
 ¡OH! Melisa ¿Cómo estas? Yo no te voy a apabullar con lo de mi hermano, solo quiero saber como estas.
 bien, pero démonos prisa.-salimos de mi habitación y bajamos las escaleras y afuera nos esperaba Eneko.
 hola Juan
 hola Eneko-dijo mi hermano con desgana.
 bueno las presentaciones luego, venga tenemos prisa, vamos al garaje allí no nos vera nadie.-nos dirigimos al garaje.
 Eneko a donde.
 donde siempre- yo cogí la mano de Eneko y la de mi hermano y mi hermano la de Selene, y antes de que mi hermano pudiera decir nada aparecimos dentro de la cabaña.
 ¿Dónde estamos? –dijo mi hermano mirándome, luego pareció darse cuenta de la forma que nos habíamos desplazado y puso cara de susto- ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
 lo primero de todo, calma.-dije mirando a mi hermano a los ojos, se notaba que empezaba a alterase; cogió la mano de Selene y cerro los ojos, desapareció pero en un instante volvió a aparecer.
 Mel, ¿no podemos salir?
 no, estamos bajo un hechizo de protección-dijo Eneko, Selene estaba muy tranquila.
 siéntate -dije señalándole la mesa de al lado de la cocina.
 ¡NO! ¿COMO ES QUE ENEKO SABE DE ENCANTAMIENTOS, Y DESDE CUANDO PUEDES TELE TRASPORTARTE?
 Juan, sentémonos –dijo Selene tirándole de la mano para que se moviera hacia la mesa, lo dudo un momento pero al final mi hermano se dio por vencido y se sentó, los demás hicimos lo mismo.
 bien, espero que tengas una buena explicación.
 la tengo –dije rotundamente, y mas seria de lo que quise.
 si quieres empiezo yo-dijo Eneko cogiéndome de la mano.
 mira Eneko, no tengo nada en contra tuyo pero por sino lo sabias mi hermana se a saltado unas cuantas reglas.
 tu hermana no se a saltado ninguna regla.-dijo Eneko un tanto tenso, pero intentando parecer tranquilo, yo con su mano entrelazada con la mía podía sentir lo tenso que estaba el
 ¿no? Yo diría que si, ¿Por qué sino ibas a saber lo del encantamiento?-dijo mi hermano enfadado.
 haber, calmaros-dijo Selene- Melisa creo que será mejor lo que empieces tu con la historia.
 si será lo mejor, al principio se que no me creeréis, especialmente tu Selene, pero creeme esto me duele.-dije remarcando mas lo ultimo y sonando mi voz débil por la tristeza de la traición, aunque solo hubiese sido mi novio por un tiempo, una traición no deja de ser por ser un rollo de verano.
 me estas asustando-dijo Selene alarmada.
 empieza-dijo mi hermano serio.
 Hugo no es el angelito que todos creemos- dije con retintín la palabra angelito, Selene fue a hablar, pero callo- nos ha estado engañando, a todos empezando por la abuela y terminando por mi.
 no te entiendo-dijo mi hermano.
 haber- no sabia como seguir, si el tema estaba claro pero no había pruebas era mi palabra contra la suya; entonces me acorde de que la prima de Eneko-Eneko, trae una foto de ella-Eneko sonrió y desapareció.
 ¿de quien?
 espera, dame solo unos minutos y lo explicaré todo.
 Mel, soy tu hermano y quiero creer lo que dices, pero por dios es Hugo, ese hombre te quiere.
 ¡JA! Me rió yo como me quiere, de verdad es mejor que no te quiera como me quiere a mi porque sino nos harán un dos por uno en la funeraria.-dije enfadada.
 ¿en la funeraria?-dijo Selene abriendo los ojos-¿Qué pretendes diciendo eso?
 sabia que iba a ocurrir- respire hondo y les mire a los dos- lo siento, pero tu hermano no estaba conmigo porque me quisiera, mejor dicho, si me queria a su modo, ¿sabes como? – en ese momento apareció Eneko a mi lado con un marco.
 ya lo he traído, perdón por tardar pero me encontrado con Marcos ellos vienen ahora.
 ¿ellos?-dijo mi hermano mirando a Eneko.
 si mis hermanos.
 ¿hermanos? Pero si tu solo tienes uno.
 Raúl también es mi hermano, ¿no lo sabias?
 parece ser que me he perdido mucho últimamente, Melisa sigue.
 Eneko dame la foto- el me la dio, y yo la puse en la mesa, mire la cara de Selene y se puso blanca.-¿la conoces?-dije a Selene.
 si ella fue…-dijo Selene.
 ¿la novia de tu hermano?
 si, ¿pero que tiene que ver ella en todo esto?
 mucho, es la prima de Eneko.
 ¿Cómo?-dijo Juan.
 haber, ellos siguen juntos.
 de eso se trata, el te a engañado.-dijo mi hermano.
 si me ha engañado, pero el tenia su propósito- respire hondo-
 haber lo voy a contar todo lo mas rápido posible, pero no me cortéis.
 sigue-dijo Selene, se la veía muy preocupada, me miraba con tristeza, mientras le contaba todo, mi hermano no se inmuto de su sitio y ni hizo un gesto de cara, pero Selene no paraba de abrir los ojos.
 eso es todo, ahora entendéis por que le he dejado, por supuesto el no sabe que nosotros lo sabemos.
 haber que yo me entere, que ese desgraciado, primero quería enamorarte, segundo casarse contigo para después dejarte preñada y tener una hija para después matarte y lo ultimo para rematarla hacerse con el poder de ser el dueño de la casa y así la puerta al otro mundo.
 si-dije mirando a mi hermano estaba muy cabreado.
 Juan calma, esto debe ser un error-dijo Selene que comenzaba a ponerse a llorar.
 no es ningún error-dijo Eneko
 si debe tratarse de eso, el que ha descrito Melisa no es mi hermano para nada- dijo Selene llorando, mi hermano la abrazo.
 tranquila cariño.
 ¿entonces como explicas, que yo sepa que ella es su ex-novia o mejor dicho novia?-dije chillando, yo la comprendía, pero ahora no podía ser blanda.
 yo…-dijo Selene-te creo, pero me duele; es mi hermano.
 Selene, yo te entiendo por eso te dije que serias tu a la que mas le costaría entenderlo.
 Eneko-dijo mi hermano serio-¿Qué hacemos ahora?
 ¿Cómo?-dijo Eneko.
 esta claro que si mi hermana le a dejado el intentara hacer algo, después de todo lo que ha hecho ahora no se va a quedar de brazos cruzados.
 si Juan tiene razón, mi hermano es muy cabezota, cuando quiere algo va a por ello cueste lo que cueste.
 bien, pues esperar-dijo Eneko- no podemos hacer nada mas, nosotros nos turnamos para saber que Melisa esta bien.
 ¿nosotros?-dijo mi hermano.
 si, sus hermanos.
 ellos también.
 si ellos tienen poderes como nosotros, bueno yo tengo uno más.
 si cual, no me lo digas tele trasportarte.
 si
 cuando te lo dieron.
 en estos 15 días.
 papa no me dijo nada.
 es que …
 se lo di yo-dijo Eneko.
 ¿tu?-dijo Selene.
 si, fue por su propia seguridad, eso nos da cierta ventaja.- en ese momento llamaron a la puerta, Eneko la abrió y entraron Itxaso, Raúl y Marcos; nos saludamos y seguimos hablando.
 pero para dar un poder… eso es muy complicado-dijo mi hermano.
 si creeme lo es.
 pusiste la vida de mi hermana en juego.-dijo cabreado
 yo lo acepte, además mi vida lleva en juego mucho tiempo.-Eneko hizo una mueca de dolor.
 chicos-dijo Selene-mí hermano es muy bueno con los hechizos, ahora podría saber todo esto.
 no, imposible-dijo Marcos.
 no es imposible, el es realmente bueno-dijo mi hermano.
 tenemos hechos mas conjuros de lo normal, además ahora el no podría hacer nada, Eneko y Melisa están juntos.
 la profecía se ha cumplido-dijo Selene, parecía que había dicho en voz alta lo que estaba pensando.
 ¿Qué profecía?-le dije a Selene.
 bueno es un cuento que nos contaba tu abuela de pequeña.
 ¿de que cuento hablas?
 haber no me acuerdo muy bien, pero decía algo así como que la desunión de dos hermanos, se volvería a ser unión con el amor de dos descendientes de ellos.
 eso os señala a vosotros dos-dijo mi hermano.
 si eso creo- dijo Eneko- mi abuelo también me lo contaba a mí de pequeño.
 muy bien, por parte de mi familia creo que no tienen nada en contra de que vosotros estéis juntos-dijo marcos- mama esta radiante de felicidad.
 si eso esta muy bien, ¿pero habéis contado con la abuela?-dijo Juan.
 yo también he pensado en eso, tengo miedo de su reacción.-dije yo con miedo.
 haber, la abuela no tiene por que enterarse de que Eneko es descendiente del enemigo.
 Eneko no es el enemigo-dije enfadada.
 Melisa no te enfades, pero Selene tiene razón, si la abuela se entera de quien es descendiente ella lo vera como el enemigo.
 bien pues no tiene por que enterarse.-dijo Itxaso
 mi abuela es muy lista-dijo Juan.
 pero nosotros seremos mas rápidos-dijo Raúl sonriendo.
 ¿Cómo?-dijo Selene.
 haber tenemos que pensar en un plan.-dijo marcos rascándose la cabeza- haber tenemos que saber varias cosas, mañana será vuestro cumpleaños y el puede intentar hacer algo allí.
 mañana íbamos hacer oficial nuestro noviazgo-dijo Eneko.
 por eso-dijo Raúl, el puede reaccionar muy mal.
 si, me temo que si; hoy estaba destrozado y cuando a el no le sale algo bien uff-dijo Selene-haber mi hermano es muy temperamental, así que no es muy metódico, puede reaccionar de cualquier forma.
 esta claro que mañana no podemos dejar sola a Melisa ni un momento.-dijo Raúl.
 chicos, estaré todo el rato con Eneko.
 si pero Eneko tendrá que atender a invitados.
 así que nos turnaremos, de vez en cuando estarás con las chicas y con la excusa de presentárselas a Selene ella ira contigo todo el rato-dijo mi hermano.
 bien, pero ¿y si el monta un escándalo delante de todo el mundo?-dije yo, cabía una posibilidad.
 no lo hará, ese no es el estilo de mi hermano.
 bien, yo me encargare de ella al principio luego la dejare sola con Selene y estará con las chicas, y si se acerca Hugo y dice que le dejes a solas, Selene dirá que no.
 pero…el preguntara el porque-dijo Selene.
 si, pero ahí entrara Melisa diciendo que necesita su espacio que no quiere ir con el.
 vale, y ¿si monta alguna?-dije yo.
 se improvisara según la marcha, lo tenemos todo de nuestro lado, tenemos a su hermana que lo conoce si ella ve algo en su hermano nos lo dirá, y estamos todos nosotros a la mínima Eneko paraliza a todos y nos defendemos.
 bien, pues será mejor que nos vayamos-dijo Raúl.
 vale-mire el reloj eran las 6 de la tarde-chicos quedamos en la piscina a las 6:30 así como si no ocurriera nada ¿Qué os parece?
 ahí estaremos, a las 6:30 –desaparecieron, quedando nosotros cuatro otra vez, cogí de la mano a Juan y a Eneko y mi hermano a Selene y aparecimos en la cochera, gracias a dios no estaba nadie, mi padre no volvía de trabajar hasta las 8.
 Mel, nosotros volvemos a Litago a la noche vendremos a cenar se supone que estamos aquí.
 hasta la noche-dijo Selene me dio dos besos y desaparecieron.

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