lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 15 – LOS HERMANOS DE ENEKO Y YO

Capitulo 15 – LOS HERMANOS DE ENEKO Y YO
Espere mirando el movil, estaba sobre la mesa ya habían pasado cinco minutos y Eneko no aparecía, ya harta de estar sentada me levante y comencé a caminar de un lado a otro de la habitación volví a mirar el reloj y ya llevaba 17 minutos-(Eneko)-solo le dije eso, volví a mirar el reloj y fue cuando escuche.
- deja de mirar el reloj- levante la cabeza, era Eneko, Marcos y Raúl.
- hola chicos.
- hola Mel ¿Cómo estas?-dijo Raúl muy animado.
- mejor que nunca-dije con ironía.
- chicos sentaros-dijo Eneko, me miro a mi- Mel, se lo dices tu o yo.
- prefiero que seas tú, que a mi decir todo otra vez…- empezaba a cabrearme otra vez; Eneko les contó todo, la cara de Marcos y Raúl no tenia precio, no salían de su asombro.
- será cabron-dijo Raúl, levantándose de la silla.
- Raúl calma, tenemos que ser fríos.
- eso es verdad-dije corriendo, Raúl se le veía muy alterado como si quisiera matarlo.
- y yo dándole una oportunidad-dijo Raúl decepcionado.
- eso ya a pasado, ahora tenemos que ver lo que tenemos sobre la mesa.-dijo Eneko.
- chicos, por si no os habéis dado cuenta el sabe que yo se lo vuestro, puede ir a chivarse.
- no lo ara-dijo Marcos.
- como estas tan seguro-dijo Raúl.
- por que no le conviene, si el pastel se descubre a Mel la matan-dijo Marcos.
- o sea que mientras el no se vea descubierto, yo estaré a salvo.
- eso es-dijo Eneko.
- no Eneko, no voy a volver con ese cretino- dije levantándome de la silla.
- yo no digo eso, pero… hazlo por mí.
- Eneko, te quiero y lo sabes, no quiero volver a sentirle ni nada.-
- Eneko se acerco a mí y me cogió de las manos.
- Mel, debes hablar con el, yo estaré hay para protegerte.
- y yo-saltaron Marcos y Raúl, por un momento parecía que
- estábamos solos.
- Eneko, yo te quiero a ti, le diré que e reflexionado y que necesito estar sola un tiempo.
- Mel- Eneko me abrazo- debemos ir con tranquilidad.
- lo se-dije apoyándome en su pecho y cerrando los ojos, en sus brazos, estaba muy tranquila.
- hey, ¿nos hemos perdido algo?-dijo Raúl con una sonrisa picarona.
- no nada-dijo Eneko poniéndose rojo.
- Raúl, creo que nos están mintiendo.-dijo Marcos riéndose
- estoy de acuerdo contigo hermano, ¿Eneko y Mel abrazados? Aquí hay gato encerrado.- seguían riéndose.
- ya vale, callaros-dijo Eneko que seguía rojo, yo no podía hablar estaba tan roja como el.
- ya le decía a Itxaso yo, que los que se pelean se desean y estos dos se han pasado media vida peleándose.- dijo Raúl riéndose.
- Raúl por que no te callas- dijo Eneko queriéndole dar a su hermano, pero el salio corriendo.
- chicos que no tenéis cinco años-dijo Marcos queriendo poner orden.- yo seguía hay, como si estuviera puesta por el ayuntamiento sin moverme, empecé a pensar en todo y en lo vivido con Hugo y algo en mi me dolía, todo lo vivido había sido una farsa.
- Melisa, tu movil esta sonando-dijo Eneko.
- ¿eh? A si- cogí el movil de la mesa y vi quien era- es Hugo, ¿Qué hago?
- cógelo-dijo Raúl, descolgué el teléfono.
- hola pequeñaja ¿Qué haces?
- ahora mismo, me estoy preparando la merienda.
- que te preparas
- frutas y chocolate de hacer, así que voy a poner el manos libres-
- Eneko y Raúl alzaron los pulgares, puse el manos libres- ¿me oyes?
- si, bueno dime; que has hecho hoy.
- nada interesante, e paseado y e comprado algunas cosas; y ¿tu?
- nada esta tarde me e ido de compras, y no e encontrado nada que me guste, pero te he comprado algo.
- a ¿si?
- ya lo veras, es para tu cumpleaños.
- vale, esto Hugo todavía no me e aclarado mucho, el estar hablando contigo ahora me estoy saltando las reglas.
- ¿reglas? De que hablas- parecía sorprendido; Eneko, Raúl y Marcos seguían la conversación muy atentos sin inmutarse.
- si tengo que decidirme por uno de los dos, no puedo hablar contigo tendrías ventaja.
- pero sientes algo por Eneko ¿De verdad?
- eso creo- Eneko hizo con la mano gestos de negación- pero igual que es por que lo conozco desde pequeña y…
- eso da igual peke, tomate tu tiempo yo siempre estaré hay.
- gracias; te tengo que dejar, que se me quema el chocolate.
- besos mi niña.
- besos-dije lo mas disimuladamente posible, en ese momento quería matarlo.
- una cosa más
- dime- Raúl me decía tranquila con las manos.
- que decidas lo que decidas, podremos ser amigos.
- si, claro
- me alegro, adiós.
- adiós.-colgué
- hay que ver la flema que tiene el tío-dijo Marcos.
- le tenías que haber visto en el centro comercial-dijo Eneko-sino le agarro a Mel, lo mata allí mismo.
- no si quieres le da besos-dijo Raúl- yo hubiera hecho lo mismo que Melisa.
- uno que me entiende-dije resoplando.
- yo te entiendo, pero no es lo mas inteligente.
- lose, y ahora que hacemos.
- nada, tu estas de vacaciones-dijo Marcos
- así que Eneko, tu te quedaras con Melisa aquí todas la noches.-dijo Raúl.- por la mañana aremos turnos para que puedas ir a casa, que no te extrañen, no quiero que Mel este sola ni un minuto.
- pero Raúl, si no ven a Eneko en casa dormir se darán cuenta.
- no tiene porque- interrumpió Marcos- mira mejor esto.
- miedo me das-dijo Eneko.
- escúchame y luego juzgas, que siempre haces lo mismo.
- di tu idea-dijo Raúl.
- mira a mama le decimos que queremos pasar unos días juntos, ir al monte y eso en familia.
- si claro y que nos traemos aquí a todos-dijo Eneko.
- no, haber nos vamos nosotros tres; las chicas lo entenderán; a Itxaso la traeremos aquí todas las tardes, así Melisa podrá tener un poco de contacto femenino.-dijo Marcos riéndose.
- a mi me gusta la idea-dije animada.
- no se, y si…- Raúl iba a hablar pero se callo en el ultimo momento-también estoy de acuerdo.
- ¿Eneko?-dije mirándolo
- que remedio, esta noche me quedo mañana le decimos a mama que estaremos una semana fuera y que el lunes volvemos, así tendremos tiempo para arreglar lo de la fiesta así mama no se enfadara.-dijo Eneko.
- Melisa, esa semana tendrás que practicar encantamientos y perfeccionar tus poderes.-dijo Raúl
- vale, con los encantamientos no voy mal, ya tengo casi todo el libro estudiado.
- ¿has practicado?- dijo Marcos
- no
- me lo temía-dijo Marcos, negando con la cabeza- Mel en la magia la teoría esta muy bien, pero lo fundamental es la practica.
- chicos dejar a Melisa tranquila, será mejor que os vayáis-dijo
- Eneko.
- Eneko ya…-dijo Raúl
- si he abierto el encantamiento para que vosotros también podáis entrar.
- hasta mañana Melisa- dijo Marcos dándome dos besos.
- hasta mañana Mel-dijo Raúl dándome dos besos, pero cuando termino de dármelos se acerco a mi oreja y me susurro- o prefieres cuñada.
- ¡Raúl!- y me puse roja al momento, Eneko se dio cuenta.
- marcharos ya- y desaparecieron- al fin solos, creí que nunca se
- irían.
- yo tampoco- me eche sobre la cama y Eneko se hecho a mi lado.
- Mel
- ¿si?
- nada
- Eneko, dime anda.
- yo nunca te aria daño ¿lo sabes?
- si lo se, ahora lo se mejor que nunca.
- gracias, me importas mucho.
- no lo suficiente
- ¿por que dices eso?
- no por nada, olvídalo- la última palabra la dije con retintín.
- Mel, sabes que quiero hacer las cosas bien.
- si claro, después de todo lo que hemos oído y visto y todavía quieres respetarlo.
- no es eso, por mi yo ahora…- se acerco a mi lado cogiéndome la cara y acercándome a la suya a escasos metros- quiero que todo empiece bien, no quiero empezar en medio de una relación entiéndeme.
- no lo entiendo, te he dicho que te quiero; y tu como si nada te importara.-me levante de la cama.
- me importa, Mel ven siéntate-dijo señalándome sus rodillas.
- no
- Mel por favor- me acerque a el, me ponía cara niño bueno y estaba enamorándome mas de el, esta vez si era amor, lo de Hugo había sido un capricho, o como suelen llamarse amores de verano. siéntate- me senté.
- ya estoy aquí, que quieres.-parecía indeciso, notaba como le temblaban las rodillas.
- Mel yo…- me cogió la cara y me la acerco a el a escasos centímetros- quiero ir despacio, no quiero que te canses de mi.- no dije nada, empecé a ponerme nerviosa y a morderme el labio, el también estaba nervioso, y paso muy rápido me acerco a sus labios y me beso, yo le respondí y el no pareció asustarse estuvimos besándonos un buen rato, pero de repente enero se tenso y me aparto de sus labios- Mel, tienes que colaborar.
- ya lo hago-dije abrazándole el cuello.
- no así no- dijo quitándome las manos del su cuello y dejándolas caer en mi rodillas.
- no te entiendo, ahora me besas luego te arrepientes- me levante de la comodidad de sus rodillas.
- no me arrepiento…
- ya, ya lo se; hay que hacer las cosas bien- dije con retintín, puse los brazos en jarra y baje mi cara a la altura de la suya-esa parte ya me la se, por que no pruebas algo nuevo.
- ¿algo nuevo?
- si algo así como… déjame pensar-puse cara pensativa-ya se, algo como me gusta hacerte rabiar hasta morir, ahora que te tengo te aparto de mi y cuando te veo irte voy a por ti.
- Mel, te estas pasando.
- no para nada, pretendes que nos besemos y luego haga como si nada.
- no yo no quiero que…- le corte al instante.
- déjalo-dije secamente, mire al techo y dije-¿por que narices no vendrán con manual de instrucciones?.
- anda que vosotras…
- me voy- me di la media vuelta y fui dirección a la puerta y Salí fuera, llevaba tacones no era lo mas apropiado con el monte, pero al cuerno si se jodian, quería despejarme fui bajando la ladera para llegar al lago, allí me quite la ropa y me quede con ropa interior era negra, parecía mas un bikini, me sumergí en el agua estaba deliciosa, estuve un rato nadando, pensando en Eneko, pero fue entonces cuando percibí unos brazos que me agarraban de la cintura, fui a chillar pero me taparon la boca y entonces escuche en mi oído.
- soy yo, no chilles- dijo Eneko, me di cuenta entonces que estaba en braga y sujetador y me puse roja, me alegre que fuera de noche, me soltó- yo lo siento-me di la vuelta sobre mi misma las manos de Eneko no me soltaron la cintura en ningún momento, era como si temiese que me fuera a ahogar.
- Eneko no tienes por que…
- si, si tengo tenia que haberme dado cuenta de que mi prima no iba a jugar limpio, ella quiere ser tu.
- ¿yo?
- si la dueña de la casa.
- olvida eso durante un momento y relájate.
- no puedo-dijo mirándome a los ojos, tenia miedo en ellos y yo quería quitarle esa angustia.
- hazlo por mi, mañana hablamos de todo esto, una noche que nos olvidemos de todo no hará daño a nadie.-dije entornando mis ojos y poniendo cara triste.
- esta bien, nada de familia- dijo alegre, y me beso.
- ¡hey!
- ¿Qué pasa?-dijo separándose de mí.
- me has besado.-dije chillando
- ¿te molesta?
- no exactamente- me apetecía chincharlo un poco.
- no te entiendo, explícate- dijo contrariado.
- haber me besas y luego me dices que quieres ir despacio y bien.
- si cierto.
- ¿entonces?
- digamos que he pensado en ello y técnicamente tu le dejaste, ¿me equivoco?- vi por donde iba, me miraba con una sonrisa picarona.
- no en absoluto-nunca me había alegrado tanto, de darle la razón a este cabezón.
- bien, pues si estas tu sola y yo solo y nos gustamos ¿Por qué no?
- eso arreglado, haber si suena flauta- me mosquee con el y Salí nadando.
- y ahora que he hecho mal-dijo chillando con voz incrédula.
- nada
- no, ¡dímelo!- yo ya había salido a la orilla y me había sentado en ella, no se si era mi enfado o que, pero no tenia frió fuera del agua.
- ¡no!- el hizo lo mismo y se puso a mi lado.
- no seas cabezota
- ¡hablo!-dije malhumorada.
- no se que he dicho mal.
- mira te lo diré en otras palabras, haber si esa cabeza tuya lo pilla-dije dándole con un dedo en la cabeza- yo hombre tu mujer, gustar, liarnos.
- jajaja-empezó a descojonarse solo, tal fue su risa que callo al suelo.
- eso y aun encima te ríes.
- Mel, yo no he dicho eso.
- ¡OH! Si, si lo has dicho.
- no- seguía riéndose, pero ya estaba otra vez sentado.
- deja de reírte-dije dándole una toñeja.
- vale, vale, no me pegues.
- míralo que nenaza-dije en tono burlón.
- nenaza ¿yo? , ya veras cuando te pille- me dio tiempo para salir corriendo, el venia detrás mío- no corras tarde o temprano te atrapare- seguía corriendo pero mire un momento atrás, para ver cuanto de lejos estaba lejos de mi, pero de repente choque, mire a ver con que había chocado y era Eneko- te lo dije-dijo en tono triunfante.
- has ganado- le dije en un tono de rendición, el seguía abrazándome.
- lo se- me cogió de la barbilla y me la alzo, dejándola en una posición en que nos mirábamos fijamente a los ojos-Mel, dame una oportunidad, se que no lo he hecho bien…-le corte la frase.
- hombre tu forma de ligar es un tanto cavernícola.
- Mel, no seas tan…-sonreí y antes de que terminara la frase le bese, fue un impulso fue el beso mas maravillosos de todos; me cogió en brazos y me recostó en el césped, sin pararme de besar, sabia que si seguíamos así íbamos a acabar algo mas que besándonos, pero me daba igual esta noche era solo mía y de el, de nadie mas.

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