lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 20 – LA BODA

- No te creo nada, me estas mintiendo.-dije empujándolo y deshaciéndome de sus brazos.
- Mel, no servirá de nada que luches, ahora ya has elegido y yo también-miro su reloj.-vamos, se nos hace tarde- sonrió y me agarro del brazo, esta vez no cerré los ojos, pero la vista se me nublo, estábamos en un pasillo, con las paredes de piedra, hacia mucho frió, yo temblé, un escalofrió corrió por todo mi cuerpo, Hugo se quito la chaqueta, y me la puso.
- no te daré las gracias- le dije enfadada, el sonrió y me agarro de un brazo, me hizo daño, mientras me hacia andar hacia delante- no hace falta que me hagas daño.
- perdona, no quería- dijo sarcástico, no había quien le entendiera, ahora era otro; estaba planteándome si tenia trastornos de personalidad.
- ¿A dónde vamos?
- creo que no tiene sentido que lo siga escondiendo.
- ¿Esconder el que?
- vamos a casarnos.-mi cuerpo se paralizo, y parecía que me había pegado al suelo, deje de andar, Hugo me miro y sonrió.
- podrías repetirlo… me refiero a la ultima frase.
- si claro, vamos a casarnos.-dijo sonriendo.
- esperas que me crea, que vamos a casarnos.
- si, ahora; y no hay más que decir.
- bueno, viniendo de ti, no podía esperar menos.
- ¿Qué has querido decir con eso?
- me llamaras antigua, pero sabes, a las chicas cuando te quieres casar con ellas, se les da un anillo.
- supongo, que otra vez será: no hay tiempo para esas chorradas- me volvió agarrar del brazo y arrastrándome hacia la puerta, ya estábamos a escasos metros, yo no quería ir, así que me aferre al suelo e intente no moverme.
- no puedes hacerme esto, yo quiero esto como dios manda.
- coño, ahora quieres formalismos.
- Si
- pero si…Mel te vas a casar conmigo quieras o no, tú tenías que cumplir tu trato.
- si, yo cumpliré mi trato, pero quiero que mi boda sea a la antigua usanza.- vi que lo empezaba a desesperar, tenia que ganar tiempo.
- haber que me entere bien, tu quieres una boda a la antigua usanza.
- si, quiero un anillo de prometida, y que me pidas que me case contigo- el se llevo las manos a la cabeza.
- intentas volverme loco, no, eso no te va a funcionar ¿quieres un anillo?- saco una caja de su bolsillo.
- toma, es mi regalo de cumpleaños ábrelo.-cogí la caja-ábrela, espero que te guste.
- gracias- abrí la caja, dentro había dos anillos, eran de oro blanco, con ramas talladas, en una había una M y en el otro había una H.
- ¿es lo que querías?-yo seguía sin hablar, no podía creer lo que estaba viendo, tenia dos alianzas en mi mano.-Mel, por lo menos contesta.-yo no sabia que hacer, si partirle la cara de un tortazo o callarme, pero no hice ninguna de esas dos cosas, le puse una sonrisa falsa.
- bien, no esta mal- saque el anillo que llevaba mi inicial y me lo coloque, me quedaba grande- no puedes hacer nada a la primera-dije enseñándole que me quedaba grande.
- no me he confundido, lo que pasa es que te has colocado el mío.-me puse roja, tenia razón; así que cogí el otro y me lo puse me quedaba perfecto.
- veo que has acertado.
- ahora que estas contenta, podrías moverte, como lleguemos tarde…
- vale, pero quiero mi anillo de compromiso, por hay si que no transijo- le dije toda borde, si yo lo estaba pasando, el no lo iba a pasar mejor- sino…-dije andando, el paro y me agarro de los brazos.
- sino ¿Qué?, es que no puedes callarte un rato, lo arias todo mas fácil.
- si claro, y también si quieres te hago un cola-cao; voy a cumplir con el trato, pero ni creas que voy a ser la dulce Melisa, ¡POR QUE NI DE COÑA!
- si esa va a ser tu postura…luego no te quejes, y ahora, muevete- andamos un poco mas, ya estábamos enfrente de la puerta, Hugo abrió la puerta y entramos en la habitación, yo ya lo conocía, no lo había visto en persona, pero la había visto en las visiones; me fije en un señor sentado al fondo de la habitación y un cura a su mano derecha, un poco macabro para mi gusto, ya que la iglesia con lo maligno, bueno que son polos opuestos.-buenas noches-dijo Hugo muy elegantemente, dejo de cogerme del brazo, para agarrarme fuertemente la mano, yo se la apreté todo lo que pude, casi hasta poder hacerle daño, pero el ni se inmuto.
- bienvenido querido hijo, veo que has cumplido con el trato.
- si mi señor, aquí traigo a Melisa, sana y salva.
- veo que no opone mucha resistencia.
- soy buen negociador.- en ese momento la puerta se abrió detrás mío, era Claudia esplendida con un traje negro, digno para la ocasión, en ese momento apreté mas la mano de Hugo y el sonrió, no se si fue instinto o celos, pero esa mujer me volvía loca.
- buenas noches abuelo-dijo haciendo una reverencia hacia el señor, se acerco a Hugo y le beso en los labios, Hugo me soltó la mano y la agarro de la cintura, y le respondió al beso, yo estaba sorprendida, solo se me ocurrió pensar una cosa “ será desgraciado, no solo se va a casar conmigo hoy a la fuerza, que se trae a la amante y se morrea delante mío” les estaba mirando con odio.
- Hugo, Claudia; un respeto a la novia, no esta bien hacer eso antes de una boda, y menos con el novio- ellos pararon, y Claudia me miro con odio, yo no pude aguantarme.
- será mejor que no me mires así, ¡lagarta!; yo estoy aquí por que Hugo quiere- ella fue hacia mi a pegarme, pero Hugo se interpuso entre las dos.
- déjame, la quiero matar.-hoy decir a Claudia, mientras Hugo la retenía.
- calmate.-dijo Hugo muy tranquilo.
- Claudia, será mejor que no este aquí, la misa a de comenzar ya.
- pero yo soy la madrina-protesto Claudia.
- solo si te comportas, sino…-dijo el abuelo.
- lo are- y fue hacia el altar, Hugo puso su brazo en jarra y yo le agarre del brazo, nos dirigimos al altar; durante el momento que tarde en recorrer el pasillo del brazo de Hugo, mi vida paso por delante mío, y la ultima imagen que recordé, fue la noche que pase en Paris con Eneko, una lagrima recorrió mi mejilla, y Hugo se dio cuenta y me la quito.
- (Mel, será rápido; perdóname)-dijo Hugo, dentro de mi cabeza; yo como acto reflejo le mire a los ojos, y el me miraba a mi, con cara de pena.
- (no se que pretendes, pero me vas a volver loca)
- (lose, esta noche tengo muchas cosas que explicarte)
- (si, creo que muchas)
- chicos, ejem, siento interrumpir este momento tan intimo pero…-dijo Claudia- esta aquí el cura, ¿lo entendéis?-dijo ella con voz amarga.
- si como no querida-dije yo secamente, y agarrándome mas al brazo de Hugo.
- bien, que comience la ceremonia.-dijo el abuelo colocándose a mi lado; la imagen era insólita a mi lado el abuelo de Eneko y al lado de Hugo su amada Claudia; yo sentía que me iba a derrumbar allí mismo, quería morirme; Hugo me cogió de la mano y me la apretó, fuerte pero a la vez calidamente, era como si quisiera protegerme.
- Estamos aquí reunidos, para unir en santo matrimonio, Hugo y a Melisa.
- perdone padre, le importaría hacer la misa, lo mas rápido posible-dijo el abuelo.
- si claro, perdone-dijo el cura un tanto nervioso, aunque no era para menos.-tu Melisa tomas Hugo como legitimo esposo en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte os separe.- todo el mundo comenzó a mirarme, Hugo el que mas, me miraba con mirada de suplica, y con una voz muy débil dije.
- si quiero.-vi como una sonrisa apareció en la cara del cura.
- y tu Hugo tomas Melisa como legitimo esposa, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte os separe.
- si quiero.
- en ese caso, yo os declaro marido y mujer; puedes besar a la novia- Hugo me miro y sonrió, con cara de niño bueno; se acerco a darme un beso, yo no sabia que hacer, pero justo cuando iba a darme el beso una mano se interpuso entre nosotros dos.
- perdón por interrumpir, pero quisiera felicitar antes que nadie al novio- entonces, Claudia cogió la cara de Hugo y lo beso, pero el en vez de corresponderla, la aparto.
- Claudia, esto ya es pasarse.
- estoy de acuerdo con Hugo-dijo el abuelo.
- si quieres- dije yo- te lo presto en la noche de bodas.
- por mi perfecto, pero no voy a probar nada nuevo que ya no haya probado.-dijo ella toda orgullosa.
- todo tuyo- le dije soltando la mano a Hugo, pero cuando ella la iba coger, le cogí la mano a Hugo otra vez- a se me olvidaba, es mi marido; así que ya no es nada tuyo, querida-dije con retintín la ultima palabra.
- Hugo, la vas a dejar hablarme así-dijo ella con manos en jarra.
- que bonito, las dos peleándose por ti-dijo el abuelo.
- Melisa, creo que será mejor que nos vayamos.-dijo Hugo, atrayéndome a su pecho.
- si, adiós querida- dije abrazando mas fuerte a Hugo, pero me di la medía vuelta- se me olvidaba, gracias por ser la madrina a y una cosa mas, esto, que pases una buena noche.
- te odio-chillo ella
- no tanto, como yo te odio a ti; así que…- pero Hugo me callo la boca dándome un beso, le iba a pegar, pero me podía mas hacer rabiar a esa arpía.
- nos vamos, ya estaremos en contacto-dijo Hugo, y en me abrazo mas fuerte, pude oír que decía algo Claudia, pero no conseguí distinguir, puesto que desaparecimos, yo cerré los ojos, y comencé a llorar, yo no quería estar en brazos de Hugo, quería estar con Eneko, pero estaba con el hombre que una vez quise, y ahora no se si odiarlo o sentir lastima por el, por que me hace esto.-ya puedes abrir los ojos.
- ¿Dónde estamos?-dije mirando alrededor, estábamos en una azotea a oscuras y nada ni nadie alrededor.
- No se, solo quería que saliéramos de allí, no me fiaba de Claudia.
- Hugo, no se si me entenderás o quieres entenderme, pero, por lo que a mi respecta, esto me esta volviendo loca.- me separe de el y me apoye en la barandilla, desde esa azotea se podía ver toda la ciudad, y pude distinguir entre tanto edificios, el pilar; comencé a llorar, ya no podía seguir siendo fuerte, total que mas daba, tarde o temprano mi vida acabaría, sentí unos pasos venir hacia a mi, y me gire- Hugo…
- Mel, por favor escúchame, he cometido muchos errores en mi vida, y uno de ellos fue conocer a Claudia, es que cuando estoy junto a ella...-resoplo- no se, es como si fuera una droga para mi, sabes cuando conoces a una persona, y cada vez que la ves necesitas mas y mas de ella, eso me pasa con ella.
- no te entiendo, hacia donde quieres llegar a parar.
- quiero que entiendas como comenzó todo esto, creo que es justo que lo sepas todo y no haya mentiras.
- un poco tarde, ¿no crees?-dije seria, mientras me quitaba las lagrimas.
- que querías que hiciera.
- No se, se me ocurre una cosa muy buena, que tal no jugar con los sentimientos de una persona, ¡los míos!
- no tenía elección.
- como que no tenias, siempre hay elección un si o un no.
- Mel-dijo sentándose en el suelo y apoyando su espalda en la pared, yo hice lo mismo- cuando la conocí me enamore de ella como un loco, y no sabia quien era, dijo que venia de vacaciones, el padre de oriol tiene una casa rural, por el lo conocí.
- espera, oriol también lo sabe.
- ¡NO! El no sabe nada, si se enteran… perderé todo.
- ¡OH! Perdona, para que no pierdas tú, tengo que perder yo.
- Mel, no lo entiendes, yo la quiero y cuando quieres a una persona estas dispuesta a hacer cualquier cosa por quien amas.
- incluso si esa cosa te puede autodestruirte.
- eso es, pero cuando ya había aceptado hacer cualquier cosa por ella, me dijo los planes, y yo acepte, por eso me conociste el primer día, al principio yo...bueno, mantuve mi papel a ralla, yo parecía ir bien, pero cuando decidiste quedarte a vivir, algo paso, no se…-fue cuando le interrumpí, y me levante.
- NO, NO Y NO; NI SE TE OCURRA DECIR QUE...-comencé a respirar agitadamente, ya sabía a donde quería ir, esta vez no iba a caer.
- ¿Qué?-dijo el con ojos tristes-que no quieres que diga.
- Hugo, por lo que mas quieras, no lo hagas.
- por que no, tenemos que ser sinceros; ahora es el mejor momento-dijo y se levanto y se acerco a mi, yo di pasos hacia atrás el anduvo mas cerca pero cuanto mas pasos avanzaba el mas daba yo para alejarme de el.-quiero ser sincero, no quiero mas mentiras, he sufrido mucho.
- ¡ja! Que tu has sufrido, y los demás que.
- ellos, ya no saben nada; además la única que importa aquí y ahora eres tu, no te das cuenta que sigues viva.
- muchas gracias Hugo, que mas da, morir ahora o al nacimiento de mi primer bebe.
- Mel, tenemos que irnos.-dijo serio acercándose a mi.-no estamos seguros aquí, vienen.
- quien viene.
- Claudia y sus hermanos, he leído la mente de Claudia ella es muy rencorosa.
- bonita novia tienes.
- ya no es mi novia, solo finjo.-dicho eso, me agarro de la mano y desaparecimos

No hay comentarios:

Publicar un comentario