lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 23-ABUELO

Ya habíamos llegado a casa, en todo el camino Hugo no dijo nada, el silencio dentro del coche era sepulcral; estábamos en la cochera y yo estaba saliendo del coche cuando Hugo cerro la puerta de mala gana, pero fuertemente.
 ¿Qué demonios te pasa?- no se por que, pero la iba a pagar con el.
 ¿a mi? Nada, creo que esa pregunta deberías hacértela a ti misma.
 yo no tengo que preguntarme nada- dije lo más tranquila que pude.
 si tú lo dices… haz lo que quieras, pero no podemos vivir así.
 ¿vivir como?
 sabes que eso iba a pasar tarde o temprano.
 ¿pasar el que?-sabia a que se refería, me dolía.
 Eneko, me refiero a el; le quieres pero me besas a mi.-hay me había hecho daño, no sabia hasta donde; fui a hablar pero siguió el.-yo no te pido que me ames, ni nada por estilo, pero no me hagas mas daño del que me hago a mi mismo, besar a alguien que te ama y no amas duele mas que te maten.
 ¿Cómo sabes lo que duele el que te maten?-dije eso enfadada, no sabia como salir de aquella el tenia razón en todo lo que decía.
 una vez estuve muerte, cuando de verdad te importaba.- al decir eso Hugo, mis ojos se abrieron como platos y recordé cuando le dieron los poderes a el, que lo resucitaron.
 es verdad, perdona- dije sentándome en las escaleras de la cochera- no se que me pasa, Hugo yo…
 deja no digas mas, ha sido un día muy largo- dijo acercándose a mi deteniéndose delante mío y poniendo a mi altura en cuclillas.
 Hugo, yo no se que siento por ti…- dije con lagrimas en los ojos- quiero a Eneko, pero he de olvidarle, para que amar aquello que no voy a volver a tener; además a ti no te odio, ahora no, hubo un tiempo que te odie pero ya no te odio.
 pero no me amas.
 eso no lo se.
 si lo sabes, lo que pasa es que no me quieres hacer daño, solo es eso.
 no, te quiero, pero no como un amigo, eso lo se.
 déjalo ya, no estamos haciendo daño, será mejor que te relajes-dijo limpiándome las lágrimas de los ojos.
 Hugo, creo que …
 No lo digas, tenemos mucho tiempo para hablar, además, hay problemas en tu casa, me acaba de avisar tu hermano.
 ¿Cómo?- me cogí de la mano y me levanto.
 vamos- entramos en la casa, no dije nada más; la casa estaba en silencio y a oscuras.
 aquí no hay nadie.-dije asustada, mire mi reloj eran mas de las 12 de la noche.
 vamos arriba, haber si están allí- subimos arriba y fui derecha a la habitación de mis padres, allí no estaban, Hugo fue a la habitación de mi hermano y de mi abuelo, pero tampoco había nadie, me empecé a preocupar.
 exactamente que te dijo mi hermano.
 que había problemas y que llevara a casa.
 pero si estábamos en casa, y mira la hora que es, mi madre no suele estar tan tarde entre semana.
 tranquilízate, voy a intentar hablar con tu hermano.
 no, será mejor que utilicemos el modo convencional- dije sacando del bolsillo de mi pantalón, mi móvil, marque el numero de mi padre, un tono, dos tonos, tres tonos, allí no contestaba nadie.-nada, parece que mi familia le ha dado por desaparecer, aquí no coge nadie.
 me dejas.
 no, espera un momento, un intento y si no…- pero no termine la frase, mi móvil comenzó a vibrar, mire la pantalla de mi móvil era mi madre, descolgué rápidamente.
 mama,¿Qué pasa que no estáis en casa?- escuche a mi madre llorando.
 cariño, estamos en el hospital, es el abuelo…- pero empezó a llorar, no conseguía saber que decía.
 ¿el abuelo? Mama ¿Qué abuelo?
 Peter-dijo llorando- a…- pero no dijo nada mas, alguien le había cogido el teléfono.
 Melisa, soy Juan, estamos en el hospital de Txagorritxu, será mejor que vengáis para aquí.
 ¿pero que le pasa al abuelo?- me empecé a poner muy nerviosa.
 ¿esta Hugo contigo?
 si, pero dime que pasa.
 ponme con Hugo.-le pase el móvil a Hugo, estaba desconcertada, mi madre llorando por mi abuelo Peter, mi hermano no me decía nada.
 si, así lo are, dame un minuto- colgó.
 ¿Qué pasa? Dime Hugo-dije amarrándole la camiseta fuertemente.
 tranquila, es tu abuelo Peter, yo… será mejor que vallamos allí.
 dímelo, tu lo sabes, ¿Qué esta pasando?-comencé a llorar, no quería que fuera lo que estaba pensando, ahora mi abuelo no.
 Mel, vamos al hospital.
 pero… no se ir.
 bien, ¿has estado alguna vez allí?
 si, claro.
 piensa en el, tele trasportémonos, es de noche nadie nos vera- sin soltarle de la camiseta, cerré los ojos y pensé en el hospital; sentí un escalofrió y abrí los ojos estábamos en frente del hospital.
 Hugo, ya estamos- Hugo abrió los ojos dubitativo, me miro fijamente y parecía desconcertado.
 ¿desde cuando puedes tú…?
 es algo largo de explicar, mis padres no lo saben y los únicos que lo sabían ya no lo saben, así que será mejor que no digas nada.
 así fue como apareciste en el lago, y yo pensando…-dijo desconcertado.
 Hugo, será mejor que entremos, ya hablaremos, pero ahora borra eso de tu memoria.
 tranquila, se como guardar mis secretos.
 eso espero- entramos en hospital, nos dirigimos al mostrador, y pregunte por mi abuelo, nos dijeron que fuéramos a urgencias, nos indico como ir, llegamos a una sala de espera allí estaban mi madre llorando con mi padre consolándola y llorando también, estaba Selene y mi hermano con muy mala cara.- mama,¿Qué a pasado?
 cariño-dijo mi madre llorando- es el abuelo a…- pero no hizo falta que terminara de decirlo, ya sabia a que se refería.
 dime que es mentira, mama.
 Melisa, el abuelo a muerto- dijo mi padre con autentica entereza,- cuida de tu madre, mientras yo arreglo el papeleo con la funeraria y todo lo demás, dicho eso mi padre salio por la puerta, yo me acerque a mi madre .
 mama ¿Qué a pasado?-dije con los ojos llorosos.
 llegue a casa a preparar la cena, estaba cocinando cuando tu padre me llamo, y me dijo que el abuelo estaba ingresado, que estaba bastante mal, iba hacia la cochera cuando entro en casa tu hermano y Selene, les dije lo ocurrido y vinimos en coche.
 pero… por que no me avisasteis.-dije con reproche a mi madre y a la vez mirando a mí hermano.
 cariño, no hubo tiempo, a sido hace menos de una hora, te iba a llamar ahora tu padre.-iba a contestarla y reprochárselo, pero me calle, sabia cuanto quería mi madre a mi abuelo; me fije en la cara de mi hermano estaba triste, peor ningún signo de haber llorado y Selene igual, le dije a Hugo que se encargara de mi madre y me acerque a mi hermano.
 Juan, salimos fuera- dije seria, el asintió y se levanto, fuimos afuera de la sala de espera.- ¿Qué pasa? Aquí hay algo que no me huele bien.
 Mel, ahora aquí…
 si, ahora y aquí.
 el abuelo, va a ser como la abuela,¿entiendes lo que quiero decir?- no había pensado en eso, pero algo no cuadraba mi abuelo era duro como un roble.
 entiendo, pero como…
 eso ya te lo explicará papa, ahora sigue con la farsa y sigue llorando, mama lo esta pasando muy mal.
 no es justo para mama.
 lo se, pero ya se lo dijeron una vez y respondió muy mal, es mejor esto que destruir a la familia al completo ¿no crees?
 cierto, pero…
 en casa, ahora esperaremos a papa y luego veremos que hacemos, tenemos que avisar a amigos y familiares, para el velatorio.
 tanto paripe, de verdad esta familia…
 lose, pero es la nuestra así que apechugar, cuida de mama mientras yo hago un par de cosas, los padres de Selene están de camino.
 vale, llevare a mama a casa, hay que cambiarse de ropa.
 si será mejor, ya se lo diré yo a papa.- entramos otra vez en la sala de espera, Hugo la estaba abrazando, ella lloraba en su hombro, se veía a mi madre rota por el dolor.
 mama, vamos a casa.
 no, hay que esperar a tu padre.-dijo llorando, a la vez que se ponía bien en su silla y Hugo la soltaba.
 mama, Juan y Selene estarán con el, mira vamos a casa te seas nos cambiamos de ropa y vamos hacia el tanatorio y que papa ya habrá hablado con ello y lo habrá arreglado todo.- mi madre, se miro a si misma llevaba un vestido amarillo de flores pequeñas, y se rindió.
 si vamos, pero que conduzca Hugo.- me acorde como habíamos venido.
 mama, esto…- no sabía como salir de esa, pero Hugo estuvo más rápido que yo.
 vinimos en taxi, Melisa se puso muy nerviosa y no quería conducir viéndola así.- mi madre , nos miro y pareció que se lo había tragado, salimos del hospital y pedimos un taxi, nos llevo hasta casa, una vez allí, yo subí con mi madre a su habitación, quise ayudarla pero me dijo que ella estaría bien, que fuera con Hugo y que nos cambiáramos nosotros también, le hice caso a regañadientes y fui hacia mi habitación, Hugo estaba mirando dentro de su maleta, estaba sacando varias camisetas.
 Hugo ¿Qué haces?
 buscar una camisa negra, juraría que tenia una por aquí.-dijo con la cabeza metida dentro de la maleta.
 anda, déjame a mi-dije quitándole de la maleta, mire dentro y rebusque un poco y enseguida la vi una camisa de manda corta negra.-aquí esta- dije enseñándosela.
 gracias, ¿te importa si?-dijo señalándome el baño.
 no para nada, además, que pregunta es esa- el se puso rojo.
 gracias, en un momento salgo- entro en el cuatro de baño y yo me fui a mi armario, empecé a mirar dentro, estuve buscando un rato ropa, pero no veía nada apropiado, hasta que encontré una camisa negra con manga farolillo corta y con algo de escote, algo que solucionaría con una camiseta de tirantes, saque un baquero negro y de zapatos, cogí los tacones negros; al rato salio Hugo con unos vaqueros azul oscuro y con la camisa, realmente le quedaba bien, yo entre en el cuarto de baño y me pegue una ducha rápida, me puse la ropa y me cogí una coleta alta.
 ya estoy lista, vamos a por mi madre.-Hugo salio primero de la habitación, fui a la habitación de mi madre, estaba peinándose, parecía mas serena, acerque a ella- mama, ya estamos listos.
 si cariño, ya voy- dijo dejando el peine el la coqueta; salimos de la habitación camino a la cochera.
 he llamado a tu padre, ya están en el tanatorio- dice Hugo serio, pero mirando a mi madre preocupado.
 gracias Hugo- dice mi madre, con voz temblorosa, temo que en cualquier momento vuelva a ponerse a llorar.
 ¿conduces tu Hugo?-digo cogiendo las llaves de detrás de la puerta de la cochera.
 si, dame- le lanzo las llaves, mi madre y yo nos sentamos en los asientos de atrás; Hugo va conduciendo.
 Melisa, he llamado a marga antes, para decirle lo sucedido, me ha dicho que ahora irían hacia el tanatorio.- me quedo petrificada, ahora a quien menos deseo ver es a Eneko, estoy enfadada con el, aunque también se que no soy la mas indicada para reprochárselo.
 Melisa, estoy un poco perdido- dice al final de la urbanización- ¿Cómo se va?
 no tengo ni idea, nunca he estado allí.
 esperar- coge mi madre su móvil, marca un numero y dice nuestra calle de la urbanización, pone el manos libres y una persona le va indicando a Hugo, por donde tiene que ir, mi madre sostiene el móvil, en todo el camino no hemos hablado nada, estamos llegando cuando mi móvil vibra, es un mensaje, es de Eneko.

MEL, ¿COMO ESTAS? ME ACABO DE ENTERAR DE LO DE TU ABUELO; LO SIENTO MUCHO.

SI NECESITAS ALGO DIME, EN UN MOMENTO ESTARE ALLI CON MI MADRE.

BESOS ENEKO.

Leí el mensaje, no podía creer, me había inundado de felicidad el saber que el se preocupaba por mi. Salimos del coche, entramos en el tanatorio, allí estaban mi hermano y Selene junto a mi padre; Selene y Juan , se fueron a casa a cambiarse dijeron que vendrían en un momento, me acerque a mi padre y le abrace y le di un beso, ahora en sus ojos le veía lagrimas, pero no entendía, el sabia que no estaba muerto, no del todo, dentro de nada estaría con todos , metiéndose conmigo, o ayudándome contra mi hermano, un montón de imágenes se agolparon en mi cabeza.
 papa, ¿Cómo estas?- dije con poca voz, mi madre le dio un beso y se sentó en una silla, al lado del féretro, mi padre me cogió de la mano.
 cariño, debemos ser fuertes por tu madre.
 (papa, mírala esta sufriendo)
 (lose, cariño, pero es mejor esto)
 (el abuelo, como…)
 (es algo sencillo de explicar, ahora el abuelo si esta muerto, temporalmente)-los ojos se me abrieron como platos, “muerto temporalmente” ¿Qué quería decir con eso?
 (¿Cómo?)
 (recuerda de donde descendemos, de una familia de brujos, es cuestión de brebajes, estará así 48 horas)
 (el entierro, como)
 (mañana la misa será a la 10 de la mañana, se le enterrara a las 12)
 (¿después?)
 ( el abuelo una vez despierte se tele trasportará a Litago)
 (por que…)- no termine la frase, sabia que si lo decía metería la pata.
 Melisa, solo te pido que hagas bien las cosas.
 si papa- mi padre se fue con mi madre, yo me senté unas sillas un poco mas lejos con Hugo, una lagrima se deslizo por mi mejilla, sabia que mi abuelo no estaba muerto, pero ya no podría tenerle en mi vida, como siempre, y eso me dolía; al rato llegaron Selene con mi hermano, los dos de riguroso luto, Salí fuera a tomar un café con Selene y hablar, pero eso no me calmo, saber todo lo que estaba sufriendo mi madre, también vinieron mis otros abuelos junto con mi tío, cada vez iba viniendo mas gente, ya había pasado una hora, eran mas de las dos de la mañana cuando, yo estaba sentada con Selene, mi hermano y Hugo había decidido a dar una vuelta, mi hermano estaba agobiado junto con tanta gente; cuando una mano se poso en mi hombro, yo alce la mirada y era Eneko.
 Mel, lo siento, yo apreciaba mucho a tu abuelo.- sabia que decía la verdad, por que desde pequeños incluso cuando jugábamos juntos mi abuelo, nos enseñaba juegos, como la petanca y nos contaba historias de mundos fantásticos.
 gracias- dije sin moverme de la silla, el se agacho y me cogió de la mano, haciendo levantarme de la silla, sin poder reaccionar rápidamente me dio un fuerte abrazo, yo cerré los ojos y llore, pensé para mi “ si supiera cuanto lo amo, como agradezco este abrazo de el”, al pensar esto el se separo de mi bruscamente y me miro a los ojos, no sabría explicar su mirada, pero era entre desconcierto y miedo, al fijarme en el también mira a su alrededor y vi que tras el estaba Irene, una mirada de odio le lance y ella sonrió, ella iba igual que en la fiesta, Eneko en cambio se había puesto una camiseta negra y unos vaquero negros “ que hace esa guarra aquí” pensé para mi, pero volví a mirar los ojos de Eneko, tenia la cara inexpresiva tan solo pude ver una sonrisa rápida en su cara; sin poder aguantarme, hice algo que no sabia si me iba a arrepentir.
 (Eneko, podrías hacerme el favor de llevarte a Irene a otro lado, aquí no pinta nada)-dije mirándole a los ojos.
 (si, perdona, ella quiso venir)
 (me da igual, te la llevas, si quieres vienes solo, ella no pinta nada aquí)-dicho eso, me volví a sentar a la silla, Irene debió de entender que hablamos entre nosotros y se deshizo de Eneko con agilidad y se acerco a mi.
 Mel, siento lo de tu abuelo.-dijo ella con una voz melodiosa y educadamente, me gire a ella y la mire con odio.
 creo que me digas tu eso, esta fuera de lugar, no conociste a mi abuelo.-dije con amabilidad pero con brusquedad, Selene nos miraba a las dos.
 Irene, será mejor que te vayas, te dije que no tenías que venir.
 yo solo, lo siento Mel, solo quería entrar con buen pie.-dijo con voz de pena, pero sabia que lo decía falsamente.
 ahora vengo-dijo Eneko agarrando del brazo a Irene, salieron fuera de la sala.
 Melisa, creo que te has pasado- me dice Selene muy tranquila.
 yo creo que no, además ella no me conoce de nada, no pintaba nada aquí.-Selene no dice nada mas, al rato vuelve, Eneko y tras el Hugo, viene yo me levanto y Eneko me mira sorprendido, no se que pasa por su cabeza, pero no quiero averiguarlo, miro a Hugo y el viene hacia a mi, Eneko se queda quieto, y mira como Hugo me abraza, sonríe.
 Mel, ya estas mejor cariño- me dice Hugo mientras me recoge en sus brazos.
 si gracias- le doy un beso en la mejilla, Eneko nos mira y no hace nada mas.-Eneko ¿tu madre?
 es con tu madre y tu padre, mira-dice señalando detrás mío, me doy la vuelta y veo allí a la madre de Eneko y a su padre, esta consolando a mi madre con mucha ternura marga.
 Melisa, cuanto lo siento- es Itxaso y por detrás vienen Lorena, Paula y Juncal, detrás suyo también van los chicos.
 gracias por venir, digo mientras voy a donde Itxaso y me abrazo a ella, uno por uno me van dando su afecto y muestra de cariño, después van a donde mi padres; peor Eneko no se mueve de mi lado, no hace mas que mirarme y me inquieta, no se por que me mira a si, sigue igual, como antes cuando nos abrazamos y se separo de mi bruscamente.
 Mel, tendrías que salir fuera un rato para despejarte, son mas de 4 de la mañana.-dice mi hermano con cara de preocupado.
 si, tienes razón, todavía nos quedan muchas horas- Hugo tiene intención de venir conmigo, pero digo que no, que se quede mejor con mi hermano, no han sido muchos los amigos que han venido de su parte; salgo sola afuera, las chicas y los chicos se han quedado, le he dicho que quería ir sola; estoy fuera, y he ido a la maquina del café, me he pedido uno solo con toda la azúcar posible, salgo fuera del tanatorio y miro al cielo, la noche esta mas fría que antes, me gusta esta soledad el silencio, veo que vienen mas coches, y me alejo no quiero aguantar mas pésames obligados, ni nada por el estilo si sigo con este paripe me voy a volver loca, ando entre el parking , todo allí esta silencioso, me siento en un muro y disfruto de mi café, esta casi frió y el café no es muy bueno que digamos, pero que mas se le puede perder a una maquina. Llevo un rato contemplando las estrellas y la luna, es como si mirándolas algo me dijera que encontraría todas las respuestas a mis dudas, pero no es así, solo me alejan un rato , de mis problemas, pero al dejar de contemplarlas, mis problemas siguen hay; siento que viene alguien he intento esconderme sentándome en el suelo, siento las pisadas cerca y lo único que pienso en voz en grito es”QUIERO ESTAR SOLA” una y otra vez, pero mis deseos se desvanecen al ver quien es.
 hola- tan solo dice eso y se sienta a mi lado, es Eneko.
 hola- no digo nada más, tampoco quiero; estamos allí un buen rato, sin decirnos nada, mirando los dos al cielo, pero Eneko deja de guardar silencio.
 Mel ¿Qué hice mal?- esta pregunta me desconcierta, ha que viene eso ahora.
 ¿Qué?
 si, por que… va déjalo-dice eso mientras coge un piedra del suelo pequeña y la lanza por encima de los coches; me callo no quiero escuchar nada, solo quiero estar allí sola, pero Eneko esta conmigo y tampoco me importa, al contrario me alegras de que este aquí, miro al cielo y solo pienso “gracias”.
 ¿por que me das las gracias?-dice Eneko en voz baja, entonces me doy cuenta, de que me a leído la mente, pero intento disimular.
 yo no te las di.
 si lo hiciste, lo pensantes.
 ¿Por qué me lees la mente? Yo no te di permiso.
 perdona, solo quería saber como ayudarte.
 deja de intentar ayudarme, por que sabes que, ¡NO PUEDES!- dicho eso me levanto y me voy dirección otra vez a la sala, pero antes de que salga del parking, Eneko me agarra del brazo y me atrae hacia el.
 lo siento- me coge la cara y me besa; yo no se que hacer, me gustaría perderme en sus labios, pero no puedo el no sabe nada, o al menos eso creo; me deshago de sus brazos.
 ¿Qué haces? ¡estas loco!, nos podrían ver.- lo sigo muy enfadada y veo en sus ojos tristeza y pena.
 yo creí… perdona, no volverá a ocurrir.
 por supuesto que no, yo estoy con Hugo y tu… estas con Irene, así que te deseo mucha felicidad.
 espero ser tan feliz como tu.
 no, yo no espero eso, espero que conozcas realmente la felicidad-dicho eso, se que no debí haberlo dicho en mis palabras esta claro que es lo que he dicho, pero me da igual, ahora me he dado cuenta, no puedo seguir al lado de Eneko he de irme, me dio la media vuelta y entro en la sala, allí siguen los demás, me acerco a Hugo y el me mira sorprendido.
 ¿Cuánto has tardado?-dice algo preocupado- Salí a buscarte pero no te encontré.
 necesitaba estar sola y aclararme-lo digo tan bajo que solo me escucha el.
 tienes muy mala cara, ¿Quieres ir a casa?
 no, me quedare aquí; y después de que acabe todo esto… nos iremos.
 si claro, tenemos que ir a casa a descansar.
 no me refiero a ir a casa, sino que volveremos a Litago, quiero irme de aquí.- me mira sorprendido.
 pero…- le interrumpo.
 no preguntes, es mejor estar lejos de aquí.-Hugo calla y no hice nada, solo me mira, como si mirándome a los ojos pudiera descifrar que me pasa, ya que la mente la tengo en blanco; noto que el cuerpo de Hugo se pone tenso y miro tras de mi, acaba de entrar Eneko con la cabeza gacha, me fijo en el y veo sus ojos rojos parece haber estado llorando, quiero acercarme a el, pero tengo que ser fuerte haciendo eso, solo lo are mas sufrir, y es mejor que solo sufra una persona en toda esta historia, al fin al cabo es por mi culpa todo lo que a sucedido.


Son las 9 de la mañana, nadie de se ha ido, incluso ha venido mas gente, incluidos los padres de Hugo, la sala esta abarrotar; mi madre esta aguantando como puede, mi tío anda muy pendiente mía y de mi hermano; mi padre viene hacia nosotros, a llegado la hora de ir a misa, voy al lavabo un momento antes de ir al coche, me lavo la cara, y cojo fuerzas, por que lo que voy a hacer, voy a necesitar muchas para no derrumbarme, salgo del baño y esta Hugo esperando junto con mi hermano.

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