lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 14 –CONTRATIEMPOS

A la mañana siguiente desperté con un espantoso dolor de cabeza, estaba algo desorientada fui directa al baño y me lave la cara, estaba horrible tenia todo el Rimel corrido, abrí el grifo de la ducha y empecé a desvestirme, me metí en la ducha y el agua caía lentamente deliciosa, cuando empecé a pensar que había pasado, comencé a chillar al recordar “ Eneko estoy enamorada de ti” lo había dicho , como podía haber dicho semejante cosa, no yo no era esa fijo, esto a sido una pesadilla Salí de la ducha y me puse unos pantalones de chándal blancos y una camiseta amarilla me calce las zapatillas y Salí a correr, era lo mejor que podía hacer para mantenerme ocupada, estuve mas de media corriendo ya no podía mas, volví a casa y me bebí un baso de agua al terminar empecé a pensar en la noche pasada, me vinieron imagen a imagen, ver a Eneko con ese dolor y yo con el temor de perderle me tenia loca, no sabia que mas hacer no había escapatoria tenia que aceptar todo lo ocurrido y lo único posible en mi mano era terminar con todo esto, así que fui a coger el móvil y me abrí la tapa tenia un mensaje de Eneko.

MEL, ESPERO QUE NO TENGAS RESACA, RESPECTO LO DE ANOCHE, OLVIDATE DE TODO, NO LO TENGAS EN CUENTA, PASA UN BUEN DIA Y APROVECHA ESTOS DIAS QUE TE QUEDAN PARA PENSA. BSOS ENEKO.

Cerré la tapa del móvil y me quede sentada en el sofá mirando como el móvil como una tonta, “pero bueno ¡que me olvide!, tendrá cara”
- de eso nada-dije en voz alta, pero estaba sola, así que no lo pensé dos veces y tenia claro que quería hablar con Enero
- (Eneko, ven aquí ahora mismo)-no obtuve respuesta-(Eneko, no me hagas cabrearme ven aquí ¡ahora!)-dije mientras le daba un buen pisotón en el suelo.
- (no voy a ir, necesitas estar sola)
- (no, ven)
- (mira que eres cabezota, te he dicho que no)
- (y yo digo que si)
- (siempre te quieres salir con la tuya)
- (siempre que puedo, así que ven aquí ¡ahora mismo!)
- (y si no ¿Qué?)
- (Enekooooo)
- (te he dicho que no)
- (haz lo que te de la gana)
- (eso are, adiós)- yo ya no le hable nada mas, me puse a pensar solo era las 11 de la mañana que iba hacer todo el día, decidí que estar todo el día en casa no arreglaba nada, así que fui a la mesilla y saque del cajón el libro rojo y comencé a estudiar, el tiempo se me paso volando y ya era de comer, pero no quería comer sola así que me salio mi vena mala, empecé a pensar como salirme con la mía.
- ya se-dije saltando de la cama y poniéndome de pie, con una sonrisa malvada, pensé en Eneko (ENEKO AYUDA, POR FAVOR VEN ESTOY EN...)- apareció en ese momento, con una cara de susto y en calzoncillos, “me pregunto que andaría haciendo” sonreí.
- Mel, que pasa-dijo acercándose a mí y abrazándome.
- que no quería comer sola.
- ¿COMO? Me has traído aquí, chillando ayuda y resulta que no pasa nada.-dijo soltándome y con cara de pocos amigos.
- no te enfades, yo solo quería…
- claro lo que tu quieres, ¿sabes e tenido que desaparecer en el gimnasio y no se si alguien se a dado cuenta?
- lo siento yo solo quería verte.
- si no te importa, me voy a vestir por que como veras estoy en calzoncillos. -desapareció, no me dio tiempo a volver hablar; estuve esperando durante 10 minutos haber si aparecía en el mismo tiempo, pero cada minuto que pasaba mi esperanzas se iban disminuyendo, me eche sobre la cama y comencé a llorar sin parar, “pero que me pasa, quiero ver a Eneko y no he pensado nada en Hugo”-pense para mi, cuando vi el reloj ya había pasado media hora, cuando una voz vino a mi cabeza.
- (Mel siento haber sido tan duro, pero tienes que pensar tu sola)
- (yo no quiero pensar, quiero verte a ti)-mis ojos se volvieron a inundar en lagrimas.
- (Mel no me lo hagas mas difícil, es mejor así)
- (Enekooo… ven)
- (si voy, te voy a liar mas y no quiero verte sufrir)
- (mas me haces sufrir si no estas conmigo)
- (Mel, eso no vale, me estas chantajeando)
- (¿puede?)-dije mientras una sonrisa apareció en mi cara.
- bien, tu ganas ya estoy aquí-apareció delante mío, mi ojos estaban llorosos por haber llorado antes.-¿has llorado?
- no-dije con voz baja y a su vez bajando al cabeza
- si has llorado-dijo acercándose y levantadome la barbilla con una mano, no la otra acariciándome los ojos-lo ves, están húmedos, ¿Por qué has llorado?
- ¿por tu culpa?-dije refunfuñada
- ¿por mi culpa?-dijo con ojos que se iban a salir de sus orbitas-quizás tengas razón, pero no vuelvas a llora por mi culpa.
- yo no llorare mas, si tu no vuelves a pasar de mi.- el sonrió y me agarro de la cintura, cosa que a mi me encanto.
- resulta gracioso te has pasado casi toda la vida diciéndome que despareciera y que te olvidara y ahora no quieres que me vaya.- comenzó a reírse
- no te rías-dije dándole un manotazo en el pecho, como una niña pequeña.
- vale no me rió, pero has de reconocer que resulta gracioso.
- sabes una cosa, la vida es como una caja de bombones nunca sabes que te puedes encontrar.
- bien dicho, y con nuestra familia mas; por cierto tengo que contarte una cosa…-dijo soltándome y rascándose la cabeza.
- ¿Qué pasa?-dije alarmada, Eneko andaba andando.
- te lo digo pero….luego no me mates.
- ¡pero dime!
- es que como no sabia cuanto tiempo ibas a estar aquí, pues…
- dilo ¿que?
- puse un hechizo de protección mental y físico.
- y eso quiere decir…
- pues que no puedes recibir visitas físicas y tampoco conversación, solo puede entrar aquel que haya cerrado
- Es que es por eso, por lo que no puedo comunicarme.
- Lo has intentado
- no, pero me extraño que nadie me hablara
- tranquila si quisieran algo de ti tienes tu móvil.
- es verdad, ¿comemos?
- no se si será buena idea
- que va, venga preparo una ensalada y tu preparas las hamburguesas venga.
- esta bien- dijo poniendo los ojos en blanco y rendido.
- Eneko lo de anoche yo…
- no digas nada de lo de anoche, tienes que pensar y yo no debería estar aquí- dijo colocando las hamburguesas en el plato.
- Eneko no me arrepiento de nada.
- mira estabas borracha yo un poco mas que tu- dijo sentándose a la vez que yo.
- pero esto es absurdo, por que ahora tan frío, no lo entiendo.
- no me gusta que jueguen conmigo.
- ¿jugar? Yo no estoy jugando contigo.-dije mientras dejaba caer el tenedor en el plato de mala gana.
- Mel, mira tu tienes que aclararte y estando yo aquí no estoy jugando limpio.
- no digas eso, tu estas aquí por que te lo he pedido yo.
- si eso es cierto, pero si pidieras a Hugo que viniera no podría
- ¿Recuerdas?
- eso que más da, lo habrás hecho por mi bien.
- si te he dejado en una cárcel de seguridad para que nadie de mi familia te haga nada.
- por eso, ya esta-dije acercándome a el y cogiéndole de las manos-tu no estas haciendo nada malo, y no estas jugando sucio.- le solté una mano y le acaricie la mejilla.
- Mel, yo te…-no termino la frase, se puso rígido y me aparto de el rápidamente- esto no esta bien, Hugo no es santo de mi devoción pero antes de hacer nada, es mejor tener las cosas claras.
- Eneko, las cosas están claras.
- ¿has hablado con el?-dijo con cara contrariado
- no, solo que la noche que ocurrió aquello le dije que habíamos terminado.
- pero el luego se hizo…-le puse un dedo en los labios, estaban ardiendo.
- pero el nada, cada uno busca su destino así que yo he decidido ya y tendrás que aceptarlo.
- Mel, si te hubieras ido sola esto no hubiera pasado.
- Eneko tu no tienes la culpa, yo creí que lo de Hugo y yo fue un flechazo pero al verle con la otra sentí que mi corazón se hacia añicos, pero no sufrí tanto como cuando vi que podía perderte.- le cogí la cara con una mano-mírame a los ojos, dicen que los ojos son el espejo del alma, te quiero y no te estoy mintiendo.
- a Hugo también le dijiste que le querías-me puso la mano en el cuello y me saco los colgantes en el tenia la llave y el ángel.-lo ves, ni siquiera te has quitado la llave.
- eso no tiene nada que ver, yo pensé en un momento que el…
- si que el era el hombre de tu vida, y ahora como estas mal con el vienes a mi, Mel no soy el segundo plato de nadie, lo siento, pero he de irme.
- no lo hagas, mira me la quito.-y me quite el colgante-lo ves ya no esta puesto, no te vayas.
- Mel déjalo, puesto o no, todavía sientes algo por el.
- eso no es cierto.-dije con una voz que casi no se oía.
- no miento y lo sabes, acuérdate que yo también puedo leer mentes y en la tuya hay preocupación por el.
- si eso no lo niego, pero si miras bien también pienso en ti y en que te quiero-dije con voz rotunda, quería sonar segura.
- si…-fue a seguir hablando pero se cayó.
- ¿Si?
- nada, me voy-fue ademán a irse, pero justo le agarre del brazo y desaparecimos los dos, aparecimos en su habitación.-Mel, estas loca si te descubren aquí van a hacer preguntas.
- yo no quería que te fueras-le dije con ojos llorosos y con la voz temblándome.-se escucharon pisadas en ese instante acercándose a la habitación y una voz desde fuera hablo-¿Eneko estas hay?-Eneko y yo pusimos cara pánico, en voz baja me dijo-corre escóndete debajo de la cama, yo me baje y me metí debajo de la cama, Eneko puso bien la colcha.
- si, adelante.
- hola querido primito.
- hola Claudia, ¿Qué quieres?
- contarte una cosa-dijo sonriendo, los dos se sentaron en la cama, tuve miedo a ser aplastada, pero no paso nada.
- cuenta
- recuerdas la noche de la fiesta de tu madre.
- si ¿pues?
- hay no digas “pues” queda muy aldeano.
- yo hablo como quiero, sino te gusta ya sabes donde esta la puerta-dijo un tanto molesto.
- hay primito perdona, bueno a lo que iba conocí a un chico la mar de majo y bueno nos enrollamos.
- como se llama
- Hugo, y es muy guapo y besa….
- eh no me digas esas cosas, ¡por dios que asco!
- ya te tocara primito, quería contarte un secreto sabes creo que realmente le gusto, con el no he utilizado mi poder, a la mañana siguiente desayunamos juntos y bueno desde entonces no nos hemos dejado de ver- yo me estaba poniendo de mala ostia, cuando le viera le iba a decir un par de cosillas.
- ¿estáis saliendo?
- si, me pidió a la mañana siguiente desayunando.
- ¿Cómo?
- primo creí que te alegrarías de mí.
- y me alegro primita, pero ten cuidado ¿vale?
- si lo are, bueno ya un poco tarde para eso.
- como que un poco tarde
- pues Hugo y yo….
- Hugo y tu…
- nos acostamos anoche.
- prima estas loca, lo conoces de cuatro días y os habéis acostado ¡ya!
- es que es tan mono y tan dulce, si lo conocieras bien…
- no hace falta, es el cuñado de Melisa.
- Melisa la chica que te gusta.-se escucho un silencio- bueno te dejo que e quedado con el a las 5 y no me va a dar tiempo a arreglarme.
- ¿Dónde vais a ir?
- al bulevar, de compras.
- pasarlo bien- yo estaba en la cama, conteniendo mi ira pero poco a poco se fue bajando.- Mel, puedes salir de la cama.-Salí al instante, Eneko me ayudo a levantarme, me miraba a los ojos sabia que quería ver.-Mel, será mejor que nos vayamos de aquí.-dicho eso desaparecimos y volvimos a estar en la casa de Eneko de la montaña.-ya esta- abrí los ojos y hay estaba el.
- Eneko, dime que no han sido alucinaciones mías.
- no- dijo negando con la cabeza.
- ¡será mamon!, yo lo mato.- me puse histeria- como se atreve tan siquiera… ¡ja! Y yo sintiéndome mal por que estaba enamorándome de ti-dije señalándole.
- Mel, calma.
- que me calme, perdona un momento fui al cajón de la mesilla y saque una hoja, era la hoja de cosas buena y malas de Eneko y Hugo. Y puse una cosa más en Hugo en las cosas malas.

Mamon mentiroso y liante.

- Mel, deja eso-dijo quitándome el lápiz de la mano.
- no, quiero hacerlo-comencé a llorar.
- no tienes que tranquilizarte, es normal que le quieras y estés así.
- ¡OH! Sí, claro que le quiero, ¡pero matarlo con mis propias manos por cerdo!
- Mel, no le estoy justificando pero debes tranquilizarte, que no se note que te duele
- bien, ves ya estoy mas tranquila-dije mientras me sentaba en la cama, y respiraba más pausadamente.
- así es mejor-dijo cogiéndome una mano mientras se sentaba a mi lado, con la otra me agarro los hombros atrayéndome hacia a el, no sabia lo bien que me estaba sentado estar con el, ahora sabia mas que nunca que a quien había querido toda la vida fue a el.
- Eneko
- dime
- ahora me crees cuando te digo, que tengo las cosas claras.
- si, te creo.
- entonces…
- no Mel, una cosa es que te entienda y otra cosa es que empecemos algo, primero has de hablar con Hugo.
- si, ¿por que no ahora?
- por que debes calmarte.
- no, de veras estoy mejor- le estaba mintiendo tenia mucho odio y si le tuviera delante le hubiera hecho picadillo.
- Mel- me soltó la mano y me cogió la barbilla moviéndola hacia el, estábamos a escasos centímetros- estas dolida si hablas con el ahora harás cosas que no quieres.
- Eneko si estas junto a mi, me controlare.
- no de eso nada, si yo hay de carabina.
- no de carabina no, como mi novio.
- no no y no,-dijo soltándome de la mano y levantándose- primero debes hablar con el, si yo estuviera allí le partiría la cara, creeme.
- vale, pues estarás cerca ¿verdad?
- si, de acuerdo.-me levante y le abrace colocado mi cabeza en su pecho ya agarrandole de la cintura, al principio el se quedo con los brazos muertos sin abrazarme, pero luego me abrazo.-Mel, me vas a volver loco.
- lose, pero no tengo solución-le sonreí.
- haber lo primero es lo primero-miro su reloj-son las 3:15 tenemos tiempo suficiente para que te arregles como nunca y vayamos a que le cantes las cuarenta a Hugo.
- me parece buena idea- en ese momento me acorde de mi padre no le había llamado a mi madre- antes dame dos minutos-dije sacando el móvil-tengo que llamar a mi madre, no la he llamado todavía.
- bien, no tardes mucho.- abrí la tapa del móvil y marque el numero de mi madre, un tono...
- Mel, ¿Dónde estas?
- hola mama
- hija se puede saber por que no has llamado hasta ahora.
- si llame, le llame a papa.
- no hija, ahora mismo te traes tus cosas y vuelves a casa.
- ¡NO!
- a mi no me chilles jovencita.
- mama, perdona.
- nada cariño, se puede saber que a pasado.
- reñí con Hugo, no preguntes.
- estas bien
- si mama, necesito estar un tiempo sola, solo eso.
- hija mía no se que voy hacer contigo, bien pero estarás antes del cumple.
- si mama, llegare un día antes.
- muy bien, hija tengo que decirte una cosa y no se como te va a sentar.
- que pasa mama.
- veras he estado hablando con la madre de Eneko y hemos pensado que como todos sois amigos pues…
- di
- que sino te importa que celebremos la fiesta de cumpleaños todos juntos.
- mama, a que viene eso ahora, siempre la hemos hecho juntos.
- si cariño es cierto, pero ahora eres mayor de edad y Eneko y tu no os lleváis muy bien que digamos- “si supiera ella”pense para mi.
- mama, las cosas cambian por mi no hay problema habla con la madre de Eneko y que le pregunte a el.
- me alegro cariño, veo que estas madurando; marga llama a Eneko
- por mi hija no hay problema.
- mama ¿con quien estas?
- con marga cariño poniendo al día lo de la fiesta.
- mama, no le habrás dicho a marga que salgo con Hugo
- no cariño eso te toca a ti, en eso no me voy a meter.
- gracias mama, pero bueno vas a ser la primera que lo sepa, Hugo y yo lo hemos dejado y no me compadezcas.
- esta bien, ¿tu como te encuentras?
- bien mama, bueno cuando vuelva ya te contare.
- besos cariño.-colgué y en ese instante sonó el móvil de Eneko.
- es mi madre- dijo Eneko
- cógele
- hola mama- me dijo con la mano que me acercara, puse el oído sobre el teléfono con el.
- Eneko, estoy con la madre de Melisa y estamos organizando la fiesta de vuestro cumple, ¿a ti no te importara que lo hagáis juntos, verdad?
- no mama para nada.
- me alegro cariño, has dicho lo mismo que Melisa.
- ¿de verdad? Gracias mama.
- si cariño, por cierto, que habrá que ir de gala,¿sino te importa?-
- Eneko me miro, y yo le dije que si con la cabeza.-Eneko
- si mama perdona, por mi no hay problema y por Melisa creo que tampoco.
- si, te acuerdas lo guapa que estaba con ese vestido rojo.
- si estaba muy guapa, pero mama podríamos hablar en otro momento.
- ¡OH! Perdona, bien cariño.
- besos mama
- una cosa más, llama a Mel.
- ¿por?
- su madre me ha dicho que esta mal, y que ha ido hacer un viaje sola para estar tranquila.
- la llamare.
- gracias cariño, adiós
- adiós mama-colgó.
- luego me quejo de la mía.
- esto no es nada, siempre le gusta estar de casamentera.
- jajaja, me da a mi que esta vez no va a necesitar ayuda.-el comenzó a reírse
- venga cambiate, fui al baño y me duche, Salí con la toalla nada
- mas y con el pelo rizado y mojado, Eneko estaba tumbado en la cama, con los ojos cerrados; fui al armario y saque una minifalda vaquera algo corta pero no mucho, luego una camiseta de tirantes negro y del bolso grande saque unos tacones negros, volví al baño al girarme me pareció ver a Eneko cerrar los ojos, pero igual eran imaginaciones mías, tarde un rato, mire el reloj eran las 4:45 de la tarde, Salí del baño y fui a despertar a Eneko, se había dormido.
- Eneko despierta- Eneko abrió los ojos, y me cogió de la cintura y me puso en el otro lado de la cama, todo en un momento, fue muy rápido.
- Mel, dame un minutito mas, tengo sueño.- en eso me cogió de la cintura y se apoyo en mi pecho y se quedo dormido de nuevo, estaba muy mono pero había que irse, le deje dormir otros cinco minutos y le desperté.
- Eneko, venga son menos 10, despierta dormilón-le dije zarandeándole por el hombro.
- ¿eh? Si perdona, pero…-se puso rojo-perdona.
- ¿Qué dices? Anda ve a lavarte la cara- se fue al baño y salido con el pelo todo mojado, alzo la vista y se me quedo mirando y abrió los ojos casi se le salían de las orbitas- ¡oye! – me puse roja
- ¿Qué?
- no nada, pero hijo que mirada- se puso entonces rojo el
- veo que me has hecho caso.
- si bueno…
- venga vamos para allí- se puso detrás mío, me agarro de la cintura y me dijo al oído- no me sueltes guapísima- yo me puse colorada, tener cumplidos de Eneko, vale, me había dicho muchos pero como ese, no.-abre los ojos.-los abrí estábamos en el parking.
- donde han quedado
- en la entrada, no me lo han dicho pero en un descuido le leí la mente.
- bien hecho, Enekito.
- ¡oye! Sabes que no me gusta- le puse caritas.-en fin, vas hacer lo que quieras.
- bueno vamos para allí-dije dirigiéndome a la salida del parking.
- todavía no, antes tengo que hacer una cosa.-me cogió de la cintura y empezamos a dar una vuelta sobre nosotros mismos, mientras el decía unas palabras-aquillo que non queira ser visto que non se vexa. - me quito la mano de la cintura.
- que es lo que has dicho.
- nada un conjuro, era gallego.
- perdona pero yo el gallego no es mi fuerte.-dije con una sonrisa vacilona.
- he dicho, aquello que no quiera ser visto, que no se vea.
- y ahora no nos ve nadie.
- eso es, nosotros no queremos que nos vean, por eso te e agarrado por que el conjuro, lo he hecho para nosotros dos.
- bien-dije con una sonrisa de niña mala, cada vez esto de la magia me gustaba más.
- vamos-dijo cogiéndome de la mano, fuimos a afuera y vimos a
- Claudia con unos piratas blancos ajustado y con una camiseta roja de tirantes con escote, en ese momento apareció Hugo y la dio un beso muy apasionado, yo me controle bastante pero quería matarlo hay mismo, Eneko me agarro la mano, y se acerco a mi oído-ahora no, espera.
- esta bien, y ¿ahora que hacemos?
- mirar
- ¿mirar? Perdona Eneko, pero no soy una mirona.
- hay, por dios Mel, no puedes aparecer de repente delante de mi prima así sin más.
- ¿Por qué no?
- muy sencillo, estas fuera de aquí, si mal no recuerdo en ¡ALICANTE!
- si bueno eso tiene sentido.
- bien, esperaremos a que veas a Hugo solo y hablas con el y nos vamos, le dices para quedar.
- no es mejor llamarle por el móvil, haber que mentira me cuenta.
- si pero eso mas tarde, así mi prima se enterara que le esta engañando.
- ¡OH! Rápido que se mueven- me cogió de la mano y entramos dentro del centro comercial, por la puerta que hay una esfera encima gigantesca, ellos se dirigieron a la cafetería y pidieron dos cafés, nosotros como no nos veían nos quedamos al lado, quietos como dos pasmadotes.
- te he echado de menos, mi amor-dijo Claudia, toda melosa mientras acariciaba la cara de Hugo.
- yo también cariño, pero no podemos estar todo el rato juntos.
- otra vez con esa ¡no!, estoy harta de la niñata esa y de tus padres.
- ten un poco de paciencia, solo debo seguir siendo el novio ideal y ella volverá a mis brazos.-dijo con cara de malicioso
- no quiero que te cases con ella, quiero que te cases conmigo.
- eso será mas adelante, cuando ella tenga una niña…
- ¿si?-pregunto Claudia ansiosa.
- la mataremos y tú pasaras a ser mi reina.
- ¡OH! Mi amor, después de estos años parece que has aprendido algo, ahora entiendo por que te quiere tanto mi abuelo.
- tenemos un pequeño problema.
- ¿Cuál?
- tu entupido primo Eneko.
- ¿Qué pasa con el?
- va detrás de ella
- eso no es problema, siempre ha ido detrás de ella-dijo cogiendo la taza y dándole un sorbo.
- el problema es que Melisa ahora siente algo por el.
- ¿Mel? ¿Por mi primo?-empezó a toser-vaya con mi primo parece que va aprendiendo ¡por fin!
- no ves que nos arruinan nuestros planes.
- Hugo querido, eso no sucederá ella esta colada por ti hasta los huesos, recuerdas te dio su llave.
- si yo le di la mía.
- lo se me la quitaste para dársela a esa niñata.
- y lo peor de todo, es que ayer vino su padre ha hablar conmigo.
- ¿Qué le dijiste?
- nada, que le iba a decir, solo le dije que nos habíamos enfadado por tonterías y que necesitábamos tiempo para los dos.
- ¿no? Y
- se lo trago- dijo el triunfante; yo ya no podía mas, solo quería partirle la cara, pero Eneko me agarro fuertemente y me tapo la boca.
- Mel espera –dijo susurrándome al oído.
- querido eres el rey de las artimañas, has hablado con ella.
- no, estoy haciendo eso de que me llame ella, para parecer un novio comprensivo- dijo riéndose y ella le acompaño en la risa.
- cariño he de contarte una cosa.
- cuéntame
- hoy e estado hablando con mi primo, y le e contado que e conocido a un chico maravilloso.
- y no le habrás dicho que soy yo-dijo en tono algo enfadado.
- si, y bueno que estamos empezando una relación-dijo bajando la voz.
- Claudia, por que…
- tenia que seguir con el papel de chica que esta loquita por ti.
- tu primo ha dicho algo.
- nada, solo que tú y Mel erais cuñaos.
- a vale, lo que me recuerda que e tenido que aguantar a mi hermana una hora.
- ¿y eso?
- uff adora a Melisa, y es por que esta enamoradísima de el hermano de Mel, que si Juan esto que si Juan esto otro.
- que más da eso.
- mucho, mi hermana quiere a Melisa como a su hermana pequeña, si se enterase lo que le voy a hacer, estoy seguro que la elegiría a ella antes que a mí.
- cariño, cuando todo esto termine podrás decírselo a tu hermana.
- eso no va a ser posible-dijo mientras apoyaba su cabeza sobre su mano- si mi hermana se entera, se enterara Juan.
- entiendo, bueno si te pregunta Eneko por lo nuestro di que es una tapadera para estar mas cerca de Mel.
- si es buena idea, ya lo había pensado.
- has terminado tu café-dijo Claudia con una sonrisa de lado a lado.
- si, venga vamos.
- cariño, tengo que comprarte otra camisa la que te elegí para la fiesta ya no sirve, la fiesta de cumpleaños es un acto serio vamos a ir todos de gala, los chicos de…-fui oyendo palabra por palabra, mientras el tono de Claudia iba disminuyendo, estaba petrificada, no solo me quería matar parte de la familia de Eneko también les ayudaba Hugo en sus planes, Eneko me tiro y bajamos otra vez al parking, el recito unas palabras no le preste atención, seguía en mi trance.
- Mel, tenemos que irnos.
- ¡eh! Si perdona.
- agarra fuerte-me agarre a el lo mas fuerte que pude y cerré los ojos-ya estamos en casa-los abrí, la cabaña de Eneko la estaba considerando mi casa.
- Eneko, yo…
- lo se, yo tampoco entiendo nada.
- lo primero que voy a hacer…
- tomarte una tila- dijo mientras me sentaba en la cama.
- no estoy para tilas ahora-pero el no me hizo caso seguía en sus trece, calentó agua en el microondas y trajo dos tazas una para el y otra para mi.
- tómatelo, nos vendrá bien.
- Eneko, le voy a llamar.
- ¿para que?
- solo para saber que me contesta.
- Mel, no merece la pena.
- lo voy a hacer, haber que se inventa.
- haz lo que quieras-dijo con mala cara, saque el móvil y empecé a marcar el numero, con la mano le dije a Eneko que escuchara, el se acerco y escuchamos los tonos, uno, dos, tres.
- hola pekeñaja
- hola
- dime
- nada estaba aburrida, pensando en ti- mientras decía eso, hacia con el como hacia la boca como arcadas.
- yo también pienso todo el día en ti mi amor.
- ¿Qué estas haciendo ahora?
- nada, solo estaba de compras, comprando tu regalo de cumpleaños.
- ¿deberás?
- nada sigue comprando, te dejo peke ya viene el autobús.
- te quiero pekeñaja.-colgué, no quería decirle más de lo que debía.
- ¡SERÁ CINICO!
- Mel, tenemos que hablar con mis hermanos.
- y si están implicados.
- ¡MELISA!
- ¿Qué? MIRA HUGO YO CREIA QUE ERA TRIGO LIMPIO
- Y AHORA EL MUY MAMON ME A ESTADO ENGAÑANDO.-Eneko se acerco a mí y me abrazo.
- Mel tienes que confiar en mi y mis hermanos, hemos hecho mucho para que tú sigas viva.
- lose, pero apoyándome estoy poniendo a todos en peligro.
- Mel no pienses eso, tenemos que aclararnos ahora las ideas.
- se lo tengo que contar a mi padre.
- no, eso no.
- ¿Por qué?
- nos pondrías en peligro a mis hermanos y a mí.
- perdón, yo no quiero eso, solo quiero aplastar a esa cucaracha.
- ya lo aremos, lo primero es hablar con mis hermanos.
- les llamo.
- no deja, ahora vengo.
- no te vayas.
- tranquila, aquí estas a salvo, solo tardare dos minutos.
- aquí esperare.-desapareció.

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