lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 22-PAREJA PERFECTA

-abre los ojos, corre no tenemos mucho tiempo tus padres han de estar por llegar- abrí los ojos estábamos en un parking.
-¿Dónde estamos?
-en el aeropuerto de Vitoria, en Foronda, vamos por aquí- subimos a la planta superior y Hugo me llevo a la cafetería.
-¿Por qué me llevas a la cafetería?
-para que tu madre no sospeche, ahora llamare a tu padre para decirle que hemos llegado una hora antes.
-vale- cogió el teléfono y hablo con mi padre y colgó.
-¿Qué te ha dicho?
-¿Qué están aparcando en el parking?, será mejor que pidamos algo, por que sino…
-pídeme un zumo de naranja.
-ahora vengo- se levanto y fue al mostrador, y vino con un cola-cao y una copa de zumo.-aquí tienes, recién exprimido-dijo con una sonrisa de lado a lado.
-gracias- le sonreí y empecé a beber de la copa, cuando vi a mis padres, mi madre estaba un poco perdida- mira fíjate, hay vienen mi padres- el se giró y miro hacia la dirección donde señalaban.
 si ya los veo tu madre parece un tanto perdida.
 mi madre odia los aeropuertos, es muy extraño que este aquí.
 a mi no me lo parece, tu madre te quiere mucho.
 lose.
 Mel no tienes por que fingir nada.
 sino lo hacemos, nos descubrirán, así que… hola mama-dije levantándome.
 hola mi niña, como estáis- me abrazo y me dio un beso- hola Hugo- le dio un beso también a el.
 bien mama, hola papa-me fui donde el y le abracé; estaba bien.
 dios Melisa, me vas ahogar.
 perdón papa, es que os he echado mucho de menos.
 ya veo ya, hola Hugo ¿Qué tal el viaje?
 uff muy cansado, pero bien-dijo Hugo como si nada.
 venga vamos al coche, estaréis cansados y querréis dormir un poco, Juan y Selene os están esperando en casa muy impacientes.
 ¿de verdad? Tengo ganas de ver a mi hermano.
 ¿Mel estas muy rara?-dijo mi padre, pero Hugo enseguida me ayudo.
 es que los aires de new york , la han trastornado un poco, a que si cariño.
 si, será eso-dije sacándole la lengua, hasta ahora no iba mal la cosa, llegamos al parking y mi madre no paro de hacer preguntas sobre el viaje, así que saque las fotos del bolso y se las enseñe así estaría un rato entretenida; llegamos a casa y mi padre aparco en la cochera, al momento apareció mi hermano con Selene, ella vino corriendo hacia a mi y me abrazo.
 cuñada, no sabes cuanto te he echado de menos.
 yo a ti también, te tengo que contar muchas cosas.
 si, me tienes que contar que habéis hecho mi hermano y tu en las ameritas.
 Selene, deja un momento a mi hermana para mi, ven enana dame un abrazo.
 Juan, no me llames… da igual- le abracé- cuanto me alegro que estés bien hermanito, te he echado mucho de menos.
 yo a ti también, tanto tiempos sin meterme contigo, aunque lo he intentando con Selene, pero no es lo mismo.
 y que lo digas a estado de un pesado-dijo Selene quejándose.
 hola Hugo, tío te tengo que enseñar mi proyecto de fin de carrera, ya lo tengo todo planeado.- mi hermano y Hugo se perdieron al cuarto de mi hermano y yo me fui con Selene y mi madre a la cocina, mi padre vino con nosotras.
 ¿Qué te apetece tomar?
 nada mama, tengo el estomago algo revuelto e tomado el zumo pero no me apetece nada mas, solo quiero descansar.
 si quieres vete a acostarte un rato, las maletas luego te las subo.
 no deja mama, ya las subo yo, además os tengo que enseñar todo lo que me he comprado, jijiji no veas, allí la ropas es mucho mas barata, hay centros comerciales que eso parece una ciudad.
 madre mía, tu y la ropa, al final no se donde voy a meter tanta ropa.
 mama, si tan poco tengo tanta.
 Mel, creo que hay tiene razón tu madre-dijo mi padre, pero esperaba que dijera algo mas- pero Ruth, tu también eres como tu hija, vamos que tu hija tiene a quien salir.
 Javi, no lo dirás por lo que me compro, por que para cuatro trapitos que tengo.
 Ruth, pero si tienes un vestidor entero lleno de trajes de noche.
 Javi no voy a discutir, además si me los compro es por que no se puede repetir vestido para otra fiestas.
 si lo que tu digas, pero los hombres con cambiarnos de corbata o camisa nos vale, pero vosotras...-hay ya me tuve que meter.
 nosotras ¿Qué?, mama tiene razón no podemos repetir vestido, que quieres que seamos la comidilla de la fiesta, como los hombres en esas cosas no os fijáis, pero nosotras si.
 bien dicho hija- mi padre sonrió triunfante había conseguido que mi madre y yo nos uniéramos contra el.
 será mejor que me vaya, no puedo luchar contra tres mujeres- dijo mi padre.
 Javi yo no he dicho nada- dijo Selene.
 si te doy un poco mas de tiempo, seguro que también hubieras dicho, así que… me voy, me alegro que ya estés en casa- dijo acercándose a mi dándome un beso en la frente, yo le abrace por la cintura, pero no podía cogerle todo, con la tripita que tenia era algo complicado.
 yo también papa, bueno será mejor que me vaya a mi habitación, Selene me acompañas.
 si claro- dijo mientras nos levantábamos las dos de las sillas.
 venga, descansa luego ya os prepare algo para que comáis.
 vale mama- le di un beso, subimos las escaleras y la puerta del cuarto de Juan estaba abierta se le veía muy entusiasmado, enseñando algo a Hugo en el ordenador.
 espera que llamo a Hugo para que venga a estar contigo.
 no déjale con mi hermano, aremos tiempo mientras te enseño todo lo que he comprado, además te he traído a ti también un regalo.
 ¿a mi? Que es.
 espera, ahora te lo daré; a mi hermano le he comprado unos calzoncillos de mickey Mouse, jijiji.
 anda, vamos – entramos en mi habitación y deje la maleta tirada en el suelo, la abrí con cuidado, saque varios paquetes, el de mi padre, que era un delantal que decía en ingles “padre del año”, a mi madre le había comprado un abrigo de lana veis, me gusto para mi pero a mi madre le quedará mejor, encontré el regalo de Selene y se lo entregue era un corpiño, verde champán.
 toma esto es para ti- ella lo cogió, y empezó a abrirlo.
 muchas gracias, no tenias por que… ¡OH! Es precioso, me encanta, como sabias… me encanta este color.
 a mi también, me acorde que reciclabas los vestidos y pensé que esto te vendría bien.
 mucha gracias Mel, me gusta mucho- me abrazo y me dio un beso
 de nada, me alegro que te haya gustado tanto, estuve pensando que color no tendrías y me decidí por este al final.
 ¿Qué estáis armando chicas?-dijo Juan entrando en mi habitación.
 mira cariño, lo que me ha regalado tu hermana.
 bueno Hugo también, es de los dos.-dije yo a todo correr.
 gracias hermanito.
 de nada-dijo Hugo viniendo hacia a mi y abrazándome por detrás de la cintura- Mel dale a tu hermano el suyo.
 ¿para mi también hay? Miedo me das, con esa cara que habéis puesto los dos.-cogí el paquete de mi hermano y se lo lance y lo cogió al vuelo.
 vamos a ver-dijo tocando el paquete sin abrirlo- es algo de ropa.
 venga ábrelo-dijo Selene.
 si anda, no juegues con el regalo- le regañe yo.
 vale, vale ya lo abro- abrió el paquete y comenzó a reírse-muy bonitos, encima blancos por si me cago que se vea, mira y con el ratoncito de disney.
 se dice mickey Mouse, de verdad mira que eres burro- le dije a mi hermano riendo.
 muchas gracias, me a gustado mucho, de verdad.-dijo mientras se los ponía sobre los pantalones- mira mi talla, has acertado.
 si no era difícil, cogimos la talla más pequeña, ya sabes como no hay mucho que recoger- dijo Hugo.
 ¡oye! Pero bueno, tu...; que hermanita ¿esta dotado aquí el muchacho?- dijo mi hermano riéndose, yo me puse roja, me acorde de la noche anterior, e intente que no se notara.
 a ti te lo voy a decir, venga ya.
 Selene será mejor que nos vayamos, aquí la parejita querrá dormir, o lo que sea.
 serás… si anda iros- dije enfadada con mi hermano.
 que descanséis- le di un beso a Selene y se fueron los dos, dejándonos solos en mi habitación.-que sueño tengo.
 mira que eres dormilona, ¿no te cansas?-dijo Hugo.
 no la verdad es que no-dije bostezando- tu no tienes sueño.
 si algo si, pero…-miro a la cama, no me había dado cuenta que tendríamos que dormir juntos.
 no había pensado en ello, esto…será mejor que durmamos juntos, habrá que irse acostumbrando ¿no?
 si no quieres… lo entiendo.
 deja de decir tonterías, estamos juntos en esto y hay que hacerlo con todas las consecuencias-me di cuenta lo que había dicho, y enseguida rectifique-bueno con casi todas.
 si, claro, por supuesto; ¿dormimos?
 si voy al baño a cambiarme, tú hazlo aquí, chilla cuando estés listo, para…
 si así lo are- sin mas que hablar, cogí un pijama del armario, y me fui al baño.
 ya estoy listo-dijo Hugo al otro lado de la puerta, del susto casi me caigo dentro de la bañera.
 yo ya salgo-dije gritando, me termine de poner el pantalón y Salí del baño.
 estas muy guapa- llevaba mi pijama de hello ketty, me puse roja, me lo había comprado hacia mucho, pero apenas me lo ponía.
 gracias-dije yendo hacia la cama, el se quedo de pie.-pretendes dormir de pie.
 no es que… me da vergüenza dormir contigo.
 ¿Qué te da, que?, me estas tomando el pelo, si hemos dormido muchas veces juntos.
 ya pero no es lo mismo-dijo el con voz muy baja y apagada, me levante de la cama y le cogí de la mano trayéndole a la cama.
 mira deja de decir tonterías, ahora vamos a dormir- fue el a hablar, pero le corte- por una vez vamos a dormir sin mentiras.-el sonrió y se tumbo en la cama mirando hacia mi.
 en eso tienes razón, ya no mas mentiras; ya no.
 se agradece y ahora a dormir-dije dándole la espalda; llevábamos un rato callados cuando sentí la mano de Hugo en mi espalda, un escalofrió recorrió todo mi cuerdo y me di la vuelta, estábamos los dos cara a cara.
 perdón, yo no… perdona por despertarte.-me puse roja.
 tranquilo, no me has despertado; ¿querías algo?
 si, me preguntaba… déjalo duerme, tenemos que descansar- dijo eso y acto seguido se dio la media vuelta; yo me incorpore en la cama y cruce los brazos.
 es que ahora hay secretos, venga ya Hugo, ¡suéltalo!-pero el ni se inmuto- deja de hacerte el dormido, que ni mi abuelo se duerme tan rápido- sigue moviéndole el hombro, el abrió los ojos y se incorporo a mi lado, nuestros hombro estaban pegados.
 no tienes por que responder-suspiro- no tienes curiosidad, por que a ti no te he borrado la memoria.- me sorprendió su pregunta, no me la esperaba, la verdad es que no me había parado en pensar en eso.
 no, pero ahora que lo mencionas… dime ¿Por qué?
 quise hacerlo, pero…no se al final no lo hice…quería que siguieras siendo tu.
 si lo hubieras hecho, seguiría siendo yo igualmente.
 si, en forma de ser, pero no seria justo-dijo el a regañadientes.
 claro, es mas justo que sufra contigo.
 yo no quería decir eso, Mel, quería que supieras la verdad no quería engañarte.
 que se supone que tengo que hacer ahora, darte las gracias, pues no.
 no te las he pedido-dijo seco y enfadado.
 tampoco te las iba a dar, aunque pensándolo bien, ¡hazlo!
 ¿Qué? No de ninguna manera.
 Hugo, será mejor para todos; yo no tendré que pensar mas en todos, y lo que estoy haciendo.
 no lo voy a hacer, y no me vas a cambiar de opinión.
 pero si es mejor para todos, mira tu seguirás siendo mi novio y yo… yo.. te corresponderé, sin más.
 ¿te crees, que yo…? No lo hago por mi, ¿sabes?-dijo levantándose de la cama.
 Hugo, ven aquí; no te vayas.
 si será mejor que me vaya a dar una vuelta.-yo me levante y me acerque a el.
 si en pijama, que gran idea- le cogí de la mano y le tire hacia la cama, pero el ni se movió- anda deja de ser tan tozudo y entra en razón.
 ¿Qué entre en razón? , la que tiene que entrar en razón eres tu.- le solté de la mano y le mire fijamente a los ojos.
 sabes de que me estoy acordando- me acorde de las clases de filosofía, en el instituto, nuestra profesora nos dijo una frase que ahora tomaba mas protagonismo en mi vida, del que jamás me hubiese imaginado.
 ¿de que? Sorpréndeme- dijo amargamente.
 una vez escuche que… la ignorancia es la base de la felicidad.
 ¿Qué quiere decir con eso?
 todo, es que no lo entiendes- le agarre de los hombros y le mire a los ojos, mi rostro estaba muy cerca del suyo.- si tu me borras todo lo sucedido, entonces… yo ya no sufriré mas.
 si, pero lo sabré yo, yo no puedo tenerte sabiendo…- pero le calle dándole un beso, no se por que lo hice, pero no se me ocurrió otra cosa; el me respondió al beso y empezamos a besarnos apasionadamente, yo le estaba respondiendo, pero una parte de mi se estaba rompiendo, ya que me estaba acordando de Eneko; Hugo debió de darse cuenta, y me soltó.
 ¿Qué haces?
 no hagas lo que no sientes.-dijo enfadado, mientras cogía el vaquero que había sobre la silla.
 ¿de que hablas?-dije intentando, ocultar mi pánico; sabia que sino lo convencía hoy, no lo conseguiría.
 lo siento, pero no te hagas la que no sabes.
 Hugo…
 le quieres, y no lo niegues; mientras me besabas pensabas en el.
 yo….- me acerque mas a el y le cogí de la mano, pero el me soltó como si un calambre hubiera notado al sentir mi mano.
 no pasa nada, lo entiendo- dicho eso, desapareció; yo me quede sola, mirando a donde antes estaba el; tenia que hacer algo, pero no sabia el que, así que me concentre y intente saber en que estaba pensando el.
 “ella no me quiere, y me besa; ¿Por qué?; si ella supiera cuanto la amo, pero… ella no lo deber saber nunca, he de mostrarme frió, la próxima vez no seré tan débil, lo debo hacer por ella”

No podía creer lo que había escuchado, sin pensarlo dos veces intente algo que jamás había hecho, me concentre en el y me tele trasporte, abrí los ojos y estaba en un campo, mire un poco mas a mi alrededor y pude ver el lago, este sitio me resultaba familiar, estaba en Litago, aquí había estado antes con Hugo; aunque un poco, pero no vi a Hugo por ninguna parte, me concentre un poco mas en sus pensamientos.

 “que buena esta , si todo fuera tan fácil , como la vida de este pez”

Inmediatamente, fui corriendo al lago y hay estaba el, en calzoncillos, unos bóxer negros; yo no sabia si irme o no; pero me quede, me quite el pijama y me quede en ropa interior, no me dio tanta vergüenza por que parecía mas un bikini, era en un estampado de lunares de muchos colores; me sumergí en el agua y nade hasta donde estaba el, el parecía no darse cuenta; cuando llegue a su altura le rodee con mis brazos su cuello por detrás, el se sobresalto y me hizo una llave, me introdujo dentro del agua, empecé a ahogarme, la vista se me nublo, y lo vi todo negro.

 ¡Melisa, por favor! Dios que he hecho-sentí los labios de Hugo posar sobre los míos, y una bocanada de aire entro en mi boca, pasando sobre mi garganta, produciéndome una terribles ganas de toser y vomitar; me incorpore y vomité todo el agua sobre Hugo, el me abrazo- ¿estas bien? Creí que te perdía, lo siento.
 Hugo… me encuentro un poco mareada.
 será mejor que vayamos a casa de mi madre.
 no, no por favor, quédate aquí conmigo- empecé a temblar de frió, el aire corría un tanto frió, y me puso la carne de gallina, Hugo me abrazo mas fuerte y atrayéndome mas a el, hasta ponerme sobre sus piernas.
 tranquila, nos quedaremos un rato mas aquí- dijo mientras me acariciaba con dulzura el pelo.
 Hugo, tienes…- pero el no me dejo seguir hablando.
 Mel, no empieces otra vez… descansa- me cogió en brazos y se puso de pie.
 ¿Dónde vamos?
 a casa- no pude hablar mas, el cansancio me gano y quede dormida en sus brazos; al menos le tenía conmigo.
 Mel, despierta-dijo Hugo acariciándome la mejilla, yo abrí poco a pocos los ojos, estábamos en mi habitación.
 ¿e? me fije en mi, todavía estaba en ropa interior, me tape la cara con las sabanas, que vergüenza, la cama estaba algo mojada, estaba claro que Hugo me había dejado en la cama sin miramientos, tan solo me había tapado con la sabana, la que para mi desgracia estaba algo mojada.-¿Cuánto he dormido?
 bueno, digamos que… son las 4 de la tarde, unas cuantas horas; ¿Cómo te encuentras?
 bien, gracias- escuche la voz de mi madre, así que me alce hacia delante cogiendo la colcha y me tape hasta arriba- Hugo metete en la cama, corre.-Hugo, lo hizo sin dudarlo un momento el me dio la espalda, y mi madre estaba a punto de entrar en la habitación, así que le agarre de la cintura y puse mi cabeza sobre su espalda.
 (Mel)-dijo Hugo.
 (¿Qué?)
 (la mano, quítala de mi estomago, me haces cosquillas)- yo sonreí.
 (te aguantas, por haberme ahogado)
 (te salve)
 (era lo menos que podías hacer, ahora intenta no moverte mucho mi madre va a …)- sentí a mi madre entrar en la habitación, una mano se poso en mi hombro.
 Mel, cariño.- yo me hice la recién despertada, algo que no me costo mucho.
 mmm….
 Mel, soy mama, anda levántate, son mas de las 4 de la tarde.
 ahora, nos levantamos-dije bostezando.
 me voy, os he dejado comida en la nevera, si queréis algo estaré en casa de marga.- un nudo apretó en mi estomago.
 gracias mama, ahora iremos a comer algo, primero he de despertar aquí al niño, parece un oso en hibernación.-mi madre sonrió.
 os dejo- me dio un beso en la frente y se fue cerrando la puerta.
 ¿Qué has querido decir con eso del oso?
 que duermes mucho- dije sacándole la lengua, riéndome.
 ¿Cómo? Pero si tú pareces la bella durmiente.
 gracias, pero en dormir me ganas tu- el se abalanzo sobre mi y comenzó a hacerme cosquillas.- Hugo para… por favor- no podía parar de reírme, intente quitármelo de encima, pero debido a las cosquillas mi fuerza era inexistente.
 ¿te rindes?
 si me rindo-dije dejando caer mis brazos sobre la cama, Hugo los tenia agarrados por su manos, el bajo la guardia y yo con una pierna le alce y le puse enfrente de mi, nuestras caras estaban una delante del otro, a escasos milímetros, podía sentir como respiraba agitadamente.-Hugo…
 Mel…no…- le bese, quería hacerlo, no pude resistir; no lo hacia por pena, sino … no lo se, o quizás si lo sabia, pero no quería reconocerlo; el intento deshacerse de mi, pero no pudo, antes de que reaccionara, las tornas habían cambiado ahora yo estaba encima de el, y le estaba besando, el se rindió a mis besos y siguió besándome, no se que paso pero comenzamos a besarnos mas intensamente, sentir los brazos de Hugo como me rodeaba la cintura, hasta ponerse el encima mía, yo le agarre el cuello, y seguimos besando, pero cuando… todo estaba ya fuera de mis manos, ya no era yo sino mis instintos, alguien nos interrumpió.
 Melisa, estáis….- dijo mi hermano- perdonar-dijo tapándose la ojos- luego… esto… adiós- salio de la habitación, cerrando la puerta tras de si.
 Mel-dijo Hugo mirándome con pánico.
 Hugo, será mejor que nos vistamos-dicho esto Salí de la cama y fui al armario cogí algo de ropa y me dirigí al baño; cerré la puerta con pestillo, “!dios que he hecho, no puede ser!” pensé para mi, sin querer pensar mas, me quite la poca ropa que llevaba, y me puse debajo de la ducha no quería pensar mas; mientras me duchaba recordé lo que había pasado hace escasos minutos, ¿Qué estaba haciendo?, estaba confundida, antes todo era mucho mas fácil, como si fuera blanco o negro, pero Hugo no lo podía odiar, ahora no, después de todo ahora Hugo para mi era gris, amor odio, no se; Salí de la ducha y me puse la ropa rápidamente, me peine el pelo y me lo deje suelto, se me había ondulado un poco, Salí de baño y fui a decirle algo a Hugo, pero allí no había nadie; sale de la habitación y fui escaleras abajo, seguro que estaban los dos en la cocina, pero para mi sorpresa estaba también Selene; me acerque a Hugo un tanto colorada, mi hermano nos miraba divertido, Hugo me cogió de la cintura y yo le bese en los labios, el no esperaba mi reacción.
 hermanito, ni que fuera tu primer beso.
 ¿e?-dijo Hugo haciendo como si no hubiera escuchado.
 Hugo, ¿comemos?
 si claro- fui a levantarme, pero Selene no me dejo.
 deja-dijo mientras nos preparaba la comida.
 ¿Qué vais hacer esta tarde?- pregunta mi hermano.
 no se, tu que dices Mel.-dice Hugo.
 No se peque, llamare luego a Itxaso ¿si te parece bien?
 vale, iremos a ver a tus amigos.
 la llamare ahora- cogí el teléfono y marque el numero de Itxaso.
 ¿si?-dijo la madre de Itxaso.
 soy Melisa, esta Itxaso.
 si, espera; Itxaso, Melisa al teléfono.
 si, dime, me pillas por los pelos iba ahora a irme con Raúl a casa de Eneko, van hacer un barbacoa.
 te llamaba, para decirte que estaba ya aquí y para quedar.
 veniros Hugo y tú, a las cinco en casa de Eneko.
 hay estaremos.-colgué.
 ¿Qué te ha dicho?- me pregunto Hugo, mientras me daba un beso en la mejilla, yo me puse roja.
 que en casa de Eneko, van ha hacer una barbacoa y… tenemos que estar para las cinco.-mi hermano miro su reloj.
 como nos os deis prisa… son menos diez.
 ¿estas lista?- me dijo Hugo al oído.
 si, vamos- le cogí de la mano y salimos de la cocina, fuimos hacia la cochera, al cerrar la puerta cogí las llaves de detrás de la puerta de la cochera, y me acerque al coche, abrí la puerta del conductor, pero empecé a ponerme nerviosa, no veía con fuerzas como para ponerme a conducir.
 Mel ¿te encuentras bien?
 ahora que lo dices…no, no mucho.- estaba pensando en Eneko, en cuando le verías no podría correr a sus brazos y decirle lo que le amaba; luego estaba Hugo que no sabia que sentía exactamente por el.
 si quieres, nos quedamos en casa viendo una película.
 no, de eso nada, quiero ir; ¿podrías conducir tú?
 si claro- vino hacia a mi y yo le entregue las llaves, yo me senté en asiento del copiloto, y Hugo arrancó el coche; ya estábamos de camino a casa de Eneko, y recordé la ultima noche que hice ese camino, estaba tan feliz y a la vez tan aterrada, mi mayores miedos se habían cumplido, muy a mi pesar; pero eso ahora daba igual, todos estaban bien, merecía la pena hacer este sacrificio; ya habíamos llegado cuando Hugo me saco de mis pensamientos.-Mel, a la mínima que te encuentres mal, nos vamos ¿ vale?
 tranquilo, eso no sucederá; seré un hielo, vamos-dije saliendo del coche, Hugo bajo del coche y me agarro de la mano.
 estoy aquí- dijo apretándome de la mano, una parte de mi sabia que estaba al corriente por lo que estaba pasando, y me sentía culpable por ello, entrábamos por detrás de la casa hacia el jardín y vino a saludarnos juncal.
 hola Melisa, ¡pero que guapas estas!-dijo abrazándome y dándome dos besos, miro a Hugo- hola Hugo, ¿Qué tal os lo habéis pasado en new york?
 bien, he comprado muchas cosas- dije sin soltar la mano a Hugo.
 Hugo, te importa si te robo un poco a Melisa- dijo juncal.
 no para nada- yo mire con pánico a Hugo, no quería estar sola, pero no me quedaba de otra, así que le solté la mano, pero antes de irme con juncal, Hugo me agarro de la cintura y me acerco a el y me susurro al oído- ten cuidado, puede andar por hay Claudia- el solo imaginarme a esa… así que le di un beso en los labios a Hugo y pensé para mi” hay va esa zorra”, Hugo sonrió, no le culpo por leerme la mente, juncal me agarro del brazo.
 venga tortolitos, que por un poco que os separe no os va a pasar nada- me fui con juncal y me reuní con las chicas, estaban todas.
 ¡Melisa! Como me alegro de verte-dijo Paula.
 hola chicas, ¿Cómo estáis?-dije con el mayor entusiasmo del mundo, pero no paraba de mirar a mi alrededor ni rastro de Eneko “¿Dónde diablos se había metido?”.
 ¡Mel! ¿estas bien?, esta muy pálida.-dijo Itxaso un tanto preocupada.
 si, estoy bien, tranquila solo es que después de un viaje tan largo... ando un tanto casada solo es eso.
 bueno cuenta, ¿nuestra Mel ya se ha hecho una mujercita?-dijo Lorena, con mucha picardía.
 ¡OH! No, ¿no estaréis pensando que Hugo y yo?
 ¡si!- gritaron todas a la vez.
 ¿Qué querías que pensáramos? Que comías palomitas en el cine viendo una película extranjera, al otro charco del mundo.-dijo Paula riéndose.
 siento decepcionaros chicas, pero Hugo a sido todo un caballero.
 ¡NO TE CREO!-dijo Itxaso un tanto alterada, se le notaba que ya le quedaba poco, tenía una enorme barriga.
 si, nada de nada, hemos estado en distintos museos, la estatua de la libertad, fuimos a ver cine subtitulado en ingles y…
 ¿y?-dijeron todas.
 nada mas, ¡panda de salidas!- rieron todas.
 que desilusión-dijo juncal
 nuestra querida Mel, nos esconde algo-dijo Paula muy misteriosa, y no le mire.
 ¿en que estas pesando Paula?-dijo Lorena, muy interesada.
 fijaros bien ella, ¿no veis nada distinto?
 no-dijo Lorena.
 yo tampoco-dijo Juncal.
 yo siiiiiiiii-dijo Itxaso, acercándose a mí y cogiendo mi mano y alzándola-¿lo veis? Le ha regalado un anillo.- yo me quería morir en ese instante, que iba a decir ahora.
 es verdad,¿Cuándo te lo ha regalado?-dijo juncal
 el día de mi cumpleaños, el también tiene uno con mi inicial- dije muy tranquila.
 mírala, que mono; se han comprometido como novios oficiales-dijo Lorena muy feliz.- no sabes como me alegro por ti.
 gracia- fue lo único que pude decir, no sabia como salir de esa, seguir hablando del anillo me resultaba muy doloroso.-por cierto ¿los chicos?
 en la cocina, andan intentando descuartizar a un cordero-dijo Lorena riéndose.
 ¿Cómo?
 veras, nuestro brillante manitas Eneko, le a dado por ser carnicero y se han apuntado todos los demás, llevan hay un buen rato, espero que tu chico sepa como ayudarles.-dijo Itxaso, resignada.
 si por que sino, me veo comiendo pizza-dijo Paula, poniendo los ojos en blanco.
 será mejor que vayamos a la cocina, así nos reímos un poco de sus grandes ideas- dije yo, quería ver a Eneko fuera como fuera.
 si venga vamos- se levantaron todas del banco del jardín y fuimos dentro de la casa, entramos por la puerta de atrás, conducía directamente a la puerta de la cocina.
 Marcos así no, no ves que ese cuchillo no corta, es de sierra- decía Iñaki intentando quitarle el cuchillo a Marcos.
 haber, es un cuchillo ¿no?, tendrá que contar tarde o temprano.
 mira que eres bestia-dijo Eneko, escuchar su voz me hizo sentir nervios en la tripa-anda deja, ya he encontrado el cuchillo que corta-dijo enseñando un cuchillo cuadrado, lo alzo al aire y corto una pata del cordero, marcando así la encimera.
 mira tu el listo-dijo Raúl riéndose- espera que vea eso mama, te va a matar.
 va da igual, tengo hambre.-dijo Eneko.
 Eneko, yo se como cortar un cordero, en mi pueblo se hacen muchas matanzas.-Eneko le miro con cara mala leche, y luego se fijo en mi y me sonrió.
 tu que dices Mel ¿me fío o no me fío?-dijo con una sonrisa en la cara.
 si, será mejor; por que como tengamos que cenar contigo…- todo el mundo comenzó a reírse.
 ¡toma!- le dio el cuchillo con mala gana, Hugo lo cogió.
 ¿tenéis una tabla de madera? Algo para no rallar la encimera.-dijo Hugo.
 si, creo que mi madre lo guarda por aquí- dijo Marcos abriendo un armario y sacando una tabla de madera oscura grande y gorda-¿te sirve esta?
 si, de sobra- Marcos la dejo encima de la encimera y Hugo puso encima el cordero.- ¿necesitaremos ahora una fuente?
 toma tengo una preparada aquí-dijo Eneko dándosela.
 gracias- y acto seguido Hugo comenzó a despiezar al cordero, nosotras salimos fuera, estaba claro que al final cenaríamos, Raúl se quedo con Hugo, pero Iñaki, Eneko, Marcos y Jose salieron con nosotras, iban a encender el fuego, eso parecía que lo tenían dominado, en un momento lo tuvieron encendido, al rato salieron
 Hugo y Raúl, con dos fuentes grandes de carne, y empezaron a cocinar el cordero Eneko e Iñaki mientras los otros sacaban cosas de la cocina y lo iban depositando en la mesa de madera que había en jardín , donde íbamos a comer todos; al cabo de un rato todos nos encontrábamos sentados en la mesa cenando, yo me lo estaba pasando bien, no comí mucho, el hambre no me acompañaba mucho, miraba de vez encunado a Eneko, pero lo justo para que el no se diera cuenta, estábamos terminando cuando a Marcos se le ocurrió la brillante idea de poner música, así que comenzamos a bailar, estaba la fiesta siendo muy amena, cuando apareció Claudia acompañada de una chica, estaba bailando con Hugo una canción lenta agarrada a su cuello, pude ver los ojos de ira de Claudia fijados en mi.
-Hugo ha venido tu prima junto con otra chica- le dije al odio, apenas podía oírme, el se giro y la miro.
-tranquila, vamos a ver que trama.-siguió bailando conmigo, la música cambio y resulto ser mas movida, Hugo me cogió de la mano y fuimos a tomar un refresco, Eneko vino a donde nosotros.
-¿Qué tal el viaje chicos?
-bien, un poco largo, pero bien-dijo Hugo corriendo, pude ver como Claudia se acercaba con su amiga, una delgaducha rubia con un escotazo y una minifalda, que mas bien parecía un cinturón.
-no sabes que bien se lo pasa una en new york, y la estatua de la libertad guau es altísima, da vértigo, deberías ir allí cuando…- pero me interrumpió Claudia.
-hola primo, la tía me dijo que hacíais una fiesta y bueno he venido, mira te presento a Irene es una amiga de la facultad.
-hola Irene-dijo Eneko dándole dos besos.
-es mi primo Eneko, y ella es Melisa y el es Hugo; son pareja.
-hola, encantada-dije dándole dos besos y Hugo hizo lo mismo pero sin soltarme de la cintura, cosa que parecía que enfurecía más a Claudia.
-bueno como ya os conocéis, Irene sabes mi primo no tiene novia, creo que arias una magnifica pareja.-al escuchar esas palabras de Claudia mi sangre se puso a hervir, si las miradas matasen la hubiera matado en el isofacto.
-Claudia, no tienes por que hacer de casamentera, se buscarme novia yo solito, ahora le están haciendo pasar un mal rato a Irene.
-no para nada, le venia diciendo a tu prima que me resultabas un chico muy atractivo-dijo acercándose a el y amarrándole del brazo- que tal si conversamos-dicho eso, enejo se fue con Irene y nos quedamos Claudia, Hugo y yo; quería matarla, pero le había dicho a Hugo que seria un hielo.
-¿Qué tal la luna de miel?-dijo Claudia con ironía.
-¡fantástica! ¿por?, te has aburrido aquí mucho.
-no, he hecho varias cosas, digamos que he estado pensando…
-no es sitio, para andar con tus jueguecitos-dijo Hugo, sereno pero cabreado- te dije que te mantuvieras al margen, ¿Cómo has podido traer a Irene?-dijo Hugo un poco disgustado, y para colmo Irene ya la conocía.
-que mas te da, ya sabes que es de la facultad y de los nuestros hay que unir lazo, además mi primo no es lo que importa.
-¿y que es lo que importa?-dije con una sonrisa maliciosa.

-una heredera, ¿ya habéis?-dijo señalándonos a los dos.
-lo que haga con mi marido, es asunto nuestro, y ahora si nos disculpas- dije agarrando a Hugo la mano, y yendo a donde estaba los demás bailando, pero Claudia me agarro del brazo y me dijo al oído.
-tarde o temprano te aplastare como a un mosquito.
-gracias, tienes razón ese pantalón te hace mas gorda-dije deshaciéndome de su brazo y yendo a la pista improvisada donde todos los demás bailaban alegremente.
-Mel, esto no me huele bien-dijo Hugo a mi oído.
-a mi tampoco, pero ya hablaremos en casa, llevábamos un rato bailando cuando vi a Eneko y a Irene juntos de la mano, una canción sonó una de mis favoritas de Luis Fonsi, la de “nada es para siempre” empezamos a bailarla Hugo conmigo y Eneko con Irene, estábamos a mitad de la canción cuando me di cuenta de que Eneko estaba mi espalda, entonces ocurrió algo que no me esperaba, Hugo dijo.
-cambio de pareja- me soltó y cogió a Irene y Eneko a mí y seguí bailando con Eneko, yo me puse roja y a la vez no sabia que quería hacer Hugo con eso.
-parece que al fin te a soltado Hugo un rato-dijo Eneko con una sonrisa, mientras seguíamos bailando.
-si bueno- no dije más.
-¿eres feliz?
si, ¿y tu…?
-¿yo que? Pregunta sin miedo.
-¿te gusta Irene?
-si, un poco parece maja.
-espero que algún día encuentres la felicidad-dije eso y apoye mi cabeza en su hombro.
-eso espero- no volvimos a hablar, termino al canción y paramos de bailar, me acerque a Hugo y le cogí de la mano.
-¿Por qué has hecho eso?-le dije enfadada y con voz baja.
-No se, me dio por hay-dijo todo despreocupado, no quería bailar mas así que nos sentamos en un banco, pusieron unas cuantas canciones movidas y al rato pusieron una lenta, Hugo y yo no hablamos solo estábamos el uno con el otro sentados mirando como bailaban los demás, me fije en Eneko e Irene, se les veía muy felices entonces ocurrió algo que no me esperaba, Eneko beso a Irene, mi corazón se rompió en mil pedazos, y ese instante una lagrima nació en mi ojo y fue cayendo por toda mi mejilla.
-Hugo quiero irme- dije intentando no llorar y limpiándome la lagrima.
-¿ya?
-si, por favor, ahora.
-vale, despidámonos de los demás y nos vamos.
-no, no quiero solo quiero irme, por favor.
-esta bien, vamos- nos levantamos y pasamos cerca de la pista del baile, nos estábamos marchando cuando la música paro muy oportunamente, y una voz nos llamo.
-¿ya os vais? ¿tan pronto?- dijo Claudia muy falsamente, haciendo que todo el mundo se volviera, yo no quería darme la vuelta, ya no podría aguantar mas sin partirla la cara.
-si Mel no se encuentra muy bien, esta cansando-dijo Hugo por mi.
-Mel ¿si quieres puedes recostarte en mi habitación un rato? Luego vamos a ver una película.-dijo Eneko acercándose, yo no me di la vuelta y ni le conteste, el se acercó mi y detrás de el Irene con una sonrisa triunfante; me agarro del brazo y me dio la vuelta, Hugo se lo impidió, estábamos frente a frente el uno del otro-Mel, no tienes muy buena cara ¿quieres que llame a un medico?-dijo Eneko todo preocupado.
-no gracias-dije toad borde mientras me deshacía de su brazo bruscamente.- me voy a casa, será mejor-dicho eso me di la media vuelta dejando allí a todos, con la sonrisa triunfante de Claudia, estaba mas claro que nunca por que estaba allí; Hugo me siguió y yo me senté en el mismo asiento de antes, si a la ida no había tenido fuerzas para conducir ahora menos, cuando Salimos de la parcela de Eneko, comencé a llorar, ahora si lo había perdido para siempre, durante el camino de vuelta, no hablamos nada, lo único que quería era ir a mi habitación y dormir, nada mas.

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