lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 1- LA ABUELA






Era una mañana lluviosa y aunque estamos a principio de julio, seguía lloviendo como sucedía todos los veranos;Aquella mañana me levante corriendo me vestí, me lave la cara y salí de la casa corriendo en dirección al instituto.


Me dirigia hacia el instituto, iba a recoger las notas de selectividad, aunque había estudiado mucho, no las tenia todas conmigo, ya que , no era una estudiante modelo y recordé las veces q mi madre me decía "¡¡¡no lo dejes todo para el ultimo momento, ORGANIZATE!!".
Entre en el instituto donde había pasado los últimos 6 años de mi vida, me dirigí a secretaria y con una voz tranquila dije:
- Buenos días, venia a por las notas de selectividad - levanto la cabeza la señora Mari, era una señora pelirroja y con unos ojos verdes q intimidaban mucho.
- ¿su nombre señorita? -Pregunto con una sonrisa en la cara.
- Melisa Vesisn- dije muy nerviosa.
- Un momento -se dirigió al ordenador- si aquí están – se dirigido a mi diciéndome - firme aquí-
- gracias- y cogí el sobre.
Tenia en mi mano un sobre blanco, mi nombre escrito, lo abrí cuidadosamente y lo ley, no me lo podía creer tenia una media de 8.7, podía entrar en la facultad de ingenieros sin ningún problema, ¡¡por fin!!Todos los años de sacrificio habían servido de algo.
Fui corriendo hacia casa y hay estaba mi madre en la cocina haciendo mi plato favorito (empanada de carne), me dirigí a ella y empecé a gritar.
- ¡¡¡Mama he sacado un 8.7!!! Voy a ir a la universidad- se dirigió hacia mi y me dio un beso y un abrazo con una gran sonrisa mientras me decía.
- Lo ves Melisa tanto preocuparte y al final todo a salido bien, lo ves tesoro mama tenia razón.- mi madre siempre era muy optimista.
Me dirigí a la nevera cogí una manzana.
- Mama que pena que papa no llegue a casa hasta la noche-lo decía con un hilo de tristeza aunque intentaba que no se notase en mi voz, mi madre me sonrió.
- Melisa tu padre no ha ido a trabajar, esta en su despacho esperándote - me guiño un ojo- Tiene una sorpresa que darte-en mi cara se dibujo una sonrisa radiante.
Salí rápidamente dirigiéndome al despacho de mi padre, estaba al fondo del pasillo para ello tenia q pasar el salón, el cuarto de estudio y luego estaba despacho, me quede quieta justo enfrente de la puerta me coloque bien la ropa y el pelo, llame a la puerta y abrí.
- Papa, mama me ha dicho que estabas aquí traigo las notas de selectividad- mi padre las cogió, abrió el sobre y comenzó a leer, mi padre es muy alto y de pelo castaño pero con unos hermosos ojos grises y comenzaba a tener tripita a causa de los platos deliciosos de mama, cuando termino de leer me miro y en su cara se dibujo una sonrisa torcida de travesura.
- -¡Bueno!, primero ¡FELICIDADES!, se nota q has salido a mi jajaja, no se lo digas a tu madre que me pone a dieta, vale- me dijo mientras me guiñaba un ojo, su cara era el reflejo de felicidad de un padre orgulloso.
- Haber por donde iba , ¡Ah! si.-se levanto abrió el armario que tenia a su derecha, perteneció a su abuelo era de roble oscuro con muchos cajones a los lados y en medio una puerta grande con un ángel tallado, saco dos cajas una rosa y otra roja, las coloco encima de la mesa y me miro.
- Melisa, como no se cual darte antes, elige tu, coge una caja
Cogí la caja roja y la abrí con cuidado, para mi sorpresa era un joyero de madera con el mismo ángel que el de armario, abrí el joyero y encontré una pulsera de oro con nudos marineros; mire a mi padre.
- Papa, ¡me encanta! muchas gracias- me cogió la pulsera y me la coloco en la muñeca.
- Era de mi abuela, se la regalo el abuelo el día que le pidió matrimonio, el mismo fabrico el joyero y mando ha hacer la pulsera, pensé que te gustaría tenerlo-le di un beso y un abrazo y me miro y pregunto con una cara muy seria-
- ¿quieres abrir la otra caja?- cogí la caja y la abrí, dentro había una llave con un numero escrito en oro "385" mire a mi padre y el se hecho a reír mientras yo le miraba.
- Cariño, pertenece a una taquilla del banco BBVA tendrás que ir ¿no?- pegue un vote de la silla y salí corriendo mientras mi padre gritaba.
- ¡¡ESPERA!! Voy contigo coge el DNI.
Fui escaleras arriba me desvié a la derecha y fui a mi habitación cogí el bolso de detrás de la puerta y mire si tenia todo, baje escaleras abajo y hay estaba mi padre con el abrigo azul oscuro que le regalamos mi hermano y yo el año pasado por su cumpleaños.
Salimos de casa nos montamos en el coche de mi padre era un Audi S3 plateado con asientos de cuero negro, no hablamos nada durante el camino.
Entramos en el banco nos recibió una señorita que parecía salida de un anuncio, rubia con ojos azules, con voz amable se dirigió a nosotros.
- Buenos días, en que puedo ayudarles- mi padre me miro.
-Creo que la respuesta la tienes tu cariño- me puse muy nerviosa.
- Tengo una llave con un numero grabado en oro y pertenece a una de las caja de seguridad de este banco- observe a mi padre y estaba muy tranquilo, pero algo en mi me decía que algo no iba bien.
- Un momento, síganme- nos dirigió a un despacho-siéntense, me disculpan un momento ahora vengo, voy en busca del señor director,¿desean beber algo?- mi padre pidió un café y yo una coca-cola y se marcho cerrando la puerta detrás de ella, unos minutos después trajo las bebidas y detrás de ella venia un señor de mediana altura con el pelo canoso y grandes entradas y con unos ojos negros con el carbón con una sonrisa de lado a lado de la cara le tendió la mano a mi padre.
- buenos días Sr. Vesisn, en que puedo ayudarles-mi padre me miro yo respire y mire aquel señor que nos estaba atendiendo.
- Tengo una llave de la caja de seguridad de este banco, quisiera saber que contiene la caja que habré esta llave.
El hombre sonrió y amablemente se dirigió a mi- Muy bien señorita Vesisn, entonces me puede dejar su DNI- mire en mi bolso y lo cogí de la cartera depositándoselo en la mano, cada vez estaba mas nerviosa creo que los efectos de la coca-cola ya estaban apareciendo.
- Muy bien, síganme- y nos levantamos siguiendo al director, nos dirigió a una sala en la que se encontraban 10 puertas en las cuales en cada puerta estaba escrita un numero desde el 0 al 9, estábamos delante de la puerta numero 3, director extrajo unas llaves de su bolsillo y abrió la puerta entramos en la habitación desde el suelo al techo toda la pared consistía en puertas con números escritos, se dirigió a la puerta que estaba grabada con el numero "385" en grande y abrió extrajo una caja la deposito encima de la mesa que se encontraba en medio de la sala.
- Señorita Vesisn, aquí tiene os dejare solos esperare fuera.- y hay estábamos mi padre y yo contemplado la caja saque la llave y abrí la caja con cuidado, dentro encontré dos cajas una roja y otra rosa un libro y un sobre, fui sacando uno a uno de la caja después encontré otro sobre grande y un pergamino, después de sacarlo todo mi padre tosió y yo me gire a el mirándole.
- Papa no entiendo nada ¿que es todo esto? y ¿Por que tengo dos cajas del mismo color que me has dado antes?-mi padre se puso serio aunque en sus ojos note tristeza.
- Melisa cariño , mi madre me pidió dos cosas antes de morir, una que te pusiera su nombre y la segunda que cuando fueras a ir a la universidad el verano antes te entregara las caja rosa y roja .-Yo estaba paralizada no me podía creer todo lo que estaba escuchando, resulta que mi abuela había premeditado todo antes de morir.
- Pero papa ¿por que me ha dejado todo esto la abuela a mí?
Mientras mi padre meneaba la cabeza dijo- No lo se cariño, lo único que se es lo que te acabo de decir.
Así que después de recogerlo todo fuimos a casa, yo subí corriendo a mi habitación a guardar todo en mi baúl, así que me saque del cuello la llave y lo abrí y deposite todo en mi baúl que tenia en frente de mi cama que cuando tenia 8 años me lo regalo mi abuelo Peter el padre de mi padre, que lo bautice como el nombre "caja de mis secretos", después de cerrarlo bajé escaleras a bajo para ir a comer.
Durante la comida mi abuela Alicia y mi abuelo Carlos estuvieron muy contentos en cambio pero mi abuelo Peter estaba muy serio, aunque me felicito; cuando llegamos a los postres mi hermano y mi tío Juan el hermano de mi madre.
- Buenas tardes familia, ¡¡¡FELICIDADES ENANA!!!-decía mientras se dirigía a mi para terminar despeinándome la cabeza con su enorme mano.
- Buenas tardes , Ruth, Javi podéis venir un momento a la cocina- mis padres se levantaron y siguieron a mi tío hacia la cocina, al rato volvieron yo seguía pegándome con mi hermano me llevaba tres años, los suficientes para q todas mi amigas cada vez que venían a casa se quedaran como tontas mirándolo, aunque tenia los mismos ojos que mi padre y media 1,90 tenia el pelo muy negro y era muy musculoso , maldita genética por eso no podía con el , era mas fuerte que yo mi genética era blanda me parecía mucho a mi abuela Melisa mi abuelo siempre me lo recordaba decía que “aunque la abuela no este aquí con nosotros , viéndote a ti parece que la este viendo a ella” mi abuela tenia el pelo castaño y tenia unos ojos grises verdosos y era muy delgada.
Mi tío entro en el salón muy contento, pero mi padre un poco serio y mi madre aunque reía tenia la cara de que algo había pasado que ella no esperaba.
- Melisa enhorabuena, sobrinita que quieres que te regale por tu graduación- en ese momento pensé en las parisinas blancas que había visto el sábado pasado en el centro comercial.
- Lo que tu quieras tío – en ese momento salio de la habitación y entró con una bolsa del corte ingles.
- Toma espero que te gusten- cogí la bolsa y abrí la caja eran las parisinas que yo quería, era increíble mi tío siempre sabia como acertar, daba miedo pero teniendo en cuenta que desde los 12 años siempre e ido con mi tío a comprar la ropa cuando no encontraba nada el siempre se las arreglaba para que yo llegara a casa con muchas bolsas cargadas de ropa.
- Me encanta tiíto, muchas gracias – me las probé, no lo he dicho pero tengo un defectillo me ENCANTAN LOS ZAPATOS.
La abuela se levanto y saco de su bolso una caja pequeña era dorada con una lazada roja- toma cariño esto es de parte del abuelo y mío- la abrí y para mi sorpresa era una llave de un coche, no me lo podía creer tenia mi propio coche, mis padres no querían comprármelo aunque había estado dando la tabarra sabia que no me lo iban a comprar, tenían miedo a que sufriera un accidente.
- Gracias abuelos- les di un beso a cada uno.
- Que vamos a ver el coche- dijo mi hermano .salimos de la casa y hay estaba enfrente un Ford Focus negro era el que yo quería.
- que hermanito te atreves a montar en mi coche mientras conduzco- de sobra sabia q mi hermano tenia mucho miedo a montar conmigo o con cualquier mujer tenia su teoría “mujer al volante peligro constante”
- Vale pero dar una vuelta al barrio y volver.
Nos montamos en el coche y arranque para mi sorpresa no se me calo el coche hacia mucho que no conducía no estaba seguro si podría hacerlo, dimos la vuelta al barrio, cuando llegamos a casa todos se habían ido eran ya casi las 4 pasadas y en mi familia no se perdonaba la siesta, subí a mi habitación y me dirigí al baúl saque la llave y lo abrí, saque la bolsa del banco donde tenia todo lo de la abuela.
Me dirigí a mi escritorio, empecé a sacar todo lo que había dentro de la bolsa, depositándolo a su vez en la mesa; cogí el sobre que tenía escrito mi nombre en letras grandes y rojas, lo abrí y comencé a leer.

Querida Melisa:

Si estas leyendo esta carta, es que te has graduado así que ¡felicidades!

Se que te resultara extraño, pero te lo explicare:
Primero te explicare el ¿Por qué? Tu padre te tenía que entregar esas cajas después de que te graduaras, es muy sencillo, solo te gradúas cuando tienes 18 años en adelante, por lo que tendrás 18 años y por ello ya eres mayor de edad, eso quiere decir que eres la única que puedes disponer de tus bienes y no tus tutores.
Segundo te explicare que es lo que te deje dentro de la caja fuerte de seguridad: si abres la caja roja, encontraras un colgante en forma de ángel, lo mande hacer para ti; lo de la caja rosa es una sorpresa; el sobre grande, son las escrituras de la casa que dejo a tu nombre; el pergamino, es el árbol genealógico de la familia donde todas las mujeres de la familia tienen el nombre de Melisa.


Bueno, después de haberte explicado todo lo que contenía la caja, quería explicarte una cosa mas, la casa a pasado de generación en generación, solo la heredan las mujeres de la familia y con el nombre de Melisa, por eso le pedí a tu padre que te pusiera ese nombre; me encantaría que pasases el verano allí.


Por ultimo, el libro, contiene el mapa que dirige al pueblo, en el puedes escribir todo lo que quieras; tómalo como tu diario.

Besos tu abuela.
MELISA



Después de terminar de leer la carta, abrí la caja rosa había una bolsa de terciopelo negra, deshice el nudo y la abrí, encontré unas llaves y una nota.
Cariño, estas son las llaves de la casa, espero que vayas pronto.
Besos, tu abuela.
Abrí el libro y saque el mapa, estuve estudiando el camino desde mi casa hasta Litago, “haber desde Vitoria a Litago, hay 4 horas “; podría ir sin problemas.
Me dirigí al cuarto de mi hermano, llame a la puerta.
- ¿si?
- soy yo, se puede.
- Pasa.
Abrí la puerta, estaba inmerso en sus planos, mi hermano estudiaba arquitectura.
- ¿Qué quieres enana?-otra vez con enana, odiaba que me llamara así, pero preferí dejarlo pasar, lo primero era lo primero.
- Veras, es que la abuela me ha dejado a mi nombre una casa…
- Que te a dejado, ¿Qué? – estaba sorprendido, pero como para no.
- Bueno una casa, pero el problema es que esta en Litago, y quiero ir, pero papa y mama no me vana poder acompañar, y…
- Ya, que sola no te van a dejar ir ¿no?- estaba con una sonrisa en la cara.
- Si, así es, y he pensado…
- Ah, pero tú piensas…
- ¡Vale! , ya veo que contigo no se puede hablar, me voy y gracias- me dirigía hacia la puerta, cuando mi hermano me cogió del brazo.
- Vale, tranquila iré contigo- yo me gire y le abracé.
- Gracias hermanito, te debo una- el rió y me tiro de la coleta.
- Y bueno, cuando vamos.
- Te parece bien, que vayamos mañana por la mañana.
- ¿Cómo?- yo le mire con cara de pena
- Por fa, venga te prometo no darte mucho la tabarra- sonrió
- Vale, entonces ve a hacer la maleta, mientras yo voy a hablar con mama y con papa.
Me dirigí a mi habitación, empecé hacer la maleta como una posesa, cuando termine , tuve que sentarme encima de la maleta, para poder cerrarla; bajé las escaleras y estaban mi padres en la cocina con mi hermano hablando, mi padre estaba sonriendo, mientras q mi madre andaba muy seria.
- hola familia, que hay para cenar
- Melisa, creo que antes tenemos que hablar- me dijo mi madre con cara seria
- Si mama, dime
- No dime tu, ¿Qué eso de que tu hermano y tu os vais a Litago? Y encima por la mañana- mire a mi padre y seguía sonriendo
- Bueno mama, es que la abuela me a dejado de herencia una casa
- Ya, eso ya me lo ha dicho tu hermano, pero como pretendes ir hasta allí, sola con tu hermano- me lo decía mirándome a los ojos y cada vez mas enfadada.
- Mama, ya soy mayorcito para cuidar de mi hermana- mi hermano lo dijo muy enfadado
- Si ya, los dos solos, ¡Menudo peligro!, jajaja- mi madre empezó a reír, en cierta forma tenia razón, nos pasábamos el día pinchándonos, pero cuando nos necesitábamos, estábamos el uno para el otro.
- Bueno cariño, podríamos confiar en ellos dos, por una vez, será como una prueba- mi padre, al fin había hablado y nos estaba ayudando, mi madre sonrió.
- Esta bien, pero los móviles encendidos, y en cuanto lleguéis, me llamáis; sino llamare a las fuerzas armadas si es necesario para buscaros- todos nos echamos a reír, pero sabia q mi madre hablaba completamente en serio.

Capitulo 2 --- LITAGO

Me desperté muy temprano, mire el despertador eran las 8 de la mañana, me levante y después de asearme y desayunar, me dirigí hacia el cuarto de mi hermano, abrí la puerta.
- buenos días
- Buenas días enana- ya estamos otra vez, haber respirar uno, dos, tres(pensé para mi)
- ¿Estas listo? Yo ya estoy prepara
- Si
- Bueno, vamos para allí.
Después de despedirnos de nuestros padres, nos montamos en el coche, yo instintivamente antes de arrancar el coche, le di un beso al colgante de la abuela, era precioso un ángel con las alas desplegadas; durante el camino nos pasamos hablando, por donde debíamos ir, al final decidimos que lo mejor era seguir el mapa de la abuela, paramos dos veces, por que mi hermano se empeñaba de que era mejor así, ya que no estaba acostumbrada a conducir tanto tiempo, la segunda vez el dije a mi hermano que condujera el; estábamos llegando eran casi 3 de la tarde y mi hermano conducía como si ya se conociera el camino y llegamos, había un cartel verde con letras blancas que tenia escrito “LITAGO”,Nos adentramos en el pueblo.
- Bueno, ya hemos llegado
- Si, ¡por fin!- estaba cansada, pero feliz.
- ¿cual es tu casa?
- Y yo que se- no me lo había preguntado se que estaba el Litago pero no sabia cual, abr mi bolso y saque las escrituras de la casa, no había calle solo un nombre casa Melisa, como no, solo podía llamarse de ese nombre, por eso solo podía pertenecer a alguien que solo se llamara Melisa.
- Se llama Melisa- le dije a mi hermano.
- Me parece que será mejor, que busquemos algún bar o algo así, para preguntar.
Bajamos del coche, y anduvimos un rato por el pueblo, encontramos una posada, pedimos unas bebidas y algo de comer, preguntamos si sabían donde se encontraba la casa Melisa, el camarero nos indico que estaba en lo alto del pueblo; después de comer nos dirigimos hacia lo alto del pueblo y por fin lo encontramos, hay estaba era preciosa era enorme, de dos planta, de piedra y con un hermoso jardín, entramos en la parcela y nos bajamos del coche.
-¿tienes la llave no?
- si- la saque del bolsillo y abrí la casa
- guau! Pero que bonita
- Pedazo casa, enana la abuela te ha dejado un palacio solo para ti.
- si, eso parece
Anduvimos por la casa, y al cabo de un rato sentimos un coche afuera, salimos, hay estaba un Land Rover negro con los cristales tintados, que cutre pensé para mi, bajo una señora y un chico.
- hola, buenas tardes-les dije como si de toda la vida
- usted debe ser la señorita Melisa Vesisn
- si así es, y este es Juan mi hermano
- perdone, no me he presentado, soy Pilar y este es mi hijo Hugo- me lo decía señalándolo, nos dimos las manos, y les invitamos a pasar; resulta que su familia se encargaba de mi casa, de que estuviera en orden, desde hacia generaciones, nos enseñaron la casa y nos estuvieron contando la historia de la familia, como habían llegado hasta allí.
- Señorita Vesisn.
- Si pilar
- O no, llámeme Pili
- De acuerdo Pili y usted llámeme Melisa
- Vale Melisa, teniendo en cuenta que han llegado hoy, no tendrán comida, si quieren mí hijo va a bajar ahora a hacer unas compras a la ciudad, ¿quieren que les compre algo?
- Pili, le importaría a su hijo si le acompaño, es que hay cosas que preferiría comprar yo-me puse colorada, debido a que su hijo era guapísimo con esos ojos verdes y ese pelo castaño, aunque de cuerpo era un poco flacucho.
- Por mi no hay ningún problema mama-dijo su hijo sonriendo
- Entonces, Melisa dentro de media hora pasara mi hijo a recogerte
Y se marcharon, mi hermano anduvo buscando habitación, y se acomodo en una que estaba la final del pasillo, yo me dirigí al que estaba al otro lado del pasillo ,era preciosa , con una cama enorme, con las paredes pintada de color salmón suave, con unos muebles del siglo XVI con ángeles tallados, y reconocí el ángel tallado de mi joyero ,en la cabecera de mi cama; esta debía se la habitación de la abuela `pensé para mi ; después de asearme, me puse mis vaqueros negros y mi camiseta de tirantes rosa y mis parisinas blancas, cojo de la maleta la sudadera blanca, aunque estábamos en verano allí estaba nublado y hacia frió, poco después sonó una bocina y estaba Hugo esperándome, me puse nerviosa y no entendían el por que , vale era muy guapo pero no acaba de conocer; Salí de la casa y me dirigí al coche, el estaba apoyado en el coche esperándome.
- hola, ¿esta lista?
- si, adonde vamos – pero que pregunta mas tonta, era obvio a la ciudad me lo había dicho su madre
- A Zaragoza, ¿la conoces?
- No, nunca he estado que yo sepa- me abrió la puerta y me monte en el coche, estaba nerviosa, su presencia me ponía nerviosa.
- Tranquila, se conducir bien, nunca he tenido ningún accidente
- ¿Qué?- le respondí, se había dado cuenta de que estaba nerviosa.
- En que pensabas- me pregunto como si tal cosa
- Pensaba, que por que nunca había escuchado nunca de esta casa, o de este pueblo- no me lo podía creer, le estaba hablando como si nada, no se por que pero me daba confianza.
- Sabes yo conocí a tu abuela
- si, de verdad
- si, era una señora muy agradable, la ultima vez que la vi tenia 5 años, poco después ella…
- No, tranquilo no pasa nada, han pasado ya 18 años de aquello y yo no la conocí nunca.
- Yo, lo siento.
- No pasa nada, cuéntame más de ella.
- Era guapísima, te pareces mucho a ella- se puso colorado y yo me eche a reír.
- Ya, mi abuelo suele decírmelo mucho, pero cuando lo dice se pone triste- me puse triste al recordar a mi abuelo.
- ¿Cuántos años tienes melisa?-queriendo cambiar de tema
- 18 y tu debes de tener 23, ¿no?
- si así es, y bueno cuéntame, como es que has llegado a parar aquí
Durante el camino le conté toda la historia, y el me escucho mientras conducía, llegamos a Zaragoza y era preciosa me llevo al supermercado, y hicimos las compras, luego el me invito a tomar algo, me enseño toda la ciudad, fuimos al pilar y entramos, yo encendí una vela por mi abuela, y el sonrió; estábamos de camino a casa y estaba oscureciendo, cuando sonó el móvil.
- ¿si?
- ¿Melisa?
- si mama soy yo
- cuando pretendías llamarme- con la emoción se me había olvidado llamara mi madre- tranquila tu hermano me ha llamado, y me ha dicho que habías ido de compras con un tal Hugo.
- si mama, y lo siento.
- Bueno cuéntame, ¿es guapo?- que manía tenia le gustaba saberlo todo, y lo peor de todo tenia una pequeña obsesión con que me echara novio.
- ¡¡¡MAMA!!!
- Vale hija, yo solo preguntaba, pero se que es guapo si no hubieras dicho que no- no la estaba viendo, pero se lo estaba pasando pipa Acosta MIA y seguro que ya estaba eligiendo mi vestido de novia y todo y el menú.
- Mama estoy cansada, si quieres mañana te llamo y hablamos, dales un beso de mi parte a todos- y colgué
Estábamos llegando y ya era de noche.
- Melisa
- Dime
- te apetecería, venir esta noche a cenar a mi casa
- Por mi vale, pero mi hermano no lo puedo dejar solo
- tranquila mi madre seguro que ya le a dicho
Llegamos a mi casa y dejamos todas las bolsas encima de la mesa de la cocina, la cocina era inmensa y tenia de todo, no le faltaba de nada, hasta tenia lavavajillas.
- Espera un minuto, ahora vengo- salí al hall y empecé a chillar- JUAN- no recibí respuesta así que cogí el teléfono y marque
- Juan, ¿donde estas?
- Estoy en casa de Pili, vamos a cenar en su casa
- Vale, ahora vamos para allí- y colgué y al girarme grite, estaba el detrás mió, no me había dado cuenta que estaba hay, mi corazón se puso a mil por hora.
- Perdona yo no quería...
- No pasa nada, es que no te e oído...
- Bueno, vamos
- Si, esta allí mi hermano esperándonos
Llegamos a la casa, y hay estaba mi hermano, con Pili un señor mayor y una muchacha muy guapa de mas o menos de mi edad.
- Ya era hora , bienvenida a mi casa melisa- nos recibió su madre
- Gracias Pili
- Ven te presento a mi marido Gregorio y a mi hija Selene- sentí alivio, creí por un momento que era la novia de Hugo.
- Encantada
Nos sentamos a la mesa y cenamos, al terminar nos dirigimos a la posada allí todo el mundo se reunía después de cenar, debido que era sábado.
- Melisa, que te parece Litago -pregunto Hugo
- Me gusta me resulta tranquilo, me da paz- le dije sin pensar, pero que me pasa, es que no puedo callarme, pensé para mi
- Mira parece que mi hermana y tu hermano se han caído muy bien- me dijo señalándome con la mirada donde estaban
- jajaja, si es verdad, si mis amigas la vieran la matarían, lo consideran como un dios- lo he hecho otra vez, no me callo nada
- ¿de verdad? Pues creo que a mi hermana le gusta
- Parecen, como si conocieran de toda la vida, es la primera vez q le veo a mi hermano con una chica- que raro nunca le había visto así, pensé para mi.
- Quieres que te lleve a casa
- Si estoy cansada, pero que pasa con mi hermano
- Tu tranquila, no creo que se enfade, si eso le lleva mi hermana
- pues entonces vamos
Llegamos muy rápidos, y me acompaño hasta la puerta de casa.
- Muchas gracias por traerme
- De nada, ha sido un placer, esto Melisa...
- ¿Si? Dime
- Me puedes dar tu número de móvil
- Dame tu móvil- el me lo tendió era un Nokia de 3G, marque mi numero y me hice una foto, yo le di el mió e hizo lo mismo.
- Te llamo mañana, si quieres
- Vale, y me enseñas Litago
- De acuerdo
- entonces, te contrato como guía turístico- le dije mientras le tendía la mano, el sonrió y tendió la suya y las estrechamos, sentí un calambre en el estomago.
- Esta bien, mañana hablamos de las tasas- reímos los dos a la vez.
Nos despedidos con dos besos y entre en la casa me dirigí a mi habitación y me quede dormida.
De repente me desperté, la melodía de mi móvil sonó, cogí el móvil era Hugo, descolgué
- ¿si?
- ¿Melisa?
- Si dime, siento despertarte, pero es que tu hermano y mi hermana se han cogido una buena, y se queda a dormir en mi casa.
- Vale, pero…
- Tranquila, estará bien
- No, no es eso…
- ¿Que te pasa?
- Es que no me dado cuenta , hasta ahora, pero me da miedo estar sola en una casa tan grande- pero que e hecho estoy tonta o que
- Tranquila melisa, si quieres subo y te hago compañía
- Si por favor- QUE ESTOY HACIENDO, viva ahora estoy loca, sola en mi propia casa y invito a un chico que conozco de hace un par de horas, a que este conmigo, por ser una miedica
- Ahora estoy allí, quédate en tu cuarto, llevo mis llaves.-colgó
Me levante fui al baño, me peine y me eche rimel transparente, pero que estoy haciendo, sino se va a fijar en mi, me fui corriendo a la cama y me hice la dormida, al cabo de un rato sentí el coche, pasado cinco minutos sentí la puerta de mi cuarto como se habría.
- Melisa-sentí como su mano caliente me acariciaba la mejilla, abrí los ojos
- Hugo, has venido gracias, siento molestarte- y me abrace a el
- No pasa nada, realmente me apetecía venir- y me dio un beso en mi cabello, yo me quede helada, y el se dio cuenta.
- Dime una cosa
- Si
- Tienes sueño
- Bueno la verdad es que si
- ven ponte aquí- le dije señalándole el otro lado de mi cama
- estas segura si quieres, puedo dormir en aquel sofá- miraba con ojos de niño bueno
- De eso nada tu eres mi guardián, y dormirás en la cama- el me obedeció y se acostó en el otro lado
- Esta bien así- me dijo colocándose justo al filo de la cama
- pero acércate mas, que te vas a caer- el se rió
- no morderás ¿no?- yo le sonreí, y me di cuenta de que tenia la ropa puesta de hoy
- espera ahora vuelvo- Salí de la habitación corriendo, y me dirigí a la de mi hermano, abrí su armario, y saque un pijama y volví a la habitación, cuando llegue, Hugo estaba en el balcón mirando a la luna.
- verdad, que la luna es mas hermosa que el sol- le mire
- si es verdad, esto Hugo…
- dime Melisa
- Toma esto, es de mi hermano, así dormirás mejor
- Gracias- se fue al baño, y volvió, para entonces yo ya estaba en la cama
- Que, como me queda
- Genial, ven a la cama, que ya es tarde- se acostó y estábamos frente a frente, pero el seguía en el filo de la cama.- Hugo
- ¿si?
- que no muerdo- le dije mientras le daba con la almohada en la cabeza
- te vas a enterar- empezamos, a pelear con las almohadas
- no, para Hugo, has ganado-para entonces el estaba ya encima mió, me puse colorada, nuestras cara estaban a menos de un centímetro, podía sentir su aliento, y entonces ocurrió, me BESO, y yo le respondí, así pudimos estar horas, nos quedamos abrazados en la cama y nos dormimos.
A la mañana siguiente me desperté con los primeros rayos de sol por que Hugo, se había dejado el balcón abierto, me gire al sentir algo pesado en mi cintura, no era un sueño, recordé todo lo que había pasado esa noche, y me puse como un tomate, sin pensarlo le acaricie la cara y le di un beso en la frente, y el se despertó.
- Buenos días, princesa
- buenos días- me puse colorada, era la primera vez q me llamaban princesa.-que tal has dormido-seguía como un tomate
- como nunca- y me dio un beso, el también se había puesto rojo.
- Espera un momento, ahora vuelvo no te vallas- me dirigí al cuarto de baño cerré la puerta y empecé a bailar, si, si, si; tengo un chico en mi cuarto guapísimo, que parece que le gusto de verdad, y me ha llamado princesa; salí de la habitación y no vi a Hugo por ninguna parte.
- HUGO-chille con pánico, se habrá ido
Sonó mi móvil, era Hugo, se había ido no me puedo creer, descolgué.
- Hugo, donde estas- estaba histérica, pero lo disimule lo mejor que pude.
- Princesa, e ido a por el desayuno, espérame en la cama- me sentí mucho mejor
- vale, te esperare aquí mismo
- Por cierto, si le abres la puerta de armario que esta enfrente de tu cama, hay esta la televisión, así no te aburrirás
- Gracias, Hugo ven rápido…
- Yo también te hecho de menos princesa- se había dado cuenta que le echaba de menos, que vergüenza
- yo también- colgó
Me levante y abrí el armario, que me había dicho Hugo, había un televisor muy antiguo, lo encendí, empecé a pasar cadenas y me detuve en la cuatro, estaban dando mi serie favorita “Buffy caza vampiros”; en los anuncios aproveche para llamar a mi madre.
- hola, mama.
- Hola, mi niña
- Mama siento lo de ayer pero es que…
- No pasa nada, tranquila, solo quería saber que habíais llegado bien
- mama, esta casa es preciosa, es muy grande
- si cariño, ¿hace mucho frió por allí?
- un poco, la verdad
- hija
- si mama
- ¿Quién es Hugo?
- Mama, de verdad tú no cambias
- Hija soy cotilla por naturaleza, y como tu madre que soy tengo derecho.
- es el hijo de Pili, la señora que se encarga de tener la casa atendida
- ¿es guapo?
- SIP- lo dije rotundo, pero a la vez me estaba poniendo colorada como un tomate; mi madre siempre se salía con la suya, sabia como sacarme la información, me conocía mejor que nadie.
- jajaja, lo sabia, te gusta-me estaba poniendo de muy mala uva
- MAMA, ya estas otra vez- ya no podía más, tenía que colgar
- hija lo siento, pero se que esto es mejor que un culebron, jajaja
- mama, tengo que dejarte, que e quedado con Hugo
- De acuerdo cariño, agarralo bien, su nombre me gusta- una sonrisa apareció en mi cara, no sabia ella hasta que punto no se confundía.
- Mama, adiós; dale besos a todos- colgué
Después de media hora esperando, escuche un coche y pasados 10 minutos apareció Hugo, con una bandeja, había dos vasos de leche y una bandeja de pasteles, todos tenían chocolate.
- Siento haber tardado tanto, pero es que e pasado por casa para cambiarme
- No pasa nada ,tranquilo; que traes hay
- Leche caliente, y todos los pasteles de chocolate que había en la panadería.
- ¡que pinta tienen!-lo dije lamiéndome los labios
- ¿me haces un sitio?- lo dijo mirándome con esa sonrisa, que me derretía por momento
- OH! Si perdona, ponte aquí
- Gracias
- De nada
Después de desayunar, Hugo me pidió que me vistiera que quería enseñarme Litago, yo me vestí a toda prima, me puse mis pantalones marrones con una camiseta blanca y mis parisinas blancas, me hice una coleta alta y por ultimo cogí mi bandolera, Salí de la habitación y hay estaba el esperándome.
- ¡ya estoy lista!
- Bien, ¿no vas a coger una chaqueta?
- La he metido en mi bolso
- Vale, bueno primero es lo primero, tenemos que hablar de las tasas de ser tu guía
- Bueno, tu dirás cuanto es la tarifa
- Mi tarifa es algo alta
- Tu dime cual es, y te daré mi respuesta- el se estaba sonriendo con una sonrisa traviesa
- Pues, que te parece 100 besos la hora
- ¿Qué?- me quede atónita, el se puso serio y reaccione- cobras por adelantado, o después del recorrido-le dije toda feliz
- Primero la fianza, y luego durante el trayecto- nos echamos a reír, me abalance sobre el y nos besamos
Ya estábamos en el coche, y bajamos al pueblo, me estuvo contando la historia de cada familia del pueblo, y me quede enamorada del pueblo, que aunque era pequeño, se notaba el calor que tenia la gente, era algo extraño, hay la gente realmente se preocupaba por el prójimo, no solo por si mismo, entre ellos realmente se ayudaban; eso era imposible en mi ciudad.
Pasamos la mañana hiendo de un lado para otro, y ya era hora de comer, a Hugo le sonó el móvil, era su madre que fuéramos a comer a su casa, llegamos y mi hermano seguía durmiendo.
- buenas tarde Pili
- hola Melisa, siéntate y ponte cómoda- miro a Hugo y le dijo- cariño, ve a despertar a Juan y a Selene, parece que todavía no se han despertado
- si mama- y me dio un beso delante de su madre, ¡esta loco!, ahora vuelvo- se fue escaleras arriba
- Melisa, ¿Qué quieres de comer?
- Me da igual, como de todo
- ¿hay algo que no te guste?
- si, las alcachofas
- jajaja, que curioso a Hugo tampoco le gustan- al instante me puse colorada-cuéntame, te gusta el pueblo.
- mucho, aquí la gente parece mas humana- ella se hecho a reír y yo reí con ella, no entendía por que, pero tenia la sensación que no reía por la misma razón que yo.
- hoy para comer hay empanada de carne, ¿Qué te parece?
- ¡Me encanta! Es mi plato favorito- ella sonrió y apareció Hugo
- Mama, creo que mi hermana y Juan no van a bajar a comer
- esta bien, ve poniendo la mesa vale cariño
- si mama- el se acerco a mi y me dio otro beso, vamos a ver, definitivamente esta LOCO, que esta su madre delante, y no se corta un pelo, pego un brinco
- Pili, en que te puedo ayudar
- ve a ese armario y trae cuatro platos- me lo dijo señalando justo es que estaba enfrente de, el horno, lo abrí y coji los platos y los coloque en la mesa, quise ayudar mas, pero, Pili no lo permitió.
- esto esta, buenísimo…
- de verdad cariño
- si Pili, me tiene que dar la receta
- Me alegro que te guste
- si, esta mejor que la de mi madre, si mi madre se entera de lo que acabo de decir, me mata.
- Tranquila, será nuestro secreto- y se hecho a reír
- Mama, hoy en la tarde quiero ir con Melisa al río, necesitas que haga algo antes-Por dios, que bueno es, ayuda a su madre y todo, ¡me lo pido! Pensé para mí.
- con que friegues los platos me vale, mientras te robare un rato a Melisa, quiero enseñarle algo.
Terminamos de comer y me fui con Pili escaleras arriba le acompañe a una habitación y entramos, era una habitación muy acogedora con sofás y un gran armario en un lado de la habitación que cubría toda la pared, en medio del mueble estaba un televisor, supuse que era el salón, me senté en un sofá grande con ella y abrió un libro.
- Mira Melisa, esta es tu abuela- me dijo señalándola con un dedo, era una foto en blanco y negro.
- ¿de verdad?
- si así es, y este que esta aquí al lado es tu abuelo y mas abajo este pequeñín, es tu padre- si que era guapo mi padre de pequeño , pensé para mi, mientras ella me fue señalando persona por persona que había en la foto.
- mi abuelo tenia razón, me parezco mucho a mi abuela
- si así es, supuse que te gustaría ver estas fotos, me comento Hugo que querías saber sobre ella.
- si así es, es que yo no la conocí nunca debido a…
- ya se tranquila cariño, no nos pongamos tristes ahora, mira esta foto aparecen tus padres con los abuelos y tu hermano
- haber, es verdad
- fue el día que se enteraron que tu madre estaba embarazada de ti
- podría…-pero no lo dije, no quería parecer abusiva
- si quédatela, tranquila la guardaba por si alguna vez venias, esta foto es muy impórtate para ti- si así era, era mi única foto con mi abuela, que nunca conocí.
- muchas gracias- en ese instante apareció Hugo.
- Mama, ya he terminado
- esta bien, no te la robo mas- nos levantamos del sofá y me dirigí hacia la puerta, bajando las escaleras, su madre dijo- venir a cenar sobre las 10, de acuerdo
- si, mama- y salimos.
Nos montamos en el coche, y me quede mirando la fotografía.
- Melisa
- si
- esa foto…
- me la ha dado tu madre, es del día que se enteraron que mi madre estaba embarazada, de mi- en ese instante una lagrima apareció en mi cara, Hugo paro el coche
- ¿Estas bien?
- si-dije mientras me quitaba las lagrimas de los ojos-no es nada, solo que me hubiera…-volví a llorar
- Tranquila, es normal que te sientas así- en ese instante Hugo me cogido de la cintura y me puso encima de sus rodillas, acogiéndome como si fuera un bebe.
- Hugo, lo siento- le decía mientras, me sentía en el séptimo cielo en sus brazos
- no veo que tengas que sentirlo, me gusta que estés así
- es que parezco una niña pequeña
- jajaja, si visto de ese modo es verdad, jajaja- yo me empecé a enfadar-a partir de ahora serás mi pekeñaja.
- ¡HUGO!
- si pekeñaja
- Vamos, al rió o no.-le dije toda borde, odiaba que me llamaran como si fuera una cría, el sonrió, me dejo en mi sitio y siguió conduciendo; pasados 15 minutos llegamos a un hermoso descampado, en medio había un rió inmenso, como el agua mas cristalina, jamás había visto un paisaje así, yeso que al lado de Vitoria hay muchos montes y paisajes preciosos, pero nunca había visto una igual, bajamos del coche y Hugo saco una manta del maletero anduvimos un rato y el coloco la manta en el suelo y nos tumbamos.
- Pekeñaja
- si dime
- veo que no te molesta que te llame así- como me iba a molestar, a el se lo podía pasar todo por alto.
- no, no me molesta-y me puse colorada como un tomate
- te gusta Litago
- si mucho, es más bonito que Vitoria-no quería menospreciar mi ciudad, pero es que allí me sentía en plena paz, sin la angustia de que pierdes el autobús o que no llegas, en Litago no existía el reloj.
- ¿te gustaría vivir aquí?- me quede parada, había oído lo que había oído- melisa, ¿estas bien?
- si, solo que no me esperaba esa pregunta
- perdona no quería molestarte
- no me has molestado, respecto a quedarme a vivir...
- ¿si?
- si me gustaría, pero tengo obligaciones…
- si me supongo, ¿te has inscrito en alguna universidad?
- no por ahora no- dios se me había olvidado, no me acordaba de las matriculas.
- Por que no miras en Zaragoza, hay muy buenas universidades, ¿Qué quieres estudiar?
- si, no es mala idea, quiero estudiar informática
- vamos mañana si quieres, y preguntamos en la facultad.
- de acuerdo- y me beso, pasamos un rato corrimos de un lado para otro del campo.
- Hugo, ¿Qué estas estudiando tú?
- yo, informática.
- de verdad, y por que no me lo has dicho antes.
- no me lo habías preguntado- eso no vale-dije enfurruñada, y el me cogió de la cintura y puso sus labios a la altura de mi oído
- me perdonas pekeñaja- como no le iba a perdonar, esa voz me podía, pero en susurros ganaba por goleada.
Eran las nueve y media y nos dirigimos a casa de Hugo, entramos y encontramos solo a Gregorio y a Pili.
- Hola, buenas noches
- Buenas noches niños, ¿tenéis hambre?
- la verdad es que si-dije mientras sentía que mis tripas sonaban, fui a ayudar a poner la mesa, pero ya estaba puesta-Pili, mi hermano ya se ha levantado.
- si cariño, ha ido a dar una vuelta, vendrán enseguida- subimos al la salón de arriba, y nos dispusimos a ver la televisión mientras su madre terminaba de hacer la cena.
- Pekeñaja, quieres que te enseñe la casa
- si quieres…
- levántate, te are de guía turístico de mi casa- le di un beso
- ese es el anticipo- y el sonrió, me estuvo enseñando la habitación de sus padres, el cuarto de su hermana que solo tenia una cama grande, así que supuse que mi hermano y su hermana habían dormido juntos, y llegamos a su cuarto después de enseñarme el baño, entramos era una habitación muy grande, casi mas grande que la del salón , tenia una cama de 1,50 un armario de cuatro puertas y una mesa de escritorio muy grande, los muebles eran modernos, lisos y oscuros, solo había una silla en su escritorio, así que me senté encima de sus rodillas, entramos en la pagina Web de la facultad, las matriculas empezaban el 5 de julio al 16, así que no había problema no empezaban hasta pasado mañana.
- melisa- me llamaba otra vez por mi nombre, que raro que pasaba.
- dime pekeñajo- el sonrió.
- se que nos conocemos de apenas 48 horas pero…- suspiro fuerte, y me miro a los ojos, con mucha dulzura- me encantaría, que te quedaras aquí en Litago, podrías ir a estudiar a Zaragoza, y yo te ayudaría en la carrera, es que no quiero…
- Hugo, tranquilo, yo tampoco quiero irme, la verdad, no se que me pasa contigo, pero no quiero perderte…- iba pronunciando palabra por palabra, apagándose la voz gradualmente hasta terminar en un llanto; otra vez no, ya estoy llorando y para colmo le he dicho todo lo que siento, que pasa por dios (pensé para mi). Y me beso, me cogió en brazos y me llevo hasta la cama, y me abrazo; nos quedamos abrazos en la cama tal y como había amanecido esa misma mañana; sentimos como una voz decía” La cena esta puesta” nos levantamos y bajamos las escaleras y estaban todos incluso mi hermano, que no le veía desde de la noche anterior, estaba hablando con Gregorio mientras Selene ayudaba a su madre, cuando llegamos nosotros mi hermano y Gregorio callaron.
- Venditos los ojos hermanito- le mire y estaba con una sonriendo.
- Hola enana, quieres que llamemos a mama y a papa ahora
- pero si vamos a cenar
- no pasa nada, ir mientras termino de calentar todo- dijo Pili
- Bueno vamos, afuera- salimos fuera a la calle mi hermano y yo.
- Que hermanita, que tal con Hugo
- Juan tu no, vas a empezar igual que mama…
- Solo quería saber que tal, nada mas
- Bien, supongo, y tu con Selene, por que hijo si que dormís
- Bueno dormir, lo que se dice dormir…
- Juan, por Dios; hay cosas que preferiría no oír- y el empezó a reír
- Vale hermanita, pero si necesitas saber algo…- no le dio tiempo a seguir
- Ya vale, llamamos a mama o no
- si vale, dame tu móvil
- a no, de eso nada, llamamos del tuyo que me voy a quedar sin saldo
- Bueno vale- empezó a marcar el número de casa
- ¿Mama?
- si, Juan eres tu
- si mama, y también estoy con melisa
- hay que alegría, ¿Qué tal estáis?
- bien mama, espera un momento que pongo el mano libres
- vale, espero
- ya esta
- de acuerdo
- que tal estáis los dos, ya coméis bien
- si mama, hoy Pili nos ha preparado empanada de carne para comer, y Juan se lo ha comido todo- dije corriendo para que no metiera la pata
- mama, ¿sabes que melisa se a pasado todo el día con Hugo?- pero que hace, la acaba de cagar (pensé para mi)
- de verdad, me parece muy bien, dime Juan ¿hacen buena pareja?
- Hola, sabes resulta que aun sigo aquí, no me e ido, no habléis como si yo no estuviera
- si muy buena diría yo- lo decía mientras se reía
- lo siento cariño, pero el deber de una madre es el de una madre
- MAMA- haber respira, uno, dos, tres (pensé para mi)-por cierto mama…- si vas a jugar sucio, jugamos los dos jajaja
- si cariño
- sabes que Juan se lleva muy bien con la hermana de Hugo
- si de verdad, y como se llama
- Selene…
- eso no vale, mama estamos hablando de ella
- Hijo me parece justo que hablemos de los dos, no te parece
- pues no, pero como vais a hacer lo que os de la gana
- si así es, y como tu madre que soy, dime la verdad es guapa
- Obvio, mama como va a ser sino-dije chillando
- a si y por que enana…
- esto…- me estaba poniendo roja
- claro si Hugo es guapo, Selene también tiene que serlo son hermanos- dijo mi madre, me estaba salvando
- Bueno mama, te tenemos que dejar que vamos a cenar
- vale, que aproveche y taparos bien y no coger frío ¿vale?
- Hasta mañana mama-dijimos los dos a la vez, y colgamos
Entramos dentro de la casa, ya estaba toda la comida puesta en la mesa nos estaban esperando, nos sentamos como la noche anterior, yo al lado de mi hermano, enfrente mío Hugo y delante de mi hermano Selene, a mi derecha tenia a Pili y a la izquierda de mi hermano estaba Gregorio, la cena estuvo fabulosa; después de cenar a mi se me ocurrió una idea y la dije.
- Selene, ¿tenéis planes esta noche mi hermano y tu?-pregunte directamente a ella, si le preguntaba a mi hermano ya sabia la respuesta.
- No, por
- Es que…
- Di tranquila
- se me había ocurrido la idea deque fuéramos haber una película a mi casa.
- vale, por mi bien a vosotros que os parece-les pregunto a los chicos
- De acuerdo, pero ninguna de amoríos, me ponen enfermo- dijo mi hermano.
- Por mi también, y estoy de acuerdo con Juan- dijo Hugo riéndose
Fuimos a mi casa cada en parejas, yo con Hugo en su coche y mi hermano en el coche de Selene, entramos en la casa, y por primera vez me pregunte si tenia un video o dvd, en mi casa.
- Esto Hugo, sabes si tenemos un dvd o un video o algo así en casa.
- tranquila, e traído el mió, de mi casa, mira ves ¿por que crees que tengo esta mochila?- no me había dado cuenta, solo me daba cuenta que me hablaba siempre con una sonrisa.
- Lo ves, eres mi salvador-y le di un beso
Entramos en el salón estaba a mano derecha del pasillo, era bastante grande y había un televisor bastante decente, no parecía tan viejo como el de mi habitación; pusieron una de miedo, sobre vampiros, yo estuve toda la película gritando y abrazándome a Hugo, mientras los demás se reían; al terminar la película eran ya las 4 de la mañana, y no quería que se fuera Hugo, así que le cogí de la mano, y le aparte un poco de donde estaban mi hermano y Selene.
- Hugo, no quiero que te vayas podrías…
- si, ¿que quieres?- se estaba haciendo derogar, y estaba poniendo esa sonrisa torcida, que me encantaba
- Podrías quedarte a dormí esta noche, así mañana…- me estaba poniendo roja
- si me quedare, pero a tu hermano no se que le parecerá
- espera que le digo- fui a donde estaba mi hermano, pero ya se había ido- esto, creo que a mi hermano le da un poco igual, no crees
- si, a mi me da que si- sonrió y me cogió de la cintura y susurrándome al oído me dijo- pekeñaja, quieres que te enseñe algo.
- si, pero que es- me moría de curiosidad
- es una sorpresa
- jo, dime algo, una pista
- esta bien, tienes un bikini
- si, por que…
- vamos, a tu cuarto a por el-subimos y me coloque el bikini blanco un vestido de playa y mis parisinas, el se coloco unas bermudas y se dejo solo una camiseta, lo había traído en la mochila.
- estas lista- asentí con la cabeza-vamos-bajamos escaleras abajo hasta llegar por debajo de la casa, encendió luces, y había una maravillosa piscina redonda, el agua estaba caliente, me encantaba dentro d la piscina había unos focos, que hacían juego de luces de distintos colores, era precioso, nos metimos en el agua, y nadamos un rata y jugamos.
- que pena que desde aquí no se vea la luna-dije con una sonrisa, pero con pena, el sonrió pego un brinco y salio de la piscina.
- ¿Te gustaría ver la luna?-pregunto con una sonrisa dibuja de lado a lado de su cara.
- si, pero…- no me dio tiempo a terminar frase, justo cuando lo dije Hugo dio a un botón que había al lado de donde estaba el mando de las luces y se abrió el techo y apareció el cielo, me quede muda, no podía creer lo que estaba viendo.
- ¿Te gusta?-me miraba esperando mi respuesta
- Dios, esto es alucinante, parece sacado de una película
- Lo mando hacer tu abuelo para tu abuela, sabes a tu abuela le gustaba mucho la luna y estar calentita, así que, se le ocurrió esta idea, o por lo menos es lo que me contó mi madre.
- que bonito- se metió en el agua y estuvimos horas, hasta que me di cuenta de un detalle, Hugo tenia la misma pulsera que mi hermano-donde te has comprado esa pulsera- le pregunte sin pensar, el se puso pálido.
- esto no me acuerdo…- no le creí, pero preferí dejarlo correr ya le preguntara otro día-vamos a dormir, es que esto algo cansado.
- si, yo también –fuimos a mi habitación y nos echamos a dormir, a la mañana siguiente, me desperté al no sentir a Hugo conmigo, y escuche discutir a Hugo con Juan.
- cuado va a venir tu abuelo
- no lo se, creo que mañana, todavía no esta seguro de decírselo a melisa
- Creo que es justo que ella también lo sepa, sabes, ayer me pregunto que donde me había comprado esta pulsera
- y que le respondiste
- tu que crees, que no me acordaba
- bueno, mi hermana es muy lista cuando quiere
- mira Juan, a mi tu hermana me importa y creo que deberíamos decírselo, cuanto antes, no me gustaría perderla.
- Tranquilo yo te ayudare, me e dado cuenta que a mi hermana también le importas, y por mi no hay inconveniente, voy a llamar al abuelo, y le diré que venga hoy mismo ¿vale?
- vale, sino se lo dice tu abuelo, se lo diré yo , no pienso perder a tu hermana por el cabezón de tu abuelo.- y hoy pisadas, yo me hice la dormida, y sentí como alguien entraba en mi habitación
- buenos días peke-me lo decía mientras me daba un dulce beso en la frente, igual que yo le hice el día anterior
- Buenos días, ¿Qué hora es?- le decía mientras me estiraba en la cama
- Las 9 de la mañana, así que vístete, que nos vamos a Zaragoza a desayunar.
- ¿que nos vamos a donde?, jo un poco mas, ven a la cama-le dije dando unas palmaditas en el colchón, quería que se echara conmigo en la cama.
- no de eso nada, venga que se nos a hacer tarde- me cogió en brazos dirección al baño, mientras me daba un calido beso en los labios.
- por que tanta…- no me dio tiempo a terminar, me dio otro beso en los labios, pero este duro mas que el anterior.
- Te quiero presentar a unos amigos y enseñarte la facultad, y bueno, hemos quedado a las 3 para comer con tu hermano y mi hermana.
- de acuerdo, dame dos minutos y estaré lista
- mientras tu te preparas, voy a mi casa a cambiarme, a las nueve y veinte te vengo buscar
- OK
- ¿Te dará tiempo?- me pregunto con ironía, como si no me fuera a dar tiempo
- si-le dije sacando la lengua; otro que se piensa que por ser mujer, tenemos que tardar una hora en el baño para arreglarnos, (pensé para mi) el empezó a reírse-bueno corre, que el tiempo corre
- vale, hasta ahora pekeñaja-y se fue.
Me pegue una ducha, tenia el pelo mojado así que decidí rizármelo, así no perdería mucho tiempo con el , me hice la ralla en el ojo y me di rimel, me puse unos vaqueros blancos y una camiseta negra, andaba indecisa si ponerme las parisinas o las pumas, pero al final me puse las pumas, si íbamos a pasar el día fuera seria mejor las deportivas, eran negras así que me pegaban mejor con la ropa, estaba decidiéndome si las perlas o los aretes, cuando entro mi hermano.
- hola, enana
- oye, es que no sabes llamar a la puerta o ¿que?-le dije enfadada
- perdona es la costumbre, esto…
- dímelo rápido, que va ha venir Hugo-le dije en tono seco, mientras todavía tenia en las manos los pendientes, aun indecisa
- Mejor las perlas- me dijo señalándomelas
- ¿Qué?
- Las perlas, quiero decir que te quedan mejor las perlas
- Gracias- le dije mientras me las ponía-y que querías decirme, por que no creo que me vengas a hablar de pendientes.
- No enana
- JUAN, DEJA DE LLAMARME ASI- dije chillando y hiendo hacia a el con los puños cerrados
- Vale tranquila, solo venia a preguntarte…-parecía indeciso
- Venga, pregunta de una vez
- Si Hugo te había dicho lo del medio día
- Si, que vamos a comer juntos ¿no?
- Ya veo que estas enterada- sonrió-entonces, no te molesto mas enana
- JUAN- me dirigí corriendo hacia el, pero el salio corriendo por la habitación, así que decidí dejarlo así; cogí la bandolera y mire el reloj eran 9:19 Salí corriendo de la habitación escaleras abajo, cuando Hugo abrió la puerta de casa, era alucinante, pero parecíamos ya un matrimonio, por supuesto sin consumar, pero vivíamos juntos mas o menos.
- lo ves, justo a la hora- le dije señalando el reloj.
- si ya veo- se me quedo mirando y en su cara apareció una sonrisa traviesa- estas muy guapa con ese pelo, te queda muy bien el pelo rizado.
- Gracias, tu también estas muy guapo- me puse colorada, el iba con un vaquero negro y con una camiseta roja, iba guapísimo.
- venga, estas lista- me decía mientras extendía su mano hacia mi
- si- y le coji de la mano
Salimos de la casa los dos cogidos de la mano, era una sensación extraña pero me gustaba; durante el camino hablamos de todo un poco, de la música, del cine, de nuestras aficiones; llegamos muy rápidos a Zaragoza, la ciudad era inmensa, lo que mas me gustaba era el acento maño, sobre todo cuando decían “que pasa maño”.
- Ya hemos llegado, te presento mi facultad-dijo señalándome el edificio que estaba enfrente, mientras bajaba del coche.
- me gusta, no se parece a los que tenemos en Vitoria.
- ven, vamos a mi residencia.
- A ¿pero tu no vives en litago?-le pregunte extrañada
- si, pero durante el año vivo aquí, sino me tendría que levantar una hora antes, y aquí con 10 minutos vasta
“será vago” (pensé para mi) me condujo al otro extremo del campus, y llegaos a un edificio grande, las paredes eran de piedra parecía un convento de monjes, entramos y por dentro era precioso, estaba decorado con muebles victorianos, me resultaba acogedor.
- Hombre Hugo, bienvenido, al fin nos honras con tu presencia-le dijo un chico pelirrojo de pelo rizado, sin darse cuenta que estaba ahí, se dirigió a el dándole un abrazo y se dio cuenta que estaba hay- y quien esta que viene contigo-dijo fijándose en mi.
- Es Melisa, mi novia-dijo con una sonrisa, yo me puse colorada nunca le había odio decir novia, aunque llevábamos menos de 48 horas saliendo.
- Así que al final has caído como todos, jajaja, encantado melisa yo soy Juanjo.
- Encantada-y nos dimos dos besos
- Juanjo donde están los demás.
- Tu que crees durmiendo, yo iba a comprar algo para desayunar
- vale, voy a despertarles, por cierto compra algo para nosotros también que todavía no hemos desayunado.
- esta bien, no se hasta cuando voy a dejar de ser vuestra niñera
- va deja de quejarte, que arias tu si no estuviéramos nosotros
- descansar tal vez, jajaja-y se fue corriendo
Nos dirigimos hacia el final del pasillo, donde había unas escaleras, subimos hasta el tercer piso, fuimos hacia el lado izquierdo del pasillo, hasta llegar a una habitación que tenia puesto el numero 314 en la puerta, y llamo, se escucho una voz de fondo.
- Si, ¿Quién es?, Juanjo no serás tu otra vez ¿no? -justo abrió la puerta, era un chico de pelo castaño y rizado como lo tenia Hugo, con ojos verdes y físicamente mas fuerte, estaba con una camiseta y unos bóxer puestos-hombre pero si es Hugo, como es que llamas pero si tienes…-se callo al verme y se puso rojo y giró la cabeza gritando-chicos! Será mejor que os vistáis, Hugo a traído visita- volvió la cabeza a nosotros- no os quedéis parados hay, entrar- entramos y era una habitación espaciosa, en un lado había un pasillo que supuse que dirigiría a las habitaciones.
- ¡eh! Hugo, no nos vas a presentar
- si claro, esta es melisa mi novia y el es Oriol mi mejor amigo.
- Encantado melisa, eres muy guapas- yo me puse colorada
- encantada- y nos dimos dos besos
- Oriol que tal si te vistes y eso…-le dijo Hugo un tanto serio
- si claro, es que tío esto se avisa, disculparme un momento- y se fue de la habitación
- que te gusta mi morada
- si es bonita- había dos sofás grandes haciendo ele y dos butacas, una televisión de plasma y la Psp, y gran armario blanco que no pegaba mucho.
- ven te voy a enseñar mi habitación- me cogió de la mano y fuimos hacia el pasillo había 6 puertas, nos paramos en la ultima, y entramos, era una habitación no muy grande pero lo suficiente para que entrara una cama de 1,20 el escritorio, tenia su propio baño con su plato de ducha.-que te parece.
- Bonita, aunque la cama la veo pequeña para ti-le dije mirando la cama
- hasta ahora estaba bien, pero ahora que lo dices si me parece pequeña-dijo riéndose, mientras me cogía en brazos y me llevaba hacia la cama, yo me deje llevar, me dejo sobre la cama y se puso al lado mió y me abrazo- así mucho mejor
- oye, no si te has dado cuenta pero…
- Tranquila no nos molestaran-y me dio un beso, pasado un rato tocaron a la puerta
- oye Hugo, ya esta el desayuno
- YA VAMOS- decía mientras nos levantábamos, miro y dijo- ¿tienes hambre?
- Tu que crees- le dije mientras le rodee con mis brazos por la espalda y le mordía a su vez la espalda
- ¡eh!, no me muerdas, jajaja-salimos de la habitación riéndonos y llegamos otra vez a la habitación de la entrada, era como el salón de ese piso, resultaba que el mueble que no pegaba era una cocina, si habrías las dos puerta de arriba, se convertía en fregadera y fuegos, y las puertas de abajo eran neveras.
- hola Hugo, ya me enterado de que tienes novia-dijo riéndose y fijándose en mi, un chico grande, por lo menos mediría 1.90 y de complexión ancha, pelo liso negro y corto con ojos marrones- eso si que es un milagro-repare que en la habitación había cinco chicos mas aparte de Hugo, solo conocía a dos a Juanjo y a Oriol.
- Haber chicos os presento a Melisa, mi novia- sentí como mis mejillas ardían, estaba como un tomate-haber a Juanjo y Oriol ya los conoces, los demás son Alberto-dijo señalando al que acaba de hablar-Marcos-rubio y con ojos azules muy guapo, aunque era bastante normalito, tenia cara de niño-Jaime su hermano.-se parecía bastante mas a su hermano pero se notaba que era mas mayor que su hermano este tenia el pelo castaño y con ojos azules.
- encantada de conoceros a todos- dije mientras le daba dos besos a cada uno.
- Melisa, se me había olvidado decirte, Oriol es mi primo- no me extrañaba por eso se parecían tanto.
- Juanjo que has traído para desayunar- dijo Oriol mirando a Juanjo.
- Churros con chocolate-dijo trayendo una bolsa enorme colocándola en la mesa, después trajo 7 tazas, y con una jarra de cristal fue echando chocolate caliente en cada taza; sin pensarlo dije a Hugo en voz baja.
- Hugo ¿como os conocisteis?
- ¡Eh! Hugo, que te esta diciendo tu novia- dijo Alberto riéndose-piensa que estamos locos ¿no?-
- Calla capullo, solo me a preguntado que como nos conocimos
- perdona, pero es que…
- No pasa nada-dije con una voz que casi no se me oía
- Haber por donde empiezo…-dijo Hugo mientras estaba pensando
- O no ya va a empezar a dar la chapa, Melisa no sabes lo que has hecho-dijo Jaime mientras se reían, se notaban que todos se llevaban bien.
- Haber ya se, Mira Oriol vive en litago como yo dos casas mas arriba que la mía, Juanjo vive en Trasmoz es un pueblo que esta a cuatro minutos del nuestro, Alberto vive en Vera del Moncayo que esta a 7 minutos y por ultimo, Marcos y Jaime viven en el Monasterio de Veruela que esta a 9 minutos; resulta que todos íbamos al mismo colegio desde pequeños, a la Salle Franciscanas y hay nos conocimos desde entonces no nos hemos separado; Oriol, Alberto y Jaime estudiamos Informática en cambio Juanjo y Marcos estudian Industriales; ya esta, eso es todo- dijo resoplando
- POR FIN, mira que le gusta dar la chapa- dijo riéndose marcos
- marcos que cobras- dijo en tono amenazador Hugo
- ¿Qué vais ha hacer hoy chicos?- dijo Alberto mirando a nosotros dos.
- iba a enseñarle el campus e ir a mirar los papeles de las matriculas para ella.
- si, ¿de verdad? Te vas a quedar- dijo Oriol sonriendo
- si
- ¿Qué vas a estudiar? Has mirado ya residencias
- informática, y respecto a la residencia creo que vendré todos los días desde Litago
- ¿Cómo?, pero tu también eres de Litago
- si, es la nieta de Melisa- dijo Hugo, Oriol se quedo mirándome muy raro, y al fijarme en los demás todos me miraban de manera rara y no pude más.
- que pasa, ¿Por qué todos me miráis así?- dije no lo mas amablemente posible que pude
- Nada cariño, a que no chicos-pregunto Hugo mientras los miraba a todos, pero mas que una pregunta parecía como si lo estuviera afirmando.
- no, no pasa nada- dijeron todos a la vez
- Nosotros nos vamos, luego a la tarde nos vemos
- Hugo, os vais a quedar a dormir- pregunto Oriol
- no lo se, ¿por?-dijo Hugo mirando a Oriol con una sonrisa.
- Melisa te importa que te robe a Hugo un momento- me dijo Oriol mirándome, de esa forma tan extraña, pero a la vez con una sonrisa.
- no, no me importa, siempre que me lo devuelvas-dije riéndome y se fueron.
- Melisa, y bueno cuéntanos de donde vienes, por que esta visto que de litago no eres- dijo Juanjo, era obvio que entre los pueblos todos se conocían.
- Vengo de Vitoria
- Sabes, tengo una hermana que empieza este año en informática también, si quieres te la presento, se llama Laura.
- Por mi bien-le dije a Juanjo, en ese momento me di cuenta que el también tenia la pulsera, de mi hermano que también tenia Hugo.
- Esto, Juanjo…
- si dime, pregunta lo que quieras
- ¿Dónde has comprado esa pulsera?- se quedo pálido
- No se, tiene ya años, ya ni me acuerdo- en ese momento aparecieron, Hugo y Oriol serios, pero al verme sonrieron.
- De que estabais hablando, mientras yo no estaba-pregunto Hugo
- Me estaba contado Juanjo de que su hermana este año también empieza a estudiar informática, y que me la iba a presentar.
- Te ha dicho también que es la novia de Oriol-dijo Hugo
- Hugo, eso es pasajero –dijo riendo Juanjo- tarde o temprano mi hermana lo dejara jajaja
- De eso nada, ella y yo vamos enserio llevamos un año juntos-dijo Oriol muy enfadados.
- vamos chicos nos enfadéis ahora-dijo Marcos- hay damas delante.
- Nosotros no vamos, que sino se nos va a hacer tarde, de acuerdo-dijo Oriol, y nos fuimos.
Estuvimos todo lo que quedaba de mañana, arriba y abajo del campus, me encanto y lo mejor de todo es que estaba muy cerquito de la residencia de Hugo, estuvo contándome anécdotas de cuando eran pequeños; dieron las 2:30 y llamaron por teléfono, era mi hermano, que ya estaban en el restaurante esperándonos, nos dirigimos allí, hay estaba mi hermano y Selene.
- Hola Selene, hermanito-lo ultimo lo dije con retintín
- Hola Hugo, enana-respondió mi hermano.
- Juan, no te metas con tu hermana
- pero si a empezado ella…-dijo mi hermano a Selene
Pedimos la comida, y durante la comida estuvimos hablando lo que habíamos hecho durante el día, mi hermano y Selene habían ido de compras, y yo le conté que me iba a quedar a estudiar en Zaragoza, mi hermano no se sorprendió y me dijo que me ayudaría con mis padres para que lo entendieran.

Cuando estábamos tomando el postre sonó mi móvil, lo cogí era m madre.
- Hola mama
- Melisa ¿eres tú?
- si mama, soy yo
- Hay cariño, no te estaré molestando
- No mama, estoy comiendo con Juan, Hugo y Selene.
- De verdad cariño espera, ahora vuelvo a llamarte espera un momento que tengo una sorpresa- colgó
- Que pasa melisa- dijo mi hermano preocupado
- No se, era mama, estaba hablando con ella, y me colgó dijo que tenia una sorpresa.
- Que raro, mama con sorpresas- sonó mi móvil era una video llamada, entendí cual era la sorpresa, me puse al lado de Hugo y descolgué
- Hola mama
- Hola hija, se ve bien
- si mama, llevas puesto el delantal, ¿Qué estas cocinando?
- haciendo pastel vasco
- Jo eso no vale- le dije mientras ella me lo enseñaba
- ese es Hugo- sin darme cuenta, mi madre estaba viendo a Hugo se me había olvidado que lo había puesto detrás mió adrede.
- Si mama, es Hugo mi novio
- ¿Qué, tu novio?
- si mama
- y yo con estas pintas, esto, Hola Hugo encantada.
- Hola señora vesisn, encantado
- Espero que vengas pronto a casa para conoceros.
- MAMA, todo a su tiempo.
- cariño, no pasa nada por mi vale- le mire a Hugo con enfado pero al ver su sonrisa se me fue el enfado
- lo siento hija, pero ya sabes como soy –dijo mi madre riéndose-hija pásame con Juan, le pase el móvil a Juan.
- Hola mama, estas es Selene mi novia, y si ya te la llevare, ¿vale?
- hola encantada Selene, por lo menos mi hijo ha ido al grano, me ha quitado trabajo.-dijo mi madre riéndose
- Encantada señora Vesisn.
- Encantada Selene
- Veo que mis hijos están bien, así que os dejo chicos, besos a todos-dijo haciendo el ademán de darnos besos-por cierto, Hugo cuídame a la niña ¿vale?
- Si señora Vesisn
- Hugo, llámame Ruth, ¿vale cariño?, Selene a ti te digo lo mismo.-colgó
Después de colgar mí hermano me dio el teléfono, lo guarde en el bolso y justo después de eso, Hugo me dio un beso muy tierno.
- Y ese beso-dije en voz alta lo que estaba pensando
- Por presentarme a tu madre como tu novio- entonces me acorde de mi abuelo y le dije.
- tengo más familia, el próximo te presento a mi abuelo, bueno ya lo conoces pero como novio quiero decir- mi hermano se puso serio, y Hugo se puso tenso-que pasa, he dicho algo malo.
- No nada pekeñaja, esto Juan me acompañas a pagar-dijo Hugo levantándose de la mesa.
- Si claro, vamos- respondió mi hermano y se fueron
- Bueno Selene, o mejor te digo cuñada- Ella se hecho a reír
- como quieras, aunque me gusta cuñada
- de acuerdo, a partir de ahora cuñada-le extendí la mano
- trato hecho- ella me la tendió y la estrechamos-que te iba a decir, quieres ir esta tarde de compras.
- Por mi vale, las compras es para como una religión, hay que ir por lo menos una vez en semana como a misa-ella se hecho a reír, llegaron los chicos.
- De que os reís-dijo mi hermano
- Tu hermana, me encanta- dijo Selene- esta tarde nos vamos de compras, así que chicos vosotros que decís.
- Esto…-me quede mirando a Hugo-bueno por mi vale, pero luego vamos a enseñarle a Melisa el colegio donde estudiábamos ¿vale?-dijo Hugo.
- De acuerdo-dijo Selene-bueno vamos, cuñada.
- si vamos cuñada-salimos las dos cogidas del brazo, mientras ellos se reían detrás.

Estuvimos toda la tarde de compras, yo me compre un vestido negro que vi en zara era precioso, descubierto por detrás y atado al cuello con escote en forma de V como tenia caderas quedaba muy bien; Selene se cogió otro de palabra de honor de color vino; me lo compre por que cuando me lo vio Hugo se le quedo cara bobo y me encanto esa cara, aunque mi hermano no le hacia gracia; mas tarde terminamos y nos despedimos de ellos y nos quedamos solos y Hugo me llevo a la salle franciscanas, era un colegio enorme, estaba dividido en dos partes en unos iban los de preescolar , en otros los de secundaria y la eso y en el otro al otro extremo de los de preescolar iban los de bachillerato, era precioso me encanto nada mas verlo, estaba en centro de la ciudad; nos dirigíamos al coche cuando sonó el móvil de Hugo, cogió y se aparto un poco de mi y pocos minutos después vino.
- ¿Quién era?
- era tu hermano, para ver si íbamos ya para casa
- a vale
Llegamos a mi casa en un santiamén, el porche estaba con la luz encendida y para mi sorpresa había varios coches que solo conocí uno, los demás no; entramos en la casa y el hall estaba con la luz encendida y chille.
- JUAN, ESTAS HAY-apareció mi hermano y mirando a Hugo dijo
- Hugo ya esta hecho
- De acuerdo, vamos Melisa te tenemos que contar una cosa- me dijo Hugo mientras me cogía de la mano.
- ¿El que? , ¿Que esta pasando? -me dirigieron al salón y hay estaba era mi abuelo, y mas gente pude ver a Pili, Gregorio, Selene, Juanjo, Marcos, Jaime, Alberto y Oriol y al lado de Oriol vi a una chica supuse que era Laura.
- ¡Abuelo!- le solté la mano a Hugo y me dirigí hacia el, corriendo dándole un beso, el sonrió- que haces aquí.
- cariño, será mejor que te sientes, esto Hugo tráele una silla
- si señor- y me trajo una silla y me la acerco
- Hugo, quiero que te quedes conmigo- le decía a la vez que le cogía la mano, el miro a mi abuelo.
- esta bien, Hugo quédate hay no pasa nada- me levante de la silla y le pedí a Hugo que se sentara, el dudo pero se sentó y me senté encima de sus rodillas.
- Abuelo no te importa ¿no?
- No cariño, por mi no pasa nada- Hugo estaba serio pero me acariciaba la mano con el dedo gordo, solo lo sabia yo, y son eso me bastaba
- Abuelo, veo que aquí se cuece algo gordo, por que, no creo que sea una fiesta esto, digo yo
- Hay melisa, tengo una nieta muy lista
- así es abuelo, y bueno antes de que comiences a decir, quiero preguntar una cosa.
- dime cariño
- abuelo, esto tiene que ver con la casa, no es así…-me puse nerviosa, pero Hugo estaba hay y me sentía segura
- si mas o menos, tiene que ver con la familia de la abuela
- dime, soy toda oídos
- Tu abuela sabes que se llamaba Melisa
- si-asentí con la cabeza
- Pues, todas las dueñas de esta casa tienen la obligación de llamarse Melisa y sen descendientes de la primera Melisa.
- Y que tiene que ver esto, para que halla aquí medio pueblo
- Tiene que verlo todo, pero será mejor que te lo cuente tu abuela
- ¿QUE? , QUE ME LO CUENTE ¿QUIEN?, SI ESTA MUERTA
- no exactamente-dijo una voz detrás mía, yo me quede petrificada, me gire y vi a mi abuela tal y como estaban en las fotos.
- A bu e la-dije la palabra poco a poco no podía articular casi.
- si cariño soy yo, tu abuela Melisa – en ese instante me desmaye.
Sentí unos suaves dedos acariciándome las mejillas, mientras me decía.
- Melisa mi amor, despierta, estas bien-yo empecé a abrir los ojos-parece que reacciona- pekeñaja, soy yo Hugo estas bien -yo me incorpore, me encontraba en brazos de Hugo.
- si, ¿que a pasado?- en ese instante recordé y mire a mi alrededor y vi a mi abuela con mi abuelo cogidos de la mano.
- Melisa, te encuentras bien-me dijo mi hermano, mientras me acariciaba el pelo
- si, creo que me estoy volviendo loca- pero seguía viendo a mi abuela viva, aunque no se quería decir con eso de “no exactamente”.
- No cariño, no te estas volviendo loca créeme-me dijo Hugo- tu tranquila yo estoy aquí decidas lo que decidas-me dijo Hugo al oído
Pensé dos veces antes de decir lo que iba a decir-Abuela, tu estas viva ¿Por qué?-dije lo mas serena posible que pude.
- Me alegro que te de tanta alegría verme viva, cariño-dijo mi abuela sonriendo- será mejor, que este abierta a todo, por que lo que te voy a decir te va a resultar bastante extraño.
- Abuela, creo que después de verte viva, cuando en realidad estabas muerta; no creo haya nada que lo supere-mi abuela sonrió
- querida no sabes hasta que punto te equivocas, pero te lo contare todo desde el principio-yo me aferre a la mano de Hugo, y mi abuela se dio cuenta, y sonrió más.
- Empieza cuando quieras, luego preguntare- mi abuela asintió con la cabeza.
- Vale, me parece justo; comenzare desde el principio, todo comenzó en 1835, el ama de llaves de esta casa era viuda y tenia dos hijos suyos a su cargo con 25 años se había quedado viuda, y ella se encargaba del cuidado de esta casa, una noche el amo salio de la casa para dar su paseo matutino que era entre las 10:00 y 11:30 , pero dieron las 12:00 y no volvía, así que salio en busca de su amo para saber si le había sucedido algo, y lo encontró arrojado a pocos metros del la entrada de la casa, ella lo cogió como pudo y lo llevo a la cama, lo desvistió y lo limpio y le puso un pijama nuevo, ella no supo que le pasaba; días mas tarde apareció un señor llamado Rutilio era un señor bastante mayor, deseaba hablar con el señor de la casa, el ama de llaves le dijo que no estaba en condiciones, que se encontraba enfermo, el se ofreció a verlo ya que el era medico, el ama de llaves lo dejo pasar y el señor lo oculto y días mas tarde, Miguel, que así es como se llamaba el señor de la casa se sintió mucho mejor, auque cuando hacia sol no salía a la calle; tiempo mas tarde Melisa, que así es como se llamaba el ama de llaves callo enferma, cogió la gripe y miguel le propuso un trato, que el le daría fuerza y salud a cambio que nunca se alejara de su lado, ella acepto y llegaron al acuerdo de que la casa pertenecería a su hija melisa, y así sucesivamente a todas las mujeres de la familia, pero solo a la que se llamase Melisa…
- Pero abuela como la salvo
- Quieres que siga contando o ¿no?- yo me aferre más a las manos de Hugo.
- Si abuela
- Bueno, Melisa es un antepasado nuestro , es nuestra tatarabuela, por así decirlo, hay algo que no te e contado, es que como la salvo; bueno resulta que Miguel era un vampiro, se trasformo la noche que salio de paseo y no llego a casa, el que le transformo fue Rutilio, y la parte del trato que no te he dicho es que miguel trasformo a nuestra tatarabuela por que se enamoro de ella, y al temor de perderla se declaro a ella, y le dio la vida eterna, a cambio de que ella se quedara siempre con el y así ella podría criar a sus hijos, sus hijos crecieron y cuando tuvieron los suyos propios al nacimiento de la primera niña se le hacia llamar Melisa, y acto seguido si los padres lo deseaban se les convertía y así nunca morirían y seguirían amándose de por vida; y esa es la razón por la que tu has heredado la casa y no tu padre yo jamás pude tener mas hijos solo tuve a tu padre, el día de que me entere que tu madre estaba embarazada de ti sabia que iba a ser niña, así que ese día sentí que era hora del proceso y me fui, no si antes de decirles a todos que debían de hacer, a tu mayoría de edad, por eso lo de tu graduación y lo demás ya lo sabes.-no me había dado cuenta pero estaba completamente echada encima de Hugo como un bebe temblando y agarrada a el, después de terminar la abuela de contar su discurso, me senté bien y me dirigí a la abuela.
- Pretendes que me crea, que tu eres…-respira hondo e intente calmarme- que tú eres un VAMPIRO.
- Si lo soy- me dijo con otra sonrisa cautivadora
- Bueno y esto quiere decir que mi hermano, ya lo sabia
- si, así es
- y como es que no me ha dicho nada-dije mirando a mi hermano con rabia
- cariño, no le dejamos decírtelo
- eso quiere decir, que mi hermanó lo sabia desde pequeño
- no, a el se lo dijimos hace 3 años- entonces recordé que mi abuelo se lo llevo a dar un viaje después de graduarse y fue cuando le regalo la pulsera, entonces empecé a unir cabos, y lo entendí.
- Abuela, esto tiene que ver con esto –dije cogiendo el brazo a Hugo y señalando la pulsera
- si, veo que eres muy observadora, a los hombres le damos una pulsera de cuero con 12 cruces y las mujeres un colgante con un ángel, es la distinción de nuestra orden.
- COMO, de que orden, mira yo ya me estoy perdiendo…
- Es muy sencillo, el nombre de la orden es ANGEL CAIDO, por que somos vampiros.
- Y bueno ya se que se todo esto- mire a mi hermano y le dije.-JUAN
- si dime melisa-vino a donde estaba yo
- Selene y tú no os habéis hecho novios ahora a que no.
- así es, llevamos juntos 2 años, por eso me iba con el abuelo de vez encunado a pasar los fines de semana con el, veníamos aquí, el veía a la abuela y yo a Selene.
- Ya me parecía a mí, que en Vitoria tuvieras a todas detrás y tú no las hicieras ni caso- al decir esto en la cara de Selene apareció una sonrisa.
- Bueno abuela, que me afecte a mi lo entiendo pero todos los que están aquí ¿por que?, son todos familia
- No hija, con el tiempo el pueblo se fue transformando así como las diferentes familias del pueblo, así que vivimos todos juntos los vampiros con los vivos.
- abuela…
- si, pregúntamelo, se que es lo que quieres preguntarme
- No coméis a humanos
- ella se rió, y la gente estaba sonriendo
- No cariño, bebemos solo sangre de animales, en nuestra especie de vampiros, nos hemos educado y no nos gusta la sangre humana, solo la bebemos cuando es la noche de la transformación.
- Y cuando es eso-pregunte temblando
- Cuando aquel familiar este de acuerdo en hacerlo, aquí no se obliga a vivir eternamente, solo se le da esa virtud aquel la quiere, por eso te lo hemos contado, por que eres la dueña de la casa y por que solo una descendiente tuya podrá heredar la casa.
- Pero abuela, que se supone que debo hacer ahora.
- Solo decidir, si quieres ser de la orden o no.
- y eso que conlleva-mire a Hugo
- Es muy sencillo, te comprometes a ayudar a la orden y cuando hayas tenido la primera hija la llamaras melisa, y llegado la hora de que tu hija tenga otra hija te podrás convertir o no.
- Muy bien- me levante sin soltar la mano de Hugo- acepto, pero con una condición
- ¿Cuál? Cariño
- que jamás se me vuelva a mentir.
- de acuerdo, Juan trae el libro
- si abuela- mi hermano se fue al armario del fondo y saco una llave y lo abrió saco un libro grande y se lo acerco a la abuela, dándoselo, la abuela se acerco a mi tendiéndome una pluma
- Melisa, tienes que firmar aquí y decir que te comprometes en ayudar a la orden siempre que lo necesite-firme
- Ya esta abuela- ella le dio el libro a Juan y el lo guardo en armario donde estaba antes.
- ven melisa- me dijo abriendo sus brazos, yo fui a donde ella y le abrace y le di un beso en la cara
- abuela, no sabes cuantas veces…-y no pude terminar la frase por que estaba llorando, ella me dio un dulce beso en la frente.
- Tranquila cariño-me aparto de ella poco a poco- ahora será mejor que descanses, Hugo llévala a su cuarto y quédate con ella de acuerdo.
- Si señora- el se levanto y me cogió de la cintura
- Vamos mi amor, tienes que descansar-nos dirigimos pasillo hacia mi habitación, cuando ya estábamos dentro cogí a Hugo por las dos manos mirándole a los ojos.
- ¿Por qué no me lo dijiste?-el parecía que estaba pensando
- como dices-dijo saliendo de tu trance
- si cuando te pregunte por la pulsera, por que no me dijiste la verdad.
- Yo no te mentí, técnicamente no mentí, tú me preguntases “donde te has comprado esa pulsera” y yo te respondí “esto no me acuerdo…” y no me acordaba por que no lo había comprado.
- eso no vale-le dije enfadada- como puedes tener tanta cara
- que querías que hiciera, no me dejaban decírtelo- me solté de el
- Pues esta mañana cuando discutías con mi hermano, no te importaba mucho, dijiste que si mi abuelo no cambiaba de opinión me lo dirías tú, has tenido todo el día para decírmelo y no me lo has dicho- me eche a llorar
- Nos habías oído, y no me has dicho nada, ¿Por qué?
- Pensé que era mejor, pero…
- Dime
- pero al mediodía, en la hora de la comida, cambien de opinión y por eso metí a mi abuelo en la conversación, ¿lo recuerdas?
- Si
- y mi hermano se puso serio, y tu te pusiste tenso
- veo que te distes cuenta
- si así es, y me has fallado
- yo no quería- el me abrazo y no pude decirle que se fuera-melisa yo no podía…- y el se hecho a llorar
- Hugo
- Dime
- Tú no estarás conmigo…
- Que quieres decir
- que si estas conmigo por que te lo han mandado-el me soltó, y me cogió la cara.
- Melisa, mírame bien, estoy contigo por que me gustaste desde el primer día que te vi, tu hermano me había hablado mucho de ti, tenia ganas de conocerte y el sábado cuando te vi, me enamore de ti, al estar contigo toda la tarde; tu hermano quiso quedarse con mi hermana, y yo no quería dejarte sola, así que por eso te llame cuando me dijiste que tenias miedo, yo…-suspiro-me alegre y subí , y pasar estos tres días contigo a sido lo mejor que me a pasado en la vida.
- Hugo- me abracé a su cintura y me puse a llorar, yo también le quería, pero no me había dado cuenta hasta ese momento de cuanto le quería.
- pekeñaja, te quiero eso no lo olvides nunca, de acuerdo.
- si mi amor, te quiero- y nos besamos; estuvimos abrazos durante un largo tiempo, no sabría decir cuanto, y fue entonces cuando Hugo me alzo el rostro a la altura de su cara, estaba triste y me miro a los ojos, y yo me empecé a poner nerviosa, tenia miedo, no se por que, pero sentía, como si algo fuera a pasar.
- Melisa, tengo que contarte una cosa- me había llamado por mi nombre y eso no era buena señal.
- dime peke-dije con voz apenada y triste, no podía disimularlo eran demasiadas cosas para un solo día.
- Sabes lo que has hecho al aceptar entrar en la orden-me miro con lagrimas en los ojos.
- Si, cuando acepte pensé que tú también estabas en ella y para mi eso era lo único que importaba.
- No me refiero a eso, esto va a traer consecuencias en tu vida, y en la tus futuros descendientes- en ese instante una lagrima recorrió su mejilla, y pose mi mano en su mejilla y le seque las lagrimas.
- Mi amor, si estas tu no hay mas que pensar, además si uno quieren ser de la orden, no les obligan.
- Solo ocurrió un caso que se negó, y lo pudieron solucionar mediante la hipnosis pero…
- Pero que, que paso…
- Yo no debería decir esto…
- HUGO, habla claro, que paso, ¿Quién fue esa persona?
- Yo no puedo, lo prometí, lo siento mi…-se hecho a llorar
- Hugo mi amor, tu no puedes dejarme así, además cuando acepte ser de la orden, lo hice con una condición, que no se me mintiera, así que dímelo, no me digas que no lo sabes ,por que no es así, en tal caso me estarías mintiendo, y no puedes mentirme
- Tienes razón, el único caso fue tu madre, no quiso ser de la orden, tu abuela se lo comunico el día que supieron que estaba en estado, le contó todo lo de la orden ella reacciono muy mal, se negaba a que una hija suya perteneciera a tal orden, o como ella dijo a tal secta y que acabaría con todos ellos antes de que alguno de sus hijos perteneciera a ella, ante tal amenaza, tu padre, intento que entrara en razón pero no pudo, tu padre llego a un acuerdo con tu abuela, que le borrarían ese día de la memoria a tu madre, pero a cambio, de que, a la mayoría de edad de sus nietos, durante ese verano los mandarían, al pueblo para que decidieran por ellos mismos y si no lo aceptaban , harían lo mismo que hicieron con tu madre le borrarían de la memoria esos días y seria como si no hubiera existido, ese fue el trato, y para cerciorarse de que se cumplía, tu abuelo se quedo al lado de tu padre, mientras tu abuela se convertía; ahora que habéis aceptado los dos, tu abuelo…
- Mi abuelo que, habla Hugo por DIOS
- tu abuelo se va a convertir en uno de ellos
- Dios-me puse a temblar, y a darme cuenta que si hubiera dicho que no, podría haber perdido a Hugo.-Hugo, y si hubiera dicho que no, te hubiese perdido…-me eche a llorar.
- Melisa, yo te hubiese recuperado…-me abrazo- mi abuelo es el hipnotizador.
- ¿Cómo?-no me puedo creer todo lo que esta pasando-Hugo dime que esto es una broma...-digo llorando
- peque no te estoy mintiendo, quería que lo supieras por mi, si ellos se enterasen que te lo e contado me…-siento horror al imaginar que le podrían hacer a Hugo a la persona mas importante en mi vida
- Hugo yo…-no puedo mas, necesito salir de aquí, me separo de Hugo y voy hacia donde esta mi bolso, cojo el bolso y salgo corriendo de la habitación, voy escaleras abajo y todo esta apagado , salgo de la casa y me dirigí a mi coche abro la puerta y me siento, estoy metiendo las llaves en el coche y veo como Hugo esta en la puerta de la casa, se que me esta diciendo algo pero no le entiendo bien, a causa de que no paro de llorar, me seco las lagrimas arranco el coche, voy conduciendo sin rumbo, solo quiero irme lejos de esa casa, quiero pensar, escucho el móvil y sin mirar se que es Hugo, sigo conduciendo y mi móvil sigue sonando, decido que es mejor que pare y contestar; paro el coche y no se donde estoy y empiezo a tener miedo, cojo el móvil y veo hay 23 llamadas perdidas todas de Hugo, eso quiere decir que nadie se a dado cuenta de que me e ido; busco en la agenda el numero de Hugo y le llamo, al pulsar la tecla de aceptar aparece su foto, comienzo a llorar le hecho mucho de menos, suena un tono dos tonos.
- Melisa ¿donde estas?, no te encuentro
- No lo se, me he perdido-le digo llorando
- Tranquila, todo esto va a salir bien, yo estaré contigo a tu lado apoyándote.
- Hugo tengo miedo, no veo nada- me pongo a temblar
- Melisa haz lo que te diga, vale
- si, dime que hago
- cierra el coche por dentro, y no te muevas, por favor no salgas del coche es peligroso
- si, ya esta-que hago ahora, seguía llorando
- dime si ves algo-mire a todos lados y pero no vi nada
- no, nada- en ese instante vi unas luces- esto, espera veo algo
- que ves
- unas luces detrás de mi coche
- si ya te veo, soy yo- me da una señal con las luces las enciende y las apaga- lo ves soy yo, quédate hay ahora voy
- si- y colgué, en un instante tocaron en mi ventana, encendí la luz del coche y vi que era Hugo, abrí la puerta y Salí del coche, le di un beso- perdóname, me asuste yo solo…-me puse llorar, a la vez que me abrazaba a el
- No pasa nada, es normal-me dio un beso suave- cuando se lo dijeron a tu hermano, salio en el mismo momento que se lo dijeron, y tardamos mas de 3 horas en encontrarle.
- Hugo, tengo frío…-estaba temblando, había salido de casa sin ninguna chaqueta, estaba solo con la camiseta de tirantes, Hugo me dirigió hacia su coche, abrió el capo y saco una manta, me tapo con ella y me volvió abrazar.
- Peke no me vuelvas hacer esto- se le notaba que estaba aguantando las lagrimas-te podía haber pasado algo…-en ese instante le puse un dedo en sus labios.
- Hugo te prometo no volverlo hacer, pero tienes que contármelo todo aunque sea muy doloroso, necesito saberlo- el miro a los ojos, me cogió la mano y me dio un beso en ella
- Melisa, yo no quería ocultarte nada, pero un juramento es un juramento; pero por ti me lo saltaría…- y se callo
- Hugo si rompes el juramento que consecuencias tendría- el me miro asustado, como si estuviera recordando algo.
- si se enteran que te he contado, lo de tu madre, reunirían al consejo y decidirían si matarme o no- en ese instante de mi salio un grito ahogado, podía perderle
- Hugo, yo no voy a decir nada, no se enteraran de que me lo has contado-respire hondo-no quiero que me cuentes mas- le cogí con las manos la cara-no quiero perderte, así que si preguntar por que salí corriendo, diremos que tuve un momento de pánico por todo lo acontecido, ¿se lo tragaran?
- Yo creo que si, además hoy a sido un día muy duro para ti, mañana cuando te cuenten todo, tendrás que hacerte la sorprendida
- De acuerdo, y ahora vamos a casa, tengo sueño- en realidad no tenia mucho sueño pero, quería estar en la cama tumbada con el, sintiéndome rodeada entre sus brazos; fuimos cada uno en su coche primero iba Hugo delante mió, llegamos a la casa, y todo parecía que estaba igual que lo dejamos, baje del coche cuando Hugo vino a recogerme.
- ¿estas bien?
- si, ahora mucho mejor, pero no te separes de mi- le dije aferrándome a su mano.
- tranquila no te dejare, y me dio otro beso- entramos en la casa, y todo estaba muy tranquilo, fuimos a mi habitación, entramos a oscuras, primero entro Hugo y luego yo detrás de el si soltarnos las manos, encendimos las luces y en la butaca estaba mi abuela.
- Cariño, se puede sabes donde estabais- dijo mi abuela mirando a Hugo.
- Abuela quise salir a tomar un poco el aire- ella sonrió y miro a Hugo
- Hugo querido, podrías dejarnos a solas a mi nieta y a mi – un frió recorrió mi cuerpo, convirtiéndose en pánico, me aferre mas a su mano.
- Abuela si no te importa, preferiría que se quedara- Hugo no me soltó ni un momento la mano, ni se inmuto de mi lado.
- Si es lo que quieres…
- si, es lo que quiero- dije lo más tranquila e imponente que pude.
- esta bien, que se quede; lo que te vengo a contar el ya lo sabe, así que no hay ningún problema.
- esta bien abuela que quieres contarme que no sepa ya, por que dudo que depuse de lo de esta noche me sorprenda algo ya- lo dije con total naturalidad, por que era lo que pensaba.
- Muy bien, empezare por el principio-tosió y sonrió- te habrás dado cuenta de que aquí no esta tu padre, ni tu madre.
- Si así es
- ¿No te preguntas el por que?- ella seguía sonriendo
- Abuela a donde quieres ir a parar
- Te lo contare para que me entiendas, el día que tu madre me dijo que estaba embarazada de ti, a tu madre le conté lo de la orden, ella no se lo tomo muy bien, y bueno…
- Y…
- ella quería separaros a ti a tu hermano de la familia, no quería que supierais nada de la orden, así que tuve que tomar una decisión de la cual no me siento muy orgullosa-notaba como mi abuela se estaba emocionando, y sentí pena por ella- hable con tu padre para que le hiciera entrar en razón, pero ella no cambiaba de parecer ,así que , decidimos tu padre y yo que le borraríamos de su mente ese recuerdo, mediante la hipnosis, pero a cambio a la mayoría de edad de cada nieto vendría ese verano al pueblo para conocer la verdad, es decir de la existencia de orden, y para cerciorarme de que tu padre cumpliría su palabra, deje a tu abuelo con vosotros, simulamos mi muerte, y me convertí en vampiro; tu madre nunca supo que había pasado, y quede de acuerdo con tu padre que si alguno de vosotros decidía no ser de la orden que haría con vosotros lo mismo que hice con vuestra madre, no quería veros sufrir; por eso no están tus padres aquí, esa es la razón; puedes que me odies por lo que le hice a tu madre, pero con el tiempo lo entenderás créeme.
- Abuela no te odio- le dije con lagrimas en los ojos-lo que no se como has podido vivir, sin estar a nuestro lado.
- Si estaba a tu lado, y te e visto desde pequeña, hasta fui el día de tu primera representación navideña; lo que no podía decirte es que estaba allí- no me podía creer, mi abuela a estado siempre a mi lado y yo no me había dado cuenta-además, en donde has estado siempre e tenido a alguien vigilándote.
- Si quien
- pues veras, en tu instituto te vigilaba Mari, la recuerdas
- ¿Cómo? La secretaria- con razón se comportaba siempre muy amable conmigo.
- si esa misma, es la madre de Juanjo, creo ya lo conoces
- de verdad que siempre has estado hay, abuela esto no es justo, yo llorando por ti y tu…-ella se levanto y me cogió la otra mano, que no tenia agarrada Hugo, era fría pero suave.
- Cariño lo siento, pero era mejor así; era eso o perderos para siempre
- lo entiendo- solté la mano de Hugo y la abracé, era como abrazar a una piedra helada, le di un beso en la mejilla- abuela, hay algo mas que yo deba saber
- todo a su debido tiempo, niña mía-dijo dándome unas palmaditas en la espalda-ahora será mejor que descanses, mañana va a ser un día muy duro y además tienes que ir a la ciudad con Hugo para inscribirte en la universidad y buscar residencia.
- Esta bien, pero quien se lo va ha decir a papa y mama
- Tu tranquila eso ya esta solucionado, ya he hablado con tu padre y de tu madre no te preocupes, ella lo entenderá; por cierto me e tomado la libertad de hablar con Oriol y Laura para que mañana valláis juntos a Zaragoza ya que ella también va ir a inscribirse, no os importara ¿no?
- Por mi no hay problema señora-dijo Hugo, estaba detrás mío había permanecido, todo el rato callado.
- por mi tampoco abuela- ella se levanto
- que descanséis-miro a Hugo y dijo-cuídamela, y no salgáis más de noche, últimamente no es muy seguro –y se fue por la puerta.
- Hugo ¿que ha querido decir mi abuela con eso de que últimamente no es muy seguro?- dije mientras me acercaba a Hugo que estaba sentado en la cama.
- nada importante
- Hugo
- esta bien, es que creemos que uno de los nuestros anda cazando sin permiso y bueno, cuando cazan realmente no son ellos mismo, es decir, no muy humanos.
- por eso…-yo comencé a temblar-no querías que saliera del coche, por si me pasaba algo
- si
- esta bien, no saldré mas de noche sin ti; bueno vamos a dormir que mañana tenemos un día muy largo, y como no durmamos un poco, me temo que no haber quien nos levante-dicho esto nos pusimos los pijamas, y nos echamos a dormir, a la mañana siguiente amanecí sola, en la cama, no estaba Hugo, así que cogí el móvil y lo llame.
- Hola peke
- ¿donde estas?
- en mi casa, haciendo la mochila
- ¿y eso?, ¿Por qué?, ¿te vas algún lado?- oí como reía
- peque estoy guardando ropa para subir a tu casa, así no tendré que dejarte sola cada mañana para venir a cambiarme, pero vamos si tu no quieres no lo hago-dijo como un niño que le van a quitar el caramelo y coge todas sus armas para salirse con la suya
- si, si quiero-dije rápidamente- pero ven rápido, te hecho de menos.
- Te quiero, ahora subo.
Me tumbe en la cama, estaba feliz, me daba todo igual por que sabia que Hugo estaría a mi lado siempre; al de un rato llamaron a mi puerta.
- si, ¿Quién es?
- soy yo, Juan, ¿se puede?
- si pasa-entro en la habitación
- ¿Qué tal te encuentras?-dijo preocupado, mientras se acercaba a mi cama y me cogía de la mano
- estoy bien, supongo, teniendo en cuenta que mi familia parece que a salido de una película de terror- el se hecho a reír
- Es normal que tengas miedo, pero te acostumbras, no es tan malo como parece
- Supongo
- sabes, cuando yo me entere-el suspiro y sonrió -Salí corriendo, tardaron tres horas en encontrarme- yo me eche a reír
- tu corriendo, no me lo puedo creer
- si, y llorando, lo pase muy mal
- Y ¿Quién te encontró?
- Selene, ella me hizo entrar en razón, me ayudo mucho
- Entiendo
- pero contigo han sido mas blandos
- Por que dices eso
- Por que a mi me lo dijeron la misma noche que llegue, y contigo han esperado; tenían miedo de tu reacción.
- Hombre no me extraña, si aquí el macho ibérico sale corriendo, que podría hacer yo-dije riéndome, y llamaron a la puerta era abuela, entro en la habitación.
- Buenos días niños, veo que os estáis riendo, ¿se puede saber de que?
- Si me esta contando, de el día que se lo contasteis a el, se porto como un machote-dije riéndome
- Oye enana, si lo se no te lo cuento- dijo riendo mi hermano mientras me tiraba de la coleta
- Abuela dile algo, me esta haciendo daño
- Juan deja de pegar a tu hermana, ella por lo menos no salio corriendo-y se hecho a reír
- Si claro es mejor desmayarse-dijo con sorna
- abuela dile algo
- niños dejar de pelearos-dijo mientras nos cogía de las manos, como si tuviéramos cinco años-Melisa cariño, tienes que prepararte, dentro de nada llegaran Oriol y laura, y no estas prepara-
- Si abuela, tienes razón, Hugo esta al venir- así que se levantaron y se fueron y me dejaron sola.

Capitulo 3--- UNIVERSIDAD

Íbamos camino a la universidad, delante del coche de Hugo iba conduciendo Oriol; en el camino no hablamos mucho, de vez encunado el me cogía la mano, o me acariciaba la mejilla con su mano muy dulcemente, a penas quedaban 10 minutos de trayecto, cuando Hugo rompió el silencio.
- Peke, estas segura de dejar…
- sigue, que querías decirme
- me refiero, a que, tú tienes una vida en Vitoria y bueno sabes lo que haces- pero que clase de pregunta era esa, le mire a la cara, y respire hondo.
- si estoy segura, si no, no estaría aquí, estaría en Vitoria encerrada en mi habitación.
- solo quería estar seguro.
- hazme el favor, de no volver a dudar de mi y si realmente quiero estar aquí- dije muy seria y casi chillando
- no te enfades, pero todo tiene que estar, sobre seguro, ¿entiendes?
- si, te entiendo; pero creía que después de lo de anoche todo había quedado bien claro.
- si, lo se, pero a veces actuamos por instinto y cuando mas tarde lo razonamos lo que hemos hecho, uno puede arrepentirse
- Yo no me arrepiento, es mas, todo tiene su lado positivo.-dije sonriendo, y con cara felicidad.
- ¿Cuál?
- He conocido a mi abuela muerta, por la que tantas noches llore por no conocerla, y ahora esta viva y podremos recuperar el tiempo perdido.- el sonrió
- siempre ves el lado positivo de las cosas, aunque las cosas se pongan muy feas.
- no siempre es así, así es mi madre, yo casi siempre veo el lado malo; hasta tengo una abreviatura que digo cuando me dicen que siempre estoy pensando mal.
- ¿Cuál es esa abreviatura?
- PMA
- ¿Y que significa?
- PMA significa, piensa mal y acertaras- el empezó a reírse, y ya habíamos llegado
- Peke, tienes cada cosa-se reía a carcajada- pero me gusta.

Bajamos del coche y nos dirigimos hacia donde estaban Oriol y laura.
- hola pareja-me cogió de la mano- laura te presento a Melisa, mi novia.- era la chica que anoche vi al lado de Oriol, no me había equivocado; era muy guapa tenia, el pelo pelirrojo y rizado, igual que su hermano, pero no tenia los ojos marrones como su hermano, sino que los suyos eran verdes esmeralda.
- encantada, Oriol me ha dicho que vas a estudiar lo mismo que yo.
- encantada Laura, si eso me dijo tu hermano Juanjo
- Tendremos que buscar residencia, por aquí cerca-dijo mirando a los chicos- no es desconfianza, pero si estamos cerca será mejor ¿no?
- No empieces otra vez con tus celos cariño, sabes que solo te quiero a ti- le decía Oriol a Laura, mientras la agarraba por la cintura.
- Laura por que no vais tú y Melisa a por los formularios, mientras nosotros arreglamos un par de cosas-Dijo Hugo, me miro y me dio un beso.
- si, vamos así podremos irnos conociendo mejor, me agarro del brazo y nos fuimos.
- Melisa, nunca había visto a Hugo así con ninguna chica, se nota que le gustas mucho- yo no pude evitar ponerme roja.
- de verdad, no me mientes
- no, no te miento; días antes de que tu llegaras al pueblo, no había hijo madre que lo aguantara, estaba histérico quería ser el primero en verte antes que los demás; cierta parte de culpa la tiene tu hermano y tu abuelo, por que siempre le hablaban de ti.
- en serio, eso no lo sabia-me puse aun mas colorada
- dios melisa estas como un tomate, tranquila-ella sonrió- quiero que sepas dos cosas, la primera es que quiero que seamos amigas, así que confía en mi, de acuerdo - yo asentí-y la segunda es que Hugo… dios me va a matar si te digo esto, pero esta mañana estuvimos hablando, y dijo que nunca había sentido nada por alguien como lo que siente por ti y que por nada del mundo te iba a dejar escapar, así que lo tienes completamente colado-se hecho a reír.
- Gracias Laura, yo tampoco le pretendo dejar escapar- y empecé a reír
- Me lo imaginaba
Después de coger todos lo formularios, llamamos por teléfono a los chicos estaban en la residencia, así que fuimos allí, yo me sabia muy bien el camino pero laura si se lo sabia así que no hubo problema, llegamos a la habitación de los chicos y llamamos a la puerta, nos abrigo Hugo.
- Hola peke, pasar que os tenemos una sorpresa-decía mientras me cogía de la mano y me acercaba a el a darme un beso, entramos y en la habitación estaban ellos dos, y una chica de pelo negro corto con gafas, bastante corrientita.
- ¿Quién eres tu?-dijo laura no muy educadamente
- Cariño, tranquila es una amiga, es parte de nuestra sorpresa
- si, y de que se trata-dije mirando a Hugo
- veras, vosotras queréis estar cerca nuestro y nosotros también, así que hemos hablado con Marta para que os consiga una habitación para vosotras dos solitas, en esta residencia-dijo Hugo sin soltarme la cintura- que os parece
- maravilloso, ¡OH! Lo siento marta-dijo laura mirando a marta, acto seguido le dio un beso a Oriol- te quiero mi vida.
- fantástico peke-le di un beso-gracias marta, yo soy melisa-dije dándole dos besos
- Encantada, si queréis puedo enseñaros vuestra habitación.
- si por favor-dijo laura, y salimos al pasillo nos dirigimos hacia las escaleras y subimos a la cuarta planta, nos desviamos a mano derecha hasta llegar a la habitación 485, entramos y no era muy grande , pero suficiente para nosotras dos, tenia tres habitaciones y un salón muy grande, no tenia muebles, pero eso ya se compraría mas tarde.
- Me gusta mucho peke, pero creo que antes de decir que si tendría que hablarlo con mi padre.
- Tranquila no es muy cara, y tu abuela corre con los gastos.
- Cuando has hablado con la abuela
- Esta mañana, y me dijo que no me preocupara del dinero , que eligiera la que mas te gustara, así que…-miro a marta- nos la quedamos.
- SI, estoy de acuerdo-dijo laura toda eufórica
- entonces, tomen aquí están las llaves hay cuatro juegos.
- Gracias-cogí dos juegos, y uno se lo di a Hugo, y laura hizo lo mismo con Oriol.
- chicas, tenemos que ir de compras ¿no?-dijo Oriol
- es verdad, al menos que queráis dormir en el suelo-dijo Hugo riéndose.
- si vamos
Fuimos al IKEA y compramos todos los muebles necesarios, lo primero fue comprar dos camas de 1,35 por que mas grandes no nos hubiese cabido en la habitación, mesas, sillas , cortinas, sabanas, y demás cosas; lo único que no compramos fueron armarios por que en las habitaciones había armarios empotrados; después fuimos al Media Mark, y compramos dos portátiles ,una televisión grande con DVD, un microondas y una aspiradora; estuvimos todo el día de un lado para otro, comprando de todo ya eran las 7 de la tarde y el piso estaba patas arriba con todo por en medio, decidimos que lo mejor era dejarlo para mañana, para ordenarlo todo; fuimos a cenar al un bar que había cerca de la residencia estuvimos hablando hasta tarde, para cuando nos quisimos dar cuenta eran las 2 de la madrugada y ya era muy tarde para volver a Litado, así que llamamos a mi hermano para avisarle que no íbamos a ir a dormir, mi hermano dijo que había llamado mama, y que había dicho que estaba dormida así que no me preocupara; fuimos a la residencia y en el piso de ellos no había nadie, así mucho mejor mas tranquilos, nos despedimos y me fui con Hugo a su cuarto.
- Princesa estas feliz
- si mucho
- no te ha importado, que lo hiciera sin consultarte ¿no?
- no-comencé a reírme- por que me iba a molestar, así mucho mejor- me abrace a su cuello y me aferre a el con mucha fuerza y le dije- así podré venir a raptarte siempre que quiera, ya que mi cama es mucho mas grande.
- Me parece justo, y me abrazo-nos echamos en la cama y después de estar mucho rato besándonos, y mimándonos nos dormimos; a la mañana siguiente nos despertamos por culpa de mi móvil era mi madre me llamaba a las 8 de la mañana, ¡esta loca! (Pensé para mi), y descolgué.
- Si mama-conteste con una voz que se notaba que todavía estaba dormida.
- Cariño, ¿te he despertado?
- si mama, pero no pasa nada
- lo siento hija, solo llamaba para ver si estabas bien
- estoy bien, mama estoy cansada, podríamos hablar mas tarde
- si cariño, al escucharte me quedo mucho mas tranquila
- mama, te llamo a la noche y hablamos ¿vale?
- si cariño, pero…
- dime mama
- Melisa antes te quiero preguntar una cosa-problemas, me ha llamado por mi nombre, se ha enterado de que quedo aquí a estudiar.
- tu dirás
- es verdad lo que me ha dicho tu padre
- que te a dicho papa-comencé a ponerme nerviosa, Hugo me dio un beso en el cuello, y me susurro al oído
- Tranquila, yo estoy aquí
- que te quedas en Zaragoza, a estudiar
- si mama, es verdad
- ¿pero por que no me lo has dicho antes?, esto tiene que ver con Hugo ¿no?, corrígeme si me equivoco.
- No te lo he dicho antes por que no ha habido tiempo, segundo si tiene que ver con Hugo mama, no me quiero separar de el, y no intentes hacer nada, ya esta decidido, me e matriculado y ya tengo residencia.
- Veo que te vales por ti misma
- así es mama, tranquila estaré bien
- Muy bien, pero quiero pedirte una cosa
- ¿Cuál?
- Antes de que comience el curso tienes que venir con Hugo a casa, quiero conocerle, podrás hacer eso por mi.- sentía a Hugo en mi oreja
- Dile que si mi amor, que en 3 semanas estaremos allí.
- Vale mama, dentro de tres semanas estaremos allí, te parece bien.
- esta bien hija, confío en ti, hasta la noche. Colgó
Me gire hacia Hugo algo molesta y le mire a los ojos, el estaba sonriendo.
- ¿se puede saber por que lo has hecho?
- hacer el que, de que hablas-dijo abriendo los ojos, y sonreído
- por que me has dicho, que le dijera dentro de 3 semanas
- ¿te molesta?- el se puso muy serio y con el entrecejo fruncido
- no, es que…
- que pasa melisa
- nada, solo que nunca e llevado a nadie a mi casa como novio, y…-me calle me estaba poniendo colorada
- ¿y? dímelo, si no quieres no vamos y ya esta- seguía muy serio, pero se estaba empezando a cabrear
- no es eso, solo que me da mucha vergüenza- el gesto de su cara cambio y se convirtió en una sonrisa, y se acerco a mi abrazándome
- tranquila a tu padre ya le conozco, nos echará una mano y por tu madre no te preocupes creo que ya le caigo yo bien
- si hasta ahora, pero recuerdas que le has quitado a su niña, y mi madre con los hijos no juega, es que mi madre…
- ya tranquila, mi madre es igual, jajaja -de repente estábamos los dos riéndonos, se me paso una pregunta por la cabeza.
- Hugo
- Huí malo, me has llamado por el nombre-puso cara de corderito- no me mates.
- ¿desde cuando conoces a mi padre?- le dije muy tranquila
- Desde pequeño, el fue quien me... – se callo
- Di no te pares, no te voy a comer
- El fue quien me llamo para decirme que venias hacia aquí, por eso me fui al pueblo, de lo contrario estaría aquí.
- jajaja, parece que ya te llevas bien con el suegro, jajaja; eso es un punto a tu favor.
- si supongo-dijo rascándose el cabeza por detrás de la oreja, muy colorado.
- ¿y que más te dijo mi padre?
- solo eso y que te cuidara, que sino….
- ya me imagino, ¿Cuántos días antes te aviso?
- el lunes me llamo, me dijo que ibas a recoger las notas el viernes y que lo mas seguro que aparecieras el sábado- yo me sorprendí, mi padre sabia todo, pero si yo no le había dicho nada, supongo que la señora Mari se lo dijo.
- y tu ¿desde cuando estabas en el pueblo?- se puso mas rojo y me abrazo mas fuerte.
- después de la llamada de tu padre, hice las maletas y me fui al pueblo, tenia que ayudar a mi madre y decírselo a tu abuela.
- bueno algo sabia, pero no que fueran tantos días- se me había escapado, laura me lo dijo ayer y yo voy se lo suelto, bueno exactamente no se lo había dicho.
- si como lo sabias, ¿eh?-dijo haciéndome cosquillas en la cintura
- algo me había contando, pero se dice el pecado no el pecador-dije riéndome, al final para que parara le tuve que dar un beso.
Salimos de mi habitación para ir a desayunar, fuimos a la habitación de laura, llamamos pero no respondió nadie, así que nos fuimos a desayunar; estuvimos desayunando en la cafetería de la residencia.
- Hugo, que te parece si vamos a dar una vuelta por la ciudad.
- Por mi perfecto, ¿en que estas pensando?
- En nada en concreto, acabo de darme cuenta que no hemos comprado ninguna mini cadena y bueno yo sin música no estudio.
- jajaja, menuda forma de concentrarse, venga vamos- eran las 9:45 de la mañana, y las tiendas no las habrían hasta las 10, fuimos al coche y Hugo me llevo a al Corte Ingles , fuimos a la planta 4 donde se hallaban todos los electrodomésticos, estuvimos mirado varios equipos de música pero al final me decidí por uno pequeñito plateado, la marca no la conocía era un JOCCA pero me gustaba; luego fuimos a la sección de discos, y me compre varios discos entre ellos Luis Miguel (mis romances) el cual Hugo no paro de reírse, luego cogí el nuevo de Linkin Park (Minutes to Midnight), Alejandro Sanz, Cristian Castro (Love song), Paulina Rubio, Jennifer López y por ultimo el nuevo de Bon Jovi. Después de comprar todo fuimos otra vez a mi habitación y lo colocamos todo, por fin mi habitación parecía una habitación, desprendía calor.
- Hemos hecho un buen trabajo, ¿no crees?-me dijo sonriendo, los dos estábamos tumbados en la cama, acabábamos de terminar
- si, no esta mal- le dije muy tranquila y con tono de suficiencia
- ¿Cómo?- se hecho encima mío y empezó ha hacerme cosquillas
- para por favor, para Hugo no puedo mas – el paro y me dio un beso se puso con una sonrisa torcida.
- contéstame a una pregunta-yo asentí con la cabeza-¿te gusta como esta la habitación?- me pregunto sin soltarme las manos, me las tenia cogida por las muñecas
- si- yo ya no me resistía, había aceptado que no iba a soltar las muñecas.
- entonces ¿crees que hemos hecho un buen trabajo?- me dijo mirándome a los ojos, con esa sonrisa de travieso.
- si he hecho un buen trabajo- dije riéndome e intentándome soltar de el, cosa que era imposible me tenia bien agarrada.
- no de eso nada, dirás que ¡hemos!
- si vale, pero quien a decorado he sido yo
- de acuerdo jajaja-llamaron a la puerta-si pasar-seguíamos yo tumbada y el sentado a mi lado amarrándome de las manos.
- buenos días pareja-dijo laura mientras entraba y detrás suyo oriol-Hugo ¿que le estas haciendo a melisa?
- Laura ayúdame, no me quiere soltar-dije riéndome
- no laura no te metas, estamos decidiendo como esta la habitación, y sabes que dice mi niña, que no esta mal, ¿a ti que te parece?
- a mi me parece fantástica, pero no lo has decorado tu, ¿no?
- Hugo date por perdido, entre ellas se apoyan, ya sabes ese rollo, corporativismo femenino.-dijo oriol mientras se reía, y hacia un gesto pasándose un dedo por el cuello.- a mi me gusta
- ¡OH! Ya vale chicos, dejar ese rollo de feminismo, ya ¡huele!-dije chillando y riéndome a la vez- peke me puedes soltar ya.
- no-dijo a su vez negándolo con la cabeza
- venga Hugo suelta-dijo laura, a la vez que le cogía un brazo para que me soltara.
- no la soltare laura, no hasta que no admita que la habitación ha quedado bien-suspire y puse los ojos en blanco, y acepte mi derrota
- esta bien, nos a quedado muy bien la habitación-sonrió y me soltó las muñecas.- ¿contento?
- ahora si-se giro mirando a laura y a oriol-¿Qué hacemos hoy?
- Hugo tenemos que ir al pueblo, ¿recuerdas? Es miércoles-dijo oriol, poniéndose serio
- es verdad, venga vamos sino no vamos a llegar-dijo mirando su reloj.
- Hugo, ¿Qué pasa los miércoles?- le mira con curiosidad
- nada tranquila, solo que ese día nos reunión de todos los del pueblo.
- ¿de todos? Y como eso
- vamos, te lo contare por el camino- bajamos las escaleras y salimos del edificio, nos estaban esperando Juanjo y los demás chicos, durante el camino Hugo me estuvo explicando que todos los miércoles, se reunían todos lo familiares del pueblo a las 2 de la tarde para comer; no había nada de raro en todo eso, llegamos al pueblo y nos dirigimos a mi casa, subimos a mi habitación y decidí darme una ducha total todavía había tiempo eran las 12 de la mañana.
- Hugo, espera aquí viendo la tele mientras yo me ducho ¿vale?
- ¿quieres que te acompañe?-dijo con esa sonrisa picarona
- No-chille y a la vez me puse roja- tu se buen chico, y espera aquí-y entre en el baño, y le escuche decir.
- esta bien, seré un buen chico.
Estuve por lo menos media hora en el baño, salí del baño con la toalla bien atada, me deje la melena suelta, se me había olvidado de que estaba Hugo, y cuando me di cuenta que estaba Hugo en la habitación, me puse muy colorada y el se giro y se sonrió.
- mmm, esas muy guapa-dijo con una sonrisa muy picara
- calla tonto, estoy horrible-dije bajando la voz poco a poco, mientras mis mejillas se ponían mas rojas, sentía como me ardían los pómulos, se acerco a mi y me cogió de la cintura.
- no es verdad, estas… estas muy sexy
- Hugo, vale ya estoy roja a mas no poder, estoy solo en toalla, te piedad, me da mucha vergüenza ¿es que no te das cuenta
- eso tiene fácil solución- el seguía con esa sonrisa y tenia un brillo en los ojos que lo decía todo, lo estaba disfrutando.
- si ¿Cuál?- a la vez que pregunte, me arrepentí.
- te la quitas y así no hay problema
- ¡HUGO! NO TE PASES, vete a la ducha que se nos va hacer tarde.
- vale, vale, pero que sepas que si nos hubiéramos duchado juntos hubiéramos ahorrado agua-dijo riéndose mientras iba al baño.
- SI SUEÑA, QUE SOÑAR ES GRATIS CARIÑO- dije chillando y las últimas palabras las dije con retintín, para colmo me salía ecologista, jajaja hay que ver lo que son capaces los tíos, jajaja pensé para mí.