lunes, 27 de julio de 2009

Capitulo 11 – LA CENA DE MARGA

Me levante un tanto histérica, me había vuelto a dormir para colmo me desperté y al mirar a mi alrededor no estaba Hugo, así que le llame y no obtuve respuesta, pensé en el.
- (peke ¿donde estas?)
- (en casa con mi madre, estoy organizándome la ropa para la cena de esta noche; ahora voy vete duchándote que tenemos que ir a comer)
- (te quiero)
- (yo a ti, venga pekeñaja hasta ahora)- ya no hable mas con el me duche y me arregle, no tenia muchas ganas de arreglarme así que me puse unos vaqueros marrones con una camiseta de tirantes amarilla y unas parisinas doradas, al pelo no le hice mucho caso total dentro de nada tendría peluquería; mire el reloj eran las 2:30 de la tarde, así que llame a Hugo.
- (Hugo ya estoy lista)
- yo también-dijo apareciendo detrás de mí y dándome un beso en el cuello.
- mmm, no hagas mas eso que me asustas peke.
- ¿Por qué? yo diría que mas que asustarte te gusta-dijo con una sonrisa picarona y abrazándome por la cintura; en ese momento me acorde de Eneko y lo sucedido en la montaña me puse seria y el se dio cuenta- peke, esto… ¿estas bien?
- si, venga vamos a comer-dije soltándome de su cintura y hiendo a la puerta.
- No quieres contarme nada- dijo un tanto serio.
- mmm, no- (mierda me a leído la mente, tengo que empezar a saber bloquearla)-dije bajando la cabeza, no las manos poniéndolas en la espalda y moviendo el pie derecho haciendo círculos
- Princesa- dijo agarrándome de la barbilla –puedes contarme lo que quieras, yo puedo ser muy compresivo.
- Peke yo no…-dije yo, pero no pude terminar la frase
- comencé a llorar
- Lo se, lo e leído sin querer.
- El no tiene la culpa, fue el momento yo estaba cabreada y el pues quiso ser sincero conmigo, pero te respeto.
- Eso también lose, solo quería que me lo dijeras; no pasa nada lo comprendo todo esto liaría a cualquiera, se que estabas dolida y actuaste por impulso, pero peke hay que ser mas fría abecés los impulsos nos pasan facturas muy grandes ¿entiendes?
- Lo siento
- Tranquila no debes sentir nada, solo la próxima vez espero que seas mas fría.
- No habrá próxima, te lo aseguro.
- Mi amor, no digas de esta agua no beberé, que seguro que beberás.
- Yo no...- no me dejo terminar la frase me puso un dedo en los labios.
- Sssh, tranquila; no perdamos tiempo hay que ir a comer y luego has quedado con Itxaso para ir a la peluquera será mejor que nos demos prisa.- salimos de la habitación agarrados de las manos, llegamos a la cocina y estaba mi madre haciendo coquitos.
- Mmm, mama has hecho coquitos.-dije entusiasmada, mi madre hacia los mejores coquitos de la ciudad, abecés cuando estaba estresada iba con ella y le ayudaba.
- Si cariño, son para la fiesta de esta noche marga me a pedido que hiciera unos pocos.
- Mama pero si aquí hay más de 200 coquitos.
- ¿igual me he pasado? Va si sobran muchos lo llevo al colegio de las monjas y ya esta.
- Seguro que lo aprecian más ellos.
- Melisa, no he hecho nada de comer-miro a Hugo- ya me puedes perdonar cariño, pero se me ha ido el santo al cielo.
- No pasa nada Ruth, así Melisa y yo podemos comer algo por hay, claro si da su permiso.- dijo Hugo con cara de niño inocente.
- Si, pero no me hables de usted o aremos malas migas tu y yo.-dijo animadamente mi madre, la dejamos en la cocina con sus coquitos salimos de la casa y fuimos a la cochera.
- A donde me vas a llevar.
- Yo a ningún sitio, vas a ser tú.
- Yo, y por que yo.
- Mmm, déjame pensar; ya se, por tres razones.
- Haber cuales, veremos haber si me convencen.
- Primero es tu ciudad, segundo nadie mejor que tú sabe donde se come mejor, y tercero por que me quieres y elegirás por mi donde comer.
- Mmm, no se, no se si me ha convencido, pero esta bien.-dije con algo de refunfuño
- Pues en marcha- nos montamos en el coche, no sabia muy bien a donde ir pero algo se me ocurriría por el camino.
- A ¿Dónde vamos?-dijo todo sonriente
- Aun no lose.
- Conduces sin rumbos, si mas o menos.- ya me había decidido íbamos a ir a un caserío de las afueras donde hacia el mejor chuletón del país.
- Ya has decidido- dijo mientras me acariciaba la mejilla, yo me puse colorada.-mira si se me pone roja, huí que miedo me das;¿A dónde me llevas?
- Hay para ya de preguntar, si te quedas mas tranquilo ya lo he decidido y no intentes leerme la mente que me enfadare.
- Mira si se me pica y todo, jo una pistilla.
- Una solo y no más.
- Trato hecho.
- A donde te llevo, cocinan la mejor comida.
- Guau! Te has lucido pedazo pista.
- Yo te dije una pista, pues ya la tienes.
- Eso no vale.
- Si vale, no te e mentido además, la pista que te de no te servirá de nada, no lo acertarías nunca.
- Esta bien, esperare que remedio.
- No esperaras tanto por que ya estamos casi.- dije entrando e una parcela que era el caserío.
- ¿que es esto?
- Espera, y ya veras.-dije haciéndome la interesante.
- Muy bien, parece que quieres hacerte la interesante- sonrió y me beso- y ahora me lo dirás.
- ¿me intentas comprar con besos?
- Si, ¿funciona?
- Jajaja, mira que tienes cara- dije riéndome, ya estaba mejor el saber que Hugo ya sabia lo que había pasado con Eneko, me había liberado por completo.- venga vamos que se va hacer tarde y como no llegue a la peluquería…
- Huís ¡Por dios! La pelu de la niña, jajaja
- ¡oye! No te pases-dije dándole un manotazo en el brazo.
- Perdona peke, pero te a salido una vena pija en un momento q no veas.-dijo Hugo mientras se acariciaba donde le había pegado antes; entramos en el restaurante y comimos un chuletón con pimientos rojos y patatas fritas, la comida le encanto y después de comer fuimos a casa yo recogí lo que había comprado el día anterior el vestido lo tenia en casa de la abuela de Itxaso, no lo había traído por que no quería que lo viera Hugo, me quedaba de escándalo, bueno eso fue la expresión de Itxaso al vérmelo puesto, estuvimos en la peluquería todas, durante mas de 2 horas me hice la manicura y me maquillaron las estilistas, vamos parecíamos modelos todas, al salir de la peluquería vino la broma, si lo que me costo la broma fue 85 euros, ¡por dios! Pero bueno un día es un día y quería que Hugo me viera guapa esta noche, así que arreglada y todo fuimos a casa de la abuela de Itxaso, entramos en su casa, y yo fui a la habitación a descolgar los vestidos de el armario y los lleve a la sala.
- Haber Itxaso, donde dejo el tuyo.
- Hay mismo-dijo señalando el sofá, mientras dejaba las bolsas en la mesa del salón.- Haber, están los zapatos las joyas, si creo que esta todo.
- Chicas, a vestirse que son las 8:10 y a las 8:30 tenemos que estar allí- dijo Paula.-sacamos los vestidos de las bolsas y nos quitamos la ropa para ponernos los vestidos, mi vestido era de color rojo de palabra de honor con cola me avía comprado una gargantilla de oro blanco que solo llevaba colgada una perla atada con brillantitos, y unas perlas a juego, me puse unas sandalias plateadas con los cierres de las sandalias con unas perlas, me avían hecho un recogido muy bonito por delante solo asomaban unos mechones y por detrás haciendo cascada de mi pelo rizado , Paula llevaba un vestido largo atado al cuello sin cola de color verde, que resaltaba sus ojos solo llevaba unos pendientes de esmeraldas, con unos tacones negros, llevaba el pelo suelto; Lorena se avía comprado un vestido negro largo con tirantes finos llevaba unos pendientes pequeños de forma de lagrima de oro blanco y una gargantilla a juego y como en tacones no sabia andar mucho se compro unas parisinas en forma de punta de color negro, llevaba un recogido alto; juncal llevaba un vestido de color malva le quedaba muy bien ya que estaba muy morenita, solo se puso unos pendientes en forma de rosa pequeños, y unos sandalias de tacones de infarto , el pelo lo llevaba ondulado y suelto; Itxaso llevaba un vestido color vino con el corte en el pecho con escote de barco y las mangas cortitas era lago y recto, el corte le disimulaba el embarazo, llevaba tacones bajos negros y un collar enredadera de piedras negras y unos pendientes de piedras negras a juego con el colgante ella llevaba su media melena con un semirecogido, la maquillaron muy bien, eran las 8:25 cuando los chicos llamaron a la puerta, Itxaso abrió la puerta y entraron.
- ¿Estáis lista?-dijo Raúl entrando y dándole un beso a Itxaso.
- Si cariño, ya estamos.-dijo Itxaso, Hugo había entrado y se me había quedado embobado mirando.
- No te gusta-dije mirando a Hugo, no me había dicho nada solo me miraba, con una sonrisa.
- Si, estas preciosa princesa-dijo dándome un beso corto en los labios, yo me puse colorada como un tomate.
- Estamos todos listo, pues venga vamos abajo que la limusina no esta esperando.-dijo Eneko saliendo el, el primero por la puerta, bajamos todos y avía una limusina negra esperándonos era preciosa entramos en ella y Hugo me cogió de la mano.
- Marcos hazlo ahora-dijo Raúl.
- Si –dijo Marcos, en ese instante, todo quedo parado, Juncal, Lorena, Paula, Iñaki y José, se quedaron petrificados.
- ¿Qué a pasado?-grite, parecían estatuas.
- Nada Melisa, tenemos que cambiar lo que saben ellos pueden meter la pata.
- Ya veo, pero ¿Cómo?
- Muy sencillo, los e paralizado y ahora Hugo cambiara sus mentes durante un poco de tiempo, creerán que esta con Eneko, y que Hugo es un amigo tuyo nada mas.
- Peke tu puedes hacer ¿eso?
- Si, o eso intentare.
- Venga Hugo, no nos queda mucho tiempo-dijo Eneko. Hugo se concentro y miro a uno por uno a los ojos diciendo algo por lo bajo
- ya esta, todo arreglado.
- Marcos-dijo Raúl.
- Ya, poneros como estabais-dijo Marcos iba a desparalizarlos cuando dijo Raúl.
- No espera falta una cosa, esto Hugo deja la mano de Melisa, si te ven dado de la mano con ella.
- Si es verdad.-dijo Hugo
- Peke lo siento- dije soltándole la mano.
- No pasa nada princesa,-(esta noche después de la fiesta te tengo una sorpresa, tu tranquila saldrá todo bien).
- Ahora-dijo Marcos desparalizando a todos.
- Ya hemos llegado-dijo Raúl- el chofer nos abrió la puerta y salieron primero los chicos , fuimos saliendo una a una y nuestra pareja iba dando la mano según salíamos de la limusina, cuando llego mi turno Eneko estaba esperándome con una sonrisa radiante y con un brillo en los ojos que nunca antes lo había visto.
- Prepara-dijo Eneko en un susurro, cuando me cogió del brazo.
- Si-dije con una sonrisa.
- (tranquila, no are nada que tu no quieras, una cosa es que crean que somos novio y otra que lo tengamos que demostrar públicamente)-dijo Eneko
- (no tranquilo, pase lo que pase no te echare nada en cara)-le conteste
- ( eso espero, no quisiera perderte por lo que pase esta noche)-dijo Eneko, pero su mirada parecía perdida.
- ( eso no va a pasar, te aprecio y eres un buen amigo)-dije sonriendo y mirándole a los ojos.
- ( yo también te aprecio) – estábamos todos en la entrada de la casa de Eneko había que subir unas escaleras, fuimos subiendo pareja con pareja por las escaleras, Hugo subió detrás nuestro; llegamos a un gran salón y hay estaba mi madre, con la madre de Eneko las dos hablando cuando nos vio marga juntos a Eneko y a mi, en su cara se dibujo una gran sonrisa, de triunfo, se acerco donde nosotros.
- Bien venidos, me alegro que estéis todos, dijo mirando a todos y se quedo parado en Hugo
- Perdón marga, soy una maleducada, os presento este es Hugo mi…- me quede callada- el hermano de mi cuñada, creo que eso hace que sea mi cuñado también ¿creo?- dije segura de mi misma dije y termine riéndome, todos me acompañaron.
- No pasa nada querida.
- Es la madre de Eneko,-dije mirando a Hugo.
- Encantada señora.-dijo mientras el daba un beso en la mano a marga.
- Encima educado, me cae bien , bienvenido a mi casa
- Mama…-dijo Marcos.
- A si perdonar, tengo que seguir con los demás invitados pasarlo bien chicos – se giro para irse pero se dio la media vuelta- por cierto, me gustaría deciros una cosa antes de que todos lo sepan, quiero que lo sepáis vosotros; Marcos, Eneko os importa.
- No mama-dijo Raúl
- Dilo tú, nosotros no se lo hemos dicho hasta ahora.
- Raúl es hijo mío, y esta noche lo presentare en sociedad, su padre no quería que lo supiese nadie por eso hasta ahora no se lo hemos tenido en secreto, solo lo sabia Itxaso y nadie mas.-mi cara mostró sorpresa y la de los demás también , la que miro con mala cara y reproche fue la de Paula, pero no se le podía reprochar nada Marcos era su novio y debía habérselo dicho antes.- bueno que os cuente la historia ellos, Melisa cariño me alegro mucho que estés aquí, siéntete como en tu casa- dijo dirigiéndose solo a mi- Itxaso como va mi nieta.
- Bien, creo que quiere ser futbolista por que da cada patada.
- Oye, el día de mañana igual nos juega en la liga y todo.
- Si bueno-dijo Marcos- como juegue también como la madre vamos apañaos.
- ¡Ey! Raúl dile algo.
- ¡Yo! Que quieres que le diga, sino a mentido.-todos comenzamos a reírnos.
- Bueno ahora si os dejo, venga chicos luego me doy una vuelta que en 10 minutos comienza el baile de parejas y quiero que los primeros en bailar sean mis hijos con sus parejas, asi que no os vayáis muy lejos.-dijo eso y se fue.
- Eneko
- Dime
- Yo no se bailar
- Tranquila yo si, tu déjate llevar.
- (princesa relájate, estas muy tensa)-dijo Hugo
- (no quiero bailar entre tanta gente, no se bailar)
- (si sabes, arrímate mas a Eneko que sino no va a resultar creíble)
- (no me pidas eso)
- (hazlo por mi)
- Melisa, que te pasa –dijo Eneko cortando la conversación
- No nada, estaba hablando con Hugo, solo eso.
- Todo bien
- Si, todo bien tranquilo-dije con una sonrisa.
- Pues vamos que tenemos que ir al centro de la sala, tenemos que bailar.
- Ahora, ¿ya han pasado los 10 minutos?
- Si, señorita ¿me concede este baile?-dijo con una sonrisa tendiéndome su mano.
- Si, con mucho gusto- le di la mano y fuimos al centro del salón junto con, Itxaso y Raúl, Lorena y Marcos; comenzó el baile era un vals, su madre bailaba con el padre de Eneko y Marcos.
- Eneko, por que no habéis dicho antes lo de tu hermano.
- El padre de Raúl, no quería pero hace unas semanas cayo en coma.
- Eneko lo siento, ¿Raúl como lo lleva?
- Bien, no quería mucho a su padre era muy severo; el tema fue que hicieron un trato el criaba a Raúl como padre viudo y no la apartaba de su lado.
- Como pudo hacer eso.-dije yo asustada.
- Con la familia que tenemos, no me extraña.-dijo Eneko
- Y si se entera, de lo de esta noche.-dije yo alarmada
- No se enterara, tiene un coma irreversible, o al menos es lo que han dicho los médicos-dijo Eneko
- Lo siento por Raúl, pero bueno nos tiene a nosotros-dije animada, el baile termino y Eneko se acerco a mi oído.
- Gracias por el baile.-dijo susurrándomelo al oído casi podía sentir sus labios en mi piel rozándome.
- De nada- me puse roja, “!dios! ¿por que me pongo roja?” pensé para mi.- Eneko me cogió de la mano y me apretó fuerte su madre se puso delante nuestra, junto a Alberto su marido, detrás de ella estábamos nosotros las tres parejas.
- Buenas noches, esta noche os e reunido a todos por una única razón, lo primero os e de dar las gracias por asistir, teniendo en cuenta el corto margen de aviso; bien sin mas rodeos os voy a presentar a mi hijo mayor.-la gente comenzó a murmurar- un momento silencio por favor, ya se que todos estaréis pensando que ya conocéis a mi hijo el mayor, pues no es así mi hijo el mayor no es Marcos sino Raúl, el hijo de Felipe, que ahora mismo se encuentra en coma- se giro y miro a Raúl-ven Raúl hijo, ¿quiere decir algo?
- Raúl, se acerco a su madre y le cogió de la mano.
- Buenas noches a todos, os habrá cogido por sorpresa; yo solo quisiera decir que…- se quedo serio- quiero mucho a mi madre, y que me alegro que ya todo el mundo lo sepáis, ya que ser padre es algo maravilloso y un tesoro, y mi madre a sufrido mucho durante todos estos años por no poder decir que tenia otro hijo.
- Cariño, una madre hace cualquier cosa por sus hijos.
- Si así es mama, y ahora que voy a ser padre lo se aun mejor, así ya os comunico que en pocos meses voy a ser padre.
- Y yo abuela, tan joven-su madre sonrió.
- Mama, me das tu permiso.
- Si
- Itxaso, puedes venir un momento- Itxaso asintió y se puso roja como un tomate, fue a donde estaba Raúl y le cogió la mano; Raúl se puso de rodillas y saco de su bolsillo una caja, Itxaso abrió los ojos sabia que iba a hacer.
- Itxaso, ¿quieres casarte conmigo?-Itxaso se quedo bloqueada. -¿Qué me contestas?
- Venga mujer dile que si- se oía decir entre las señoras.
- Que si, si quiero- dijo Itxaso, que comenzó a llorar Raúl le puso el anillo y la abrazo, sus madre fue la primera en felicitar a la pareja, Itxaso estuvo un rato con su futura suegra y haciendo de anfitriona con ella todo el mundo los felicitaba, la noticia de que Raúl era hijo de ella paso a segundo plano con la boda de Raúl con Itxaso, los dos eran del barrio y todo el mundo los conocían; Itxaso se escapo de todo y vino a donde estábamos Eneko ,Hugo y yo.
- Chicos, mirar que anillo me ha regalado; a que es precioso- dijo Itxaso entusiasmada- era un solitario de oro blanco.
- Si, me encanta.-dije entusiasmada-felicidades.-dije mientras la abrazaba los demás hicieron los mismo, Raúl la rapto y se desaparecieron.
- Melisa, ¿te importaría acompañarme? quisiera presentarte a unos amigos-dijo Eneko
- Hugo-dije mirándole a el
- Ve tranquila, yo me daré un paseo.-dijo Hugo con una sonrisa
- La cuidare tranquilo-dijo Eneko llevándome de la mano.
- A quien me vas a presentar.
- A nadie, todavía; es solo que mi madre no hace más que mirar hacia nosotros y si nos ve todo el rato con Hugo de sujeta velas va a creer que aquí pasa algo raro.
- Si tienes razón, y adonde vamos entonces.
- A mi habitación.
- ¿Cómo? Eneko eso creo que es…
- Melisa, es mejor eso a que nos tengamos que dar un beso para dejar a mi madre tranquila ¿no crees?
- Si bueno mirándolo así –subimos las escaleras y al fondo del pasillo entramos en una habitación grande se parecía mucho a la mía de Litago, era inmensa.
- Esta es mi habitación ¿te gusta?- dijo sonriendo, sabia que lo hacia como para hablar de algo.
- Si, mucho- mire toda la habitación era inmensa pero el mobiliario era moderno, la cama era grande; me empezaban a doler los pies así que sin preguntar fui a la cama y me senté, me subí un poco el vestido y me mire los pies, tenia una rozadura en el dedo meñique.
- Melisa, ¿te duele? Espera ahora vengo.- desapareció, estaba nervioso cuando me hablo; al momento apareció con una caja metálica de ositos – haber déjame ver ese pie-dijo poniéndose de rodillas y cogiéndome el pie, yo lo subí a la altura de su rodilla apoyándolo- uff, esto te tiene que estar doliendo.
- Si, un poco; se me ha olvidado traer las tiritas de silicona- dije un poco dolorida.
- Haber, creo que tengo por aquí-cogió la caja y empezó a rebuscar- si aquí tengo- dijo sacando una tirita- ¿puedo? –dijo señalando el cierre del zapato.
- Claro, por que preguntas, ahora eres mi enfermero –dije animada, me hizo mucha gracia que me pidiera permiso.
- Si bueno, esta noche soy muchas cosas- dijo con una media sonrisa.
- Si hoy estas de pluriempleado, y no has protestado ni una vez esto es muy raro, ¿Quién eres tu y que has hecho con mi Eneko?
- Mmm- dijo poniendo un algodón en la herida-¿duele?
- ¡SI! MUCHO.
- Espera-saco un bote y lo roció en la herida- esto dormirá la zona un rato, ahora te pongo una tirita de silicona y listo.
- Gracias, ya no me duele- dije mirándome el pie, me fui a agachar a colocarme la sandalia y me quede a la altura de la cara de el; nos quedamos los dos quietos, mirándonos ninguno de los dos nos inmutamos, hasta que escuchamos unas pasos que cada vez se notaban mas fuertes, los dos miramos hacia la puerta, pero sin cambiar de posición.
- Ven - dijo cogiéndome de la mano.
- Pero…- entramos dentro de su baño.
- Calla, creo que era mi madre.
- Eneko no nos…- me puso un dedo en la boca y me calle.
- Eneko, ¿estas hay cariño?-dijo una voz que me pareció a la de su madre
- ¿Qué hacemos ahora?- le pregunte por lo bajo.
- Improvisar, fíate de mi.-dijo sin soltarme de la mano – mama, estoy en el baño.
- A ¿Qué haces hay?- dijo la madre se la sintió venir hacia donde estábamos nosotros y abrió la puerta- ¡huí! Perdón, nada seguir a lo vuestro.
- No pasa nada mama, nos hemos ido de la fiesta para estar un poco solos, ya me entiendes- dijo Eneko con cara de niño bueno.
- Si entiendo cariño- me miro a mi – Melisa, que sepas que eres bienvenida a la familia, me alegro mucho que estés con mi hijo- dijo marga muy feliz.
- ¡MAMA! No te metas en esto-dijo Eneko enfurruñado.
- Gracias señora.
- Tranquilo, podéis estar todo el tiempo que queráis aquí arriba.
- ¡mama! Puedes irte.
- Si, me voy por que tengo invitados que atender- me miro el pie desnudo- hija, veo que también a ti te ha hecho herida la sandalia.
- Si Eneko me ha curado, es un buen enfermero.
- Ejem, ¿perdón? Voy a ser medico así que de enfermero nada- dijo todo orgulloso.
- Hay Eneko, primero hay que estudiar no solo se necesita vocación-dijo la madre resignada- bueno parejita os dejo, ser buenos.
- Si mama, estate tranquila no haremos nada.
- Vosotros sabréis, venga hasta luego.-se fue hacia la puerta del baño y pareció haberse acordado de algo, dio media vuelta y me miro- por cierto, tu cuñado esta bien atendido esta acompañado de una chica muy guapa; Eneko te acuerdas de Claudia.
- Si, ¿pues?-dijo Eneko contrariado, la madre no me quitaba la mirada de encima, yo hacia como que no me importara, aunque me estaba constando mucho.
- A claudia parece que le a gustado Hugo, aria muy buena pareja
- Si, supongo déjalos tranquilos que te conozco, que tu eres muy casamentera.
- ¿Yoooo?, bueno da lo mismo, no haré nada-sonrió- por que creo que esta todo hecho.
- Pues ya ves, no tienes que hacer nada- se fue hacia su madre y empujándola le dijo- mama haz el favor de dejarnos solos.
- Si ya me voy, bueno hija luego hablamos.
- Si señora, hasta luego.
- Pasarlo bien-dijo guiñándome un ojo y se fue con Eneko por la puerta, yo me senté en la taza del retrete y me apoye la cabeza en las manos, quería llorar de rabia y de celos, estaba intentando contener la lagrimas, cuando sentí unas manos apoyarse en mi espalda, me gire hacia la derecha y hay estaba Eneko, otra vez estábamos frente a frente.
- Tranquila, creo que mi madre a estado tanteando el terreno-dijo mientras me acariciaba la espalda para tranquilizarme.
- Tu crees… me refiero a que si tu madre se lo habrá tragado.
- Si, por que me ha dicho una cosa… bueno eso da igual- dijo poniéndose rojo.
- Dime- le dije sonriendo, había despertado mi curiosidad
- No déjalo enserio, si es una chorrada.
- Una chorrada no te deja a ti tan tranquilo, venga dímelo.
- Te lo diré si no te ríes.
- No me reiré- le dije lo mas seria posible.
- Bien, como te rías…
- No lo are- le dije aun mas seria.
- Me ha dicho que en el tercer cajón de mi mesilla tengo preservativos que los use, que aun somos muy jóvenes.
- ¡QUE TE HA DICHO QUE! Hay ¡dios!-dije levantándome.
- Bueno al menos, no te has reído.- me quede mirando, estaba cabizbajo mirando al suelo, pero se le podía ver que estaba rojo, me hizo gracia parecía que estaba esperando una reprimenda, así que comencé a reírme.
- ¡ay! Eso no vale, me dijiste que no te reirías.
- Y no me rió- dije riéndome mas fuerte, Salí corriendo del baño y el me perseguía.
- Veras cuando te coja, te lo advertí- dijo corriendo tras mío yo tropecé sobre la cama, y el detrás mío, me di la medía vuelta para liberarme, pero con la mala suerte de acabar con las dos manos apresadas con las manos de el y el encima mío, sonrió con una sonrisa maliciosa- te lo advertí, ahora pagaras las consecuencias.
- A ¿si?-dije acercándome más a su cara.
- Si- estábamos cara con cara separados por escasos milímetros y me miro a los ojos, y sin poder hacer nada me beso, me beso apasionadamente, me soltó las manos y me agarro de la cintura yo le respondí, no era yo sino todo mi cuerpo, empezamos a besarnos llevábamos unos minutos besándonos cuando Eneko, se dio cuenta de lo que había hecho y me soltó y de un salto salio de la cama.
- Eneko
- Mel, yo… -se pudo de rodillas – perdóname no debí, lo siento mucho.
- Eneko, tranquilo- estaba temblando- y ahora que hago, Eneko estoy hecha un lió.
- Mel siento decir esto, pero…
- ¿pero que?
- Será mejor que nos dejemos de ver, yo no puedo mas me aguantado muchos años, yo por ti haría cualquier cosa, pero me matan los celos cuando te veo con Hugo- fue hacia la puerta y yo le seguí y le agarre del brazo.
- Eneko, no te vayas.
- ¿para que quieres que me quede? Dime
- Te necesito- estaba temblando tenia miedo que me abandonara, es beso había cambiado las cosas, sentía mas miedo de que Eneko se fuera a que se enterara Hugo de lo sucedido.
- Eso dices ahora, pero cuando veas a …- me abalance sobre el y le bese, no sabia como decirle que algo en mi estaba luchando por no sentir nada por el, pero estaba perdiendo la batalla, el me respondió pero al momento me separo
- Melisa, esto no esta bien y lo sabes, yo quiero que seas mía pero no así, tu quieres a Hugo y cuando te sientes mal con el ahora te aferras a mi-dijo sujetándome los brazos.
- Eneko yo… necesito tiempo para pensar.- dije bajando la cabeza – el me cogió la barbilla y me la puso a la altura de sus ojos castaños.
- Lo entiendo, así que mira haremos una cosa; tomate tu tiempo y yo no te molestare.
- Pero si tu no me molestas, anda Eneko deja de decir tonterías; mira si quieres ahora mismo voy a hablar con Hugo.-dije abriendo la puerta y saliendo al pasillo, Eneko se quedo en el marco de la puerta sin saber que hacer, por el pasillo vi un espejo y me arregle la cara no quería que supiera nadie que había estado llorando, baje las escaleras y había mucha gente, fui a donde estaba Lorena y le pregunte por Hugo, me dijo que había salido a los jardines con claudia, me fui a los jardines y los encontré a los dos ella agarrada a su cintura apoyada en el hombro, era una chica de pelo rubio llevaba un traje color plata con la espalda descubierta, le quedaba muy bien , me dirigí hacia ellos cuando vi como ella le daba un beso apasionado y el le correspondió, en ese instante mi corazón se hizo añicos, de mi garganta salio un grito ahogado, Hugo se dio la vuelta y me miro con terror, sin mas pensar le mire a la cara con odio y le dije.
- ( hemos roto)- y me adentre en la casa, subí escaleras arriba y me fui dirección a la habitación de Eneko, estaba llena de ira, pero no sabia por que una parte de tenia un enorme alivio pero otra no, llegue a la altura de la habitación de Eneko la puerta estaba cerrada, dude unos segundos si llamar o no pero entre sin llamar al final, el estaba en la cama sentado mirando un marco de fotos, se sobresalto al oírme entrar, en ese instante comencé a llorar.
- Melisa, ¿Qué a pasado?
- Eneko, es Hugo…
- ¿Qué te ha hecho?-dijo agarrándome de los brazos, yo no paraba de llorar-¿se lo has dicho?- yo negué con la cabeza.-dime que pasa ¿Por qué lloras así?
- Hugo se ha liado con la tal claudia.
- Estas ¿segura?
- Si, los vi con mis propios ojos estaban en el jardín.
- Mel, yo… lo siento, ¿Qué has hecho cuando…
- Nada, me di la media vuelta y me fui, bueno si una cosa al verlos me salio un grito pequeño, fue de la impresión, solo se dio cuenta Hugo que al girarse y darse cuenta que era yo, puso cara de horror, yo le dije mentalmente, hemos roto.
- Melisa, ¿Estas segura?
- Si del todo, no quiero verlos mas- dije apoyándome en su pecho.
- Mel creo que deberíais hablarlo.
- No hay nada que hablar, esta todo dicho; el se va a su puñetera casa y no quiero saber nada mas de el.
- Haber Mel, piensa fríamente, quédate esta noche si quieres aquí a dormir y mañana vas a hablar con el.
- Eneko, podrías …
- Dime
- Podemos irnos de aquí, me refiero irnos a la casa de la montaña.
- Mel, no se si será buena idea, mira te arreglas un poco en el baño bajamos abajo y disfrutamos de la velada.
- No se, si podré.
- Si podrás, por que eres fuerte; así que venga arréglate te espero fuera.- me arregle y salí- estas preciosa- sonreí ante el cumplido de Eneko y nos cogimos de la mano.
- Gracias Eneko.
- De nada Mel, siempre podrás contar conmigo-dijo apretándome de la mano- y ahora tranquila y a disfrutar de la noche, para todos eres mi novia así que…
- A portarse como tal,- bajamos las escaleras y todo el mundo estaba disfrutando de la velada, mire alrededor de la sala y no encontré a Hugo, fuimos y estaban todos reunidos.
- Hombre si a aparecido la pareja feliz- dijo Itxaso.
- Si, es que Melisa se había hecho una herida en el pie.-dijo Eneko sonriendo.
- Pero me a curado con un autentico en-fer-me-ro- dije riéndome.
- ¿bailamos? –dijo Eneko.
- Si- me agarro de la cintura y bailamos un rato, estaba muy bien con el bailando pero no me quitaba de la cabeza a Hugo.
- Mel, creo que deberías saber una cosa.
- ¿Cuál?
- Claudia es mi prima.
- Eso no cambia nada.
- Algo creo que cambia.
- ¿el que?
- Tiene también poderes como nosotros.
- Y eso quiere decir…
- Si, que ha podido manipularlo o algo, cuando mi prima se encapricha de algo…
- No se, cuando el se dio cuenta de que yo estaba allí, puso cara de terror; pero da lo mismo.
- Yo sigo diciendo que deberías hablar con el por lo menos para aclarar las cosas.
- Igual tienes razón, pero no le veo por ninguna parte.
- Yo si, esta detrás de ti mirándonos.
- ¿Qué hago?
- Nada, ahora nada mi madre también nos mira, cuando termine la fiesta te acompaño a casa con los demás y me quedo contigo hasta que estés con el, luego yo estaré por tu casa esperando por si necesitas algo.
- Gracias Eneko.
- No debes dármelas.- y me dio un beso en la mejilla, luego dio media vuelta para ponerme en dirección a Hugo y el estaba con los ojos llenos de ira.
- Hugo tiene cara de enfadado.
- No tiene por que, el se a liado con mi prima.
- Ya, Eneko tienes que enseñarme a cerrar la mente, no quiero que Hugo se entere de lo de esta noche.
- Es muy sencillo, no debes pensar en lo que quieres que sepan y ya esta.
- Vale, intentare hacerlo ahora, léeme la mente.
- Solo puedo leer, que tienes miedo a la reacción de Hugo.
- Si, eso es verdad.

Llego la hora, termino el baile y la gente se iba hiendo de la casa poco a poco, me despedí de los padres de Eneko y salí del brazo de Eneko bien agarrada; montamos en la limusina y Eneko no me soltaba la mano.
- (tranquila todo saldrá bien)- dijo Eneko apresándome mas la mano.
- (no creo)
- (tu intenta hablar tranquila y no te alteres)
- (no me mira a la cara, como siga con la cabeza gacha voy…)
- (tu nada, espera a llegar a casa)-Raúl se dio cuenta de que algo no iba bien, yo seguida de la mano de Eneko aferrada y Hugo ni me miraba a la cara.
- Hugo-dijo Raúl llamándolo, el levanto la cabeza y nuestras miradas cruzaron un instante, tenia tristeza en los ojos- creo que deberíamos…
- si, se me había olvidado –dijo Marcos- ya esta.
- bien Hugo, te toca a ti.-dijo algo por lo bajo-ya esta también.
- bien, Eneko puedes soltar la mano de Melisa y Hugo siéntate con ella y daros la mano.-se cambiaron de sitio, Eneko me sonrió al soltarme la mano, Hugo se sentó a mi lado yo le di la mano bruscamente, el me la apretó.
- (Eneko, no voy aguantar)
- (aguanta, hazme el favor)
- bien ya estamos todos bien-dijo Marcos- ya esta.-todo el mundo hablaba de la fiesta, pero no se habían dado ni cuenta de lo que había pasado.
- Melisa yo…
- Hugo déjalo, luego hablamos en casa.-dije secamente, mientras le soltaba la mano, uno se fueron abandonando la limusina hasta quedarnos solos Hugo Eneko y yo, Eneko me miraba a mi y yo a el, no habríamos la boca nadie, Hugo me miraba a mi pero yo no le dirigí la palabra, llegamos a mi casa y bajo primero Eneko y detrás suyo Hugo, yo salí la ultima a la salida Eneko y Hugo los dos hicieron el ademán de ayudarme, cogí la mano de Eneko; Hugo puso cara de disgusto, no quería que me tocara.
- Melisa, es tarde-dijo Hugo en tono seco.
- Ya voy, bueno Eneko nos vemos- nos dimos dos besos
- hasta mañana Melisa- dijo sonriéndome, se puso serio y miro a Hugo – Hugo.- se monto en la limusina.-(estaré cerca)
- (gracias, será rápido, ahora nos veremos)
- (tomate tu tiempo, recuerda no pienses en lo que no quieres que se sepa)
- Peke yo...-dijo Hugo con ojos llorosos
- ¿tu que?-dije chillando
- vamos a tu habitación y hablamos.
- Si vamos-dije en tono cortante y furiosa, entramos a la entrada de mi casa y subimos las escaleras, ya estando en mi cuarto fui hacia la cama y me senté, decidí que podía discutir igualmente con tacón que sin ellos, así que decidí quitármelos.- Y ¿bien?
- Melisa, lo que a pasado antes...
- si, dime que a pasado; por que hasta donde yo se te e visto besándote con otra.
- Yo no quería ¡fue ella!
- ¡OH venga Hugo! ¿te crees que soy gilipollas? Vi como la respondiste al beso, no soy ciega.
- Sabes que es prima de Eneko.
- Si, lo se; y eso que tiene que ver.
- Mucho, si llego a decirle que no hubiera sospechado.
- Si venga, ahora resulta que es adivina y todo.
- Melisa créeme, yo no quería...
- mira Hugo, cariño-dije recalcando la última palabra con rintintin.
- Dime
- ¡NO INSULTES A MI INTELIGENCIA!
- Melisa esa no es mi intención !creeme!
- Mira de tonta no tengo un pelo, así que coge tus cosas y vete ahora mismo de aquí, NO QUIERO VOLVER A VERTE JAMAS.- Hugo abrió los ojos, y vino hacia mi y me abrazo, yo puse resistencia, pero me rendí no podía parar de llorar.
- Pekeñaja, yo no quería que ocurriera esto, perdóname.
- Hugo yo no…- y comencé a llorar de nuevo.
- Te quiero, se que e actuado mal, pero dame otra oportunidad.
- Hugo no puedo, estoy hecha un lío –dije soltándome de el.
- Princesa…- vino hacia a mi yo retrocedí y caí me di un golpe y me desmayé.

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